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Abrumados por el ligoteo: cómo hacer limpieza de relaciones al estilo Marie Kondo en las ‘apps’

La fatiga de las aplicaciones de ligar acecha a quienes ante el aluvión de mensajes de diferentes pretendientes y el desencanto de no encontrar pareja, pierden la esperanza (y los nervios) de encontrar el amor mediante las técnicas 3.0

Hacer limpieza de lo que no nos convence nos acerca a la posibilidad de que las piezas del puzzle del amor encajen.
Hacer limpieza de lo que no nos convence nos acerca a la posibilidad de que las piezas del puzzle del amor encajen.guoya (Getty Images)

Quien esté inmerso en el universo de las citas online sabrá lo complicado que resulta lograr que ante la cantidad de diferentes aplicaciones existentes y el descomunal número de conversaciones entabladas con diferentes pretendientes, el intento de conocer a alguien se convierta en una ardua aventura en la que no solo es necesario ser ocurrente y tener una conversación interesante, sino contar con unas habilidades de gestión y organización dignas de un experto en Excel. La cultura de las aplicaciones de citas es la responsable de que hagamos swype (deslizar en la pantalla a la derecha si una persona te gusta y a la izquierda si la rechazas) de una forma ciertamente frenética y carente de atención, de manera que no examinamos bien a los candidatos y terminamos con más de un match que ha sido fruto de un arrebato, no de una decisión meditada.

Por eso, lo oportuno para continuar en buscando pareja a través de las aplicaciones sin que se active el burnout es poner en marcha el método The KonMari, de Marie Kondo, y deshacernos de todas aquellas conversaciones, aplicaciones y pretendientes que no nos están aportando nada, pues estar haciendo match constantemente y hablando con muchas personas puede estar ocupando un espacio mental innecesario. “Estar hablando con varias personas a lo largo del tiempo en una dating app ocupa gran espacio mental. Cuando nos descargamos una dating app, en un principio nos encontramos muy motivadas para poder conseguir esa conexión o relación (del tipo que sea). Pero esto, en muchas ocasiones, nos lleva a hablar con muchas personas, y a perder de vista qué es lo que buscamos y que es lo que queremos, simplemente dejándonos llevar por las conversaciones y por la novedad de la interacción. Esto nos puede incitar a realizarlo como un acto automático y rutinario para desconectar de nuestro malestar, más que para conectar con alguien”, asegura Marta Ridaura, psicóloga especializada en pareja y trauma.

Menos ‘matches’ y más corazón, por favor

Una encuesta puesta en marcha por Pew Research Center reveló que el 37 % de quienes tienen citas online aseguraron que pese a haber indicado no estar interesados en un pretendiente, este siguió insistiendo, mientras que el 35 % ciento ha recibido mensajes de texto o imágenes sexualmente explícitas no deseadas. Ante semejante radiografía, no es extraño que haya quien tenga la sensación de que la búsqueda de pareja mediante las aplicaciones no tiene sentido alguno. “Se habla de relaciones líquidas e inestables que no tienen contenido; relaciones que más que relaciones, son solo conexiones y como tal, no aportan “solidez”. Puedes tener miles de likes o seguidores y muchas conexiones (que parece marcan tu autoestima y tu posición social), pero no tienes relaciones que te proporcionen lo mínimo”, explica a S Moda Guillermo Fouce, doctor en psicología social y profesor en la Universidad Complutense de Madrid. “En el terreno amoroso, lo que por ejemplo señala Bauman, es que tenemos o se mantienen relaciones efímeras, superficiales que cansan y generan esa desazón que podemos llamar burnout amoroso. Es la sensación de estar rodeado de gente pero sin relaciones, conectado pero sin sustancia, de tener relaciones todas efímeras…”, señala.

Resulta esencial comprender por qué las aplicaciones están generando cierta ansiedad o desasosiego, reflexionar acerca de si no dar con la pareja perfecta está generando cierta frustración y valorar si no se están empleado demasiadas dating apps. Para saberlo, Ridaura recomienda plantear algunas preguntas. “¿Necesitas todas las apps que tienes? ¿Para qué las necesito y para qué las usas? Tras contestar, valora hasta qué punto necesitas todas y cada una de ellas, o bien elige aquellas que se ajusten más a las necesidades que tengas (si prefieres hablar siempre tu primero, como en Bumble, o si prefieres que haya la posibilidad mutua, como en el resto)”, explica.

El ‘burnout’ amoroso

Hinge es una de las aplicaciones que no duda en hablar abiertamente del agotamiento que generan sus citas online, y su CEO, Justin McLeod, reveló en una reciente entrevista concedida a Financial Times los dos motivos por los que tanta gente termina sobrepasada. “Por un lado, te sientes abrumado: hay mucha actividad y muchísima gente, por lo que todos empiezan a tener el mismo aspecto y las conversaciones mueren. En el otro extremo del espectro, muchos usuarios son muy poco activos en la app. Se agotan porque intentan conseguir ese match y envían muchos “me gusta”, pero luego ni siquiera obtienen suficiente actividad por parte del otro para tener una cita. La gente quiere dedicar más tiempo a las citas y menos tiempo a la aplicación”, asegura. Sin embargo, Marta Ridaura señala que para poder quedar con alguien, primero nos tenemos que plantear hasta qué punto nos sentiríamos cómodas quedando con esa persona. “El objetivo de tener una cita es poder sentirnos lo suficientemente seguras, como para poder centrar nuestra atención en la persona con la que quedemos. Por ello, es necesario poder encontrar un equilibrio entre las conversaciones infinitas y quedar directamente con alguien con el que no sabes si te sentirías segura quedando”, matiza.

Al hablar del ghosting, una forma 3.0 de cortar una relación (demasiado) habitual en la era digital mediante la cual una persona deja de contestar a mensajes, de seguir en redes y desaparece cual fantasma, lo habitual es pensar en las situaciones en las que es el otro quien pone en marcha el “se fue a por tabaco” en clave online. Sin embargo, ante tal avalancha de mensajes y ante el agotamiento que pueden generar la cantidad de conversaciones e incluso de decepciones, no es extraño que seamos nosotras mismas las que nos convirtamos en fantasmas del desamor. Marta Ridaura recomienda zanjar las conversaciones con responsabilidad afectiva y evitar las bombas de humo emocionales.

“Si estás convencida de terminar la relación, expresa la negativa de forma clara, breve y amable. Hay veces que a la hora de rechazar a alguien, damos demasiadas explicaciones o somos poco claras. Puedes usar la técnica del sándwich, que consiste en expresar algo positivo antes y después de emitir el mensaje al que acompaña”, recomienda la psicóloga especializa en pareja y trauma, que subraya que el objetivo es ser coherentes y fieles a lo que se quiere y necesita de una relación, respetando a las personas con las que se interactúa.

El amor en tiempos de Tinder no es fácil, pero es aún más complicado encontrar pareja sin asertividad, con conversaciones que no llevan a nada y con tal cantidad de aplicaciones que es incluso complicado recordar en cuál estaba esa persona que comenzaba a despertar nuestro interés. Marie Kondo dice que la limpieza es un acto de enfrentarse con una misma, y sin duda la limpieza digital es un acto con el que enfrentarnos a nuestras necesidades y cuestionarnos lo que realmente buscamos. La magia del orden con las aplicaciones online es clave para que la fatiga no haga que el match se convierta en una losa.

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