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¿Se pueden prevenir los ictus?

Hay dos tipos de ictus, que se pueden prevenir en parte con un estilo de vida adecuado

Prevencion ictus
La aparición de enfermedades cerebrovasculares está relacionado con malos hábitos de vida.felipe caparros cruz (Getty Images/iStockphoto)

Sí, los ictus se pueden prevenir en parte. El ictus se produce por un fallo en la circulación sanguínea cerebral. Los clasificamos en dos tipos: isquémicos y hemorrágicos. El ictus isquémico se produce por una oclusión del paso de la sangre, generalmente hay un trombo que ocluye (tapona) una arteria cerebral. Y eso desencadena una serie de mecanismos fisiopatológicos que llevan a la muerte de las células que deberían recibir esa circulación sanguínea. Este es el más frecuente. Aproximadamente el 80% de los ictus son de causa isquémica.

El ictus hemorrágico supone el restante 20% de los casos y es cuando se produce una rotura en un vaso de una arteria cerebral. En este caso aparecen también algunos mecanismos fisiopatológicos que, como ocurre con el ictus isquémico, acaban causando la muerte de las células cerebrales que debían recibir esa sangre.

Es una enfermedad discapacitante que se produce la mayoría de los casos en adultos, aunque también hay algunos ictus pediátricos. Pero en adultos está entre las primeras causas de discapacidad adquirida.

Como decía al principio, los ictus, en parte, sí se pueden prevenir. Si hablamos de ictus isquémicos, hay dos causas principales. Hay un grupo de causas que se relacionan con factores de riesgo cardiovascular y cerebrovascular, que es lo que conocemos como factores de riesgo vascular compartidos, que son hipertensión, diabetes, dislipemia (la alteración de los niveles de grasas, colesterol y triglicéridos fundamentalmente, en sangre), tabaquismo y en algunos estudios se habla también de obesidad. Estos factores de riesgo vascular provocan que los vasos se endurezcan o acumulen placas de ateroma, que lo que hacen es, fundamentalmente, que los vasos se cierren o que se produzca una embolia (cuando se desprende una parte de esa placa de ateroma y se ocluye un vaso). Esta es la causa más común de los ictus isquémicos.

La segunda causa más frecuente de estos ictus es la que tiene origen cardioembólico, es decir, existen una enfermedad en el corazón que provoca una embolia que viaja a través del torrente sanguíneo hasta el cerebro y allí causa un ictus isquémico. En el primer caso del que te hablo, si se previenen esas patologías (hipertensión, diabetes, colesterol, evitar fumar, etc…) se está previniendo a la vez la posible aparición de un ictus. En el caso del ictus isquémico cardioembólico, lo que se trata es de prevenir el embolismo desde el corazón. Básicamente, esto sucede cuando hay una arritmia, y si tratas la arritmia con fármacos adecuados, la mayoría de las veces anticoagulantes, previenes que haya una embolia y, por lo tanto, previenes también el posible ictus.

En cuanto al ictus hemorrágico, participan factores de riesgo vascular como la hipertensión, pero hay otras causas como el acúmulo de proteínas anómalas, por ejemplo, el amiloide cerebral, que son más difíciles de prevenir. Pero el tratamiento de la hipertensión previene tanto el ictus isquémico como el ictus hemorrágico.

El ictus es una patología muy seria que en España, antes de la pandemia de la covid, era la primera causa de muerte entre las mujeres y la tercera en los hombres. Además, es una causa de discapacidad muy importante. La primera como discapacidad adquirida. Y es la segunda causa de demencia. Y aunque sí puede producirse en niños, esto es muy raro. En general, el riesgo de padecer ictus aumenta con la edad.

Iolanda Riba Llena es neuróloga especialista en demencia en el Hospital Universitari de Santa Maria (Lleida). Realizó su tesis doctoral en la línea de prevención del ictus del Instituto de Investigación Vall d´Hebron (Barcelona)

Pregunta enviada vía email por Paula García

Coordinación y redacción: Victoria Toro

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