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De Miss Sixty a Fornarina: vuelven las firmas italianas que vestías en tu adolescencia

Es el momento de aprovechar la fiebre melancólica que invade la moda en general con el regreso de las marcas made in Italy de nuestra tierna juventud.

La nueva colección 'ángeles' de Fiorucci.
La nueva colección 'ángeles' de Fiorucci.

Cuando Chiara Ferragni se fotografió vestida con una camiseta estampada con los querubines de Fiorucci el pasado verano, muchos nostálgicos recordamos la imponente tienda que esta firma italiana sinónimo de eclecticismo y cultura pop tenía en la céntrica plaza San Babila de Milán antes de ser ocupada por la sueca H&M. Aquellos pertenecientes a generaciones anteriores quizá tengan presente el emblemático establecimiento –lo que ahora llamaríamos un concept store– que la enseña poseía en Nueva York y que cerró en 1984, por el que además de los artistas, diseñadores y chicos de moda del momento, era habitual ver pasear a Jackie Onassis, Elizabeth Taylor o Cher. No es de extrañar que lo llamaran el “Studio 54 de día”.

Meses después de que la superbloguera italiana recuperara esos emblemáticos ángeles, esta firma levantada por Elio Fiorucci (a él le debemos los tejanos elásticos) a finales de los sesenta que triunfó (al menos en España) a lo largo de los noventa y principios del dos mil, reabría sus puertas en Londres como parte de una estrategia de relanzamiento que se viene programando desde que muriera su fundador en 2015 y la marca fuera recomprada por Stephen y Janie Schaffer. Pues bien Fiorucci vuelve a las andadas –con nuevos puntos de venta entre los que se cuentan Barney’s o Selfridges, nueva web, y una trabajada cuenta de Instagram– además de nuevas embajadoras que van de las hermanas Hadid a iconos de la generación Z como Sarah Snyder y Rowan Blanchard. Esta claro que buscan aprovechar la fiebre melancólica que invade la moda en general y el regreso de las marcas made in Italy de nuestra tierna juventud en particular.

Además de Fiorucci o Fila (ahora en manos coreanas) ahora también podemos volver a vestir de Miss Sixty, compañía de ropa que desde 2007 opera bajo enseña china, cuya estrategia de reubicación y expansión en el mercado pasa por colaborar con personalidades de la industria para volver a ser relevante y, con suerte, marcar tendencia. Para empezar le ha devuelto el cool una de esas estilistas de las celebridades con tantos seguidores en Instagram como sus clientas, autora de los ¿mejores? looks de los más famosos Ángeles de Victoria’s Secret: Elizabeth Sulcer. Con ella acaban de lanzar una colección cápsula que ya le hemos visto lucir a las omnipresentes Hadid, Kaia Gerber o Taylor Hill (todo siguiendo los pasos de Jamie Mizrahi, otra estilista de moda metida a salvadora de otro símbolo de los terribles dos mil: Juicy Couture) además de influencers varias y profesionales del sector y milanesas de adopción como Tamu McPherson y Candela Pelizza.

En realidad antes que Miss Sixty todo esto ya lo intentó Fornarina, otra italiana de precio medio y dudoso gusto por cuyo logo bebíamos los vientos en nuestra adolescencia, reflotada gracias al capital chino ahora hace justo una década. Quizá demasiado pronto. Su error en aquel momento fue confiar en Lindsay Lohan como imagen justo cuando empezaba su clamoroso declive. Eso sí: ellos la ficharon antes de que los directivos de Emanuel Ungaro le echaran el lazo y la contrataran como consultora artística. Puesto en el que duró menos y nada tras firmar, mano a mano con la española Estrella Archs, una de las colecciones más icónicamente ridículas y desastrosas de los últimos años.

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