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Cosmética para la integración laboral

La firma japonesa Shiseido implementa medidas para favorecer la presencia de la mujer en el mundo del trabajo.

shiseido

Kimie Iwata, ha hecho de la lucha contra la discriminación laboral su principal obsesión. La vicepresidenta del grupo cosmético Shiseido ha desarrollado, desde su llegada a la compañía en 2003, una serie de iniciativas que tienen como objetivo que la compañía sea un ejemplo de trabajo para la igualdad de oportunidades en Japón.

Destaca el Kangaroo Staff, que permite que las trabajadoras que necesitan tiempo para atender a sus hijos sean sustituidas a tiempo parcial por otros trabajadores. El resultado es que la mayor parte de ellas continúa su carrera profesional en Shiseido. La práctica habitual en Japón es que dejen de trabajar al tener su primer hijo.

Shiseido, que lleva más de cien años cuidando la piel de las mujeres, también acertó con el lanzamiento de Wiwiw, un portal de ayuda a las mujeres que se encuentran de baja maternal para que no pierdan la conexión con el entorno profesional y, al mismo tiempo, encuentren soluciones rápidas a los problemas logísticos que plantea la maternidad. A pesar de que el portal nació como una iniciativa de Shiseido, ya se han adherido a sus servicios 110 empresas japonesas.

La tarea de la vicepresidenta no tiene como objetivo únicamente que las trabajadoras permanezcan en la empresa, sino que está empeñada en que ocupen puestos de rango medio y directivos. Quiere que en 2020 el 30% de la plantilla sea femenina, un porcentaje poco sorprendente para un país europeo pero muy ambiciosa dentro de la estructura laboral japonesa, donde predominan claramente los hombres. Actualmente la tasa es del 20%.

Esta política de discriminación positiva levantaría poca expectación en los países occidentales, pero se trata de una iniciativa poco habitual en Japón. La propia figura de Iwata llama la atención. Es una de las pocas mujeres con responsabilidades de alta dirección en la empresas y durante los años ochenta jugó un papel esencial desde el Gobierno en la redacción de la ley japonesa para la Igualdad de Oportunidades Laborales.

“Si la forma de trabajar de los hombres es la estándar, las mujeres están condenadas a ser trabajadores de segunda generación”, afirmaba recientemente Iwaka en una entrevista. Acortar los horarios de trabajo, animar a los hombres a cogerse bajas maternales y valorar la productividad a la hora de ascender son algunas de sus propuestas para transformarlo. Una política muy coherente para una firma que basa su ideal de belleza en el equilibrio entre el cuerpo y el espíritu.

La emperatriz Michiko visita un centro de día creado por Shiseido en 2003.

Cordon Press

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