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Aprendiendo a andar en la Revista Retina

Patinetes o drones de transporte humano y de mercancías exigen una regulación nueva, el coche autónomo podría ser solución o generador de atascos mayores según quién opine y el coche privado tiene muchas papeletas de ser relegado a las carreteras no urbanas

Adrián Ballester y Álvaro Justribó tienen 21 y 24 años, y una idea genial de puro sencilla: enseñar a las marcas tradicionales cómo comunicarse con la generación Z, la suya. Definen a los posmilénicos como heterogéneos, contradictorios y muy radicales. Y todo lo hacen desde su compañía, Mazinn, de la que te hablaremos en la entrega número 21 de la Revista Retina, en el kiosko este sábado 26 de octubre conjuntamente con EL PAÍS.  

La edición 21 de la Revista Retina, el sábado 26 de octubre en tu kiosko conjuntamente con EL PAÍS.
La edición 21 de la Revista Retina, el sábado 26 de octubre en tu kiosko conjuntamente con EL PAÍS.

Los mismos adjetivos podrían utilizarse para algunas de las teorías sobre cómo gestionar la movilidad urbana del futuro. Patinetes o drones de transporte humano y de mercancías exigen una regulación nueva, el coche autónomo podría ser solución o generador de atascos mayores según quién opine y el coche privado tiene muchas papeletas de ser relegado a las carreteras no urbanas en un futuro cercano, 2030, en el que el 60% de la población vivirá en las ciudades.

Cathy Pearl, directora de diseño de conversaciones de Google, apuntará en la entrevista que le hace Manuel G. Pascual otro dato radical sobre el futuro que viene: el 41% de nuestras vidas pasará delante de una pantalla y los asistentes de voz llegarán para aliviar esta dependencia. La cosa está entre vivir la mitad del tiempo en la realidad de las pantallas, que es como vivir a medio camino entre realidad y ficción, o charlar con docenas de aparatos que registran nuestras conversaciones.

Pertenezco al amplio grupo que la experta de Google identifica como reacio a hablar con las máquinas. Aun así, he intentado corregirle a Siri las faltas de concordancia de género, pero no funciona. El futuro necesita desesperadamente del pasado: la Real Academia de la Lengua ya ha empezado a pensar en cómo educar y mantener el correcto español de las máquinas, y expertos y ciudadanos abogan por una solución de las de antes de la era del automóvil para aliviar el tráfico de la última milla: ir andando. Genial y sencillo.

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