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La Lotería del Niño deja un regalo millonario de Reyes en Castilla-La Mancha

Quintanar de la Orden y Saelices se llevan la mejor parte de un sorteo del Niño que esparció la suerte por toda España

Responsables de la administración de loterias nº 11 de Albacete celebran haber dado parte del primer premio del sorteo de El Niño. En vídeo, el momento en el que se anuncia el primer premio.Vídeo: Manu | EPV

El 57342, primer premio de la Lotería del Niño, llevó este lunes la suerte a media España, pero sobre todo a Castilla La-Mancha. La localidad toledana de Quintanar de la Orden, de 10.900 habitantes, fue el epicentro de la fortuna en el segundo sorteo de lotería más importante del año, después del de Navidad. En total se repartieron en el municipio unos 80 millones de euros parte de los cuales viajaron a otros lugares de la región, en particular a Saelices (Cuenca). En un estanco de dicha localidad, de apenas 500 habitantes, se distribuyeron décimos premiados con 20 millones, según confirmó la alcaldesa, Paloma Jiménez. Es la primera vez que la provincia de Cuenca se ve agraciada con este premio.

El segundo premio recayó en el 21816 y también estuvo repartido, aunque la mayoría de las series (28 de 50) se vendieron en la ciudad de Girona, que se llevó 21 millones de euros. El tercero fue para el 26706 y llevó la fortuna a Torrent (Valencia) y Valladolid.

Además de Quintanar de la Orden, más de una decena de localidades de toda España fueron agraciadas con el primer premio, que reparte dos millones a la serie (200.000 euros al décimo). En Castilla La-Mancha, el 57342 también se vendió en Villa de Don Fadrique (Toledo), Tarancón (Cuenca) y Albacete. Y en otras comunidades, en Manises y Simat de la Valldigna (Valencia), Torrejón de Ardoz y en la popular administración de Doña Manolita (Madrid), Vilanova del Camí, Mollet del Vallés y Pineda del Mar (Barcelona), Lorca (Murcia), San Sebastián, Santander, Rianxo (A Coruña), Lleida, Las Palmas de Gran Canaria y Veguellina de Órbigo (León).

Un héroe de cinco años. Siete horas después de concluir el sorteo, la fiesta continúa en el exterior de la administración número 2 de Quintanar de la Orden, que repartió 40 de las 50 series del primer premio, la mayoría de los décimos en ventanilla. El champán riega a los afortunados, que mezclan emoción e incredulidad. Uno de los héroes es un niño de cinco años, que eligió el décimo del 57342 que su madre, Mayte Adán, comparte con cinco compañeras de la pescadería del Mercadona. El pequeño es alzado en hombros, como un jugador de fútbol que acabara de marcar un gol.

“Ha sido una sorpresa mayúscula”, cuenta el alcalde de la localidad, el socialista Juan Carlos Navalón. “Al principio me quedé congelado. ¿Será posible? Dios mío. Me acerqué y estaban celebrándolo en la administración. Esto va para la historia de Quintanar. Porque hace seis años tocó aquí el Gordo de Navidad”, relata.

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“Me enteré en urgencias”. Al menos dos de los décimos premiados fueron un regalo para sendas cofradías de la localidad, desmintiendo el dicho popular de que los billetes que no se pagan, no tocan. La administración de lotería les agradeció así su ayuda en la venta para el sorteo de la Navidad y del Niño.

Ezequiel Sánchez, presidente de Las Tres Marías, una de las agrupaciones agraciadas, nunca olvidará cómo se enteró de que habían ganado el premio. “Me llamó el vicepresidente de la cofradía y yo estaba en urgencias vomitando. No me lo podía ni creer”, asegura. “Lo que haremos con los 200.000 euros será buscar un terreno, una nave tal vez. Porque no tenemos un lugar para la banda, la corneta y los tambores”, dice mientras se ríe de la emoción.

La otra cofradía afortunada fue la de San Joaquín y Santa Ana, Santo Descendimiento y Jesús ante Pilato. “Con el dinero vamos a reparar la ermita. En especial el tejado y la bóveda, que tiene grietas”, asegura su presidente, Elías Izquierdo.

Premio antes de la jubilación. Varios pellizcos del atomizado primer premio del Niño aterrizaron en Cataluña. En Lleida y en las localidades barcelonesas de Pineda de Mar, Vilanova del Camí y Mollet del Vallès se repartieron también décimos del 57342.

En Mollet del Vallès, la gerente de la administración número 1, María Dolores Pedrola, volvió este lunes a sacar el cava después de 38 años sin repartir grandes premios navideños. “Esto es lo más grande que le puede pasar a un lotero. Es la culminación de un trabajo”, asegura Pedrola, que ya entregó en 1984 y en 1986 un primer y un tercer premio de la Lotería de Navidad. “Esta vez hemos vendido una serie, 10 décimos, por ventanilla. No sabemos a quién. Mollet es una ciudad grande y con bastante circulación de gente, pero creemos que será a gente del pueblo”. La lotera tiene previsto jubilarse este año y dejar el negocio en manos de su hija. Decenas de vecinos se acercaron a la administración para acompañarla y brindar con ella.

Manises mantiene su fama. El municipio valenciano de Manises logró mantener este lunes un año más su fama de lugar afortunado, que lleva a muchos habitantes de toda la provincia a adquirir allí sus décimos. En la localidad, encajada entre el aeropuerto y el río Turia, se vendió este lunes una serie del primer premio del sorteo del Niño y un décimo del segundo.

El mito de Manises nació envuelto en polémica. En 2011, la administración número 3 de la localidad vendió al PP el segundo premio de la Lotería de Navidad. Nada más conocerse la noticia, el juez Vicente Ríos exigió al alcalde y presidente del partido en Manises, Enrique Crespo, que le comunicase cuántos décimos tenía. Crespo respondió que uno. La investigación judicial reveló que los padres y el hermano del regidor habían ingresado 99 décimos (más de 12 millones de euros) en varias sucursales bancarias. Crespo fue juzgado y absuelto, aunque poco después fue condenado a 10 años de prisión por saquear la empresa pública de aguas residuales. Desde que estalló el escándalo no ha pasado una Navidad sin que la administración número 3 haya dado uno o varios premios importantes (este lunes fue el segundo). Sin embargo, fue la administración número 4 de la localidad la que vendió 10 décimos del primer premio en este sorteo. Ana y Javi, Pilar y David, dos matrimonios y amigos, trabajadores en un almacén, lo celebran bañados en cava. “Compramos el décimo de milagro, de casualidad, porque pasamos por aquí. Lo eligió mi mujer. Es un décimo compartido para los cuatro. Siempre habrá algún agujerito que tapar y alguna cenita que compartir con los amigos y la familia”, comenta Javi.

La cornisa de Doña Manolita. En Madrid, la popular administración de Doña Manolita volvió a repartir una porción del primer premio. Fueron 10 décimos, 2 millones de euros, después de que en Navidad repartiera hasta cinco grandes premios. Concha Corona, la gerente de la administración, se olvida por un momento de la lesión en su pie, que se hizo al caerse de unas escaleras, y sostiene jovial el cartel que da fe de que su local sigue siendo una garantía de la suerte. “Ha sido un año estupendo”, dice mientras toca su pierna dolorida sin dejar de sonreír. El guardia de seguridad rompe el discurso al abrir el champán. Un déjà vu del pasado 22 de diciembre. “Dos millones de euros”, canta una paseante en tono de broma, tras ver la escena.

Ninguno de los afortunados se presentó a celebrar el premio. Y Corona reveló un dato curioso: varios de los décimos ganadores se vendieron el 21 de diciembre, el mismo día en que el temporal tiró la cornisa del edificio donde se ubica la administración, un incidente que llevó a cerrar la administración durante unas horas. “Sería una premonición”, bromea la lotera.

El 21816 sonríe a Almería. El segundo premio ha dejado la mayoría de sus millones en Girona, pero también un buen pellizco en Almería. Cristo Ferrio, propietario de una administración en Mojácar, no se creía la suerte de haber repartido 3,3 millones de euros en 45 décimos del 21816. “Es un sueño grande con un sabor muy especial. Esta administración tiene 34 años y es la primera vez que damos un premio grande de Navidad o El Niño”, relata. Ferrio vendió 25 décimos en ventanilla y una mujer de la localidad cercana de Almerimar se llevó otros 20 para la venta ambulante, cada uno de ellos premiados con 75.000 euros. “Nos íbamos a comer pero he venido a la administración para certificar que lo habíamos vendido. Brindaremos con cerveza y champán”, añade.

“Nos vamos de viaje a Cuba”. El tercer premio se vendió entre Torrent (Valencia), donde se repartieron 10 millones, y Valladolid, que se quedó con 2,5 millones. En una gélida mañana en la ciudad castellana, algún ganador piensa ya en un clima más agradable para disfrutar del premio. Laura Álvarez, Toñi García y Artur Zagrodzki eligieron un décimo de este número porque en el Gordo les tocó el reintegro. “Vinimos hace tres días, estábamos abriendo regalos y nos llegó la noticia”, relatan los agraciados. Los 25.000 euros del premio ya tienen destino: repartirán parte entre sus familiares y planean un viaje a Cuba en Semana Santa. “Siempre que se porte bien el jefe”, bromea Álvarez sin separarse de la sidra con la que ha bautizado a los presentes.

Con información de: Jessica Mouzó Quintá, Ignacio Zafra, Javier Martín-Arroyo, Juan Carlos Espinosa y Juan Navarro.

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