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El peluche de la infancia de Jean Paul Gaultier

S Moda se introduce en el montaje de la primera muestra internacional dedicada al diseñador francés en España y que comienza hoy en Madrid. Estos son sus entresijos.

Oso de Gaultier

Tras tres semanas de arduo montaje, se abre al público una de las exposiciones de moda más poética y divertida. «No es una retrospectiva de la obra de Gaultier, es una instalación de arte contemporáneo». Lo cuenta Thierry-Maxime Loriot, exmodelo, mano derecha del diseñador y comisario de la exposición. Él mismo revisa cada movimiento de los trabajadores inmersos en el universo Gaultier en la Fundación Mapfre de Paseo de Recoletos 23 (lugar donde permanecerá la exposición hasta el 6 de enero). «La muestra que se expone en España no es la misma que se pudo ver el año pasado en el Museo de Bellas Artes de Montreal. Aquí hay un guiño del amor que tiene Gaultier por este país. Él ha vestido a Victoria Abril, Luz Casal, Elena Anaya o Joaquín Cortes», dice. El sello Almodóvar también está presente. Su productora, El Deseo, ha cedido varios de los bocetos y vestidos del diseñador inmortalizados en Kika (1993), La Mala Educación (2004) y La piel que habito (2011). Pero sin duda los corsés que lució Madonna en el Blond Ambition Tour (1990) despertarán la admiración del público. De cerca se comprueba que están fabricados con tejidos metálicos. «Solo ella puede moverse con uno de estos», afirma el comisario.

Dos estudiantes de moda, bajo la supervisión del personal de La Maison Jean Paul Gaultier de París, visten a cada uno de los 110 maniquíes que se exponen y describen todas las etapas del diseñador: el espíritu punk, la ciencia ficción, las referencias étnicas y los vestidos más glamurosos lucidos en la alfombra roja de los Oscar. Pero si hay que destacar una joya en la exposición, además del primer traje que diseñó en 1971 –no se había visto nunca antes de esta muestra–, Thierry saca de una caja un oso de peluche maquillado y con dos conos pegados. «Es el osito que Gaultier vestía cuando era un niño».

El equipo de montaje prueba las proyecciones en las caras de los divertidos maniquíes, que hablan entre ellos. Algunos incluso cantan.

Mirta Rojo

Thierry-Maxime Loriot, el comisario de la exposición, pendiente de cada detalle.

Mirta Rojo

Vestidos icónicos de Madonna.

Mirta Rojo

Algunos de los trajes de hombre.

Mirta Rojo

Cindy Sherman se fotografió con este vestuario en 1983.

Mirta Rojo

Cada pieza tiene sus directrices.

Mirta Rojo

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