Cinco años en busca de la asesina

Casi un lustro ha durado la búsqueda de la presunta autora de la muerte de Nastasha P., una mujer que regentaba una pastelería en la calle de la Rosa de El Ejido (Almería) y que fue asesinada supuestamente por una deuda de 700 euros. La Policía Nacional ha informado este martes que ha capturado a la sospechosa, Loreta Valentukaitiene, una lituana de 49 años de edad, que había huido de España y se había refugiado en su país de origen. El Juzgado de Primera Instancia en Instrucción número 1 de El Ejido decretó el pasado viernes su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza.

La decisión del juez se produjo un día después de que la supuesta asesina aterrizara en el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas (Madrid), tras haber sido localizada en su país y arrestada por la policía lituana, que la entregó a la española.

Una pista fundamental para su captura se encontraba en la documentación aportada en su momento por Valentukaitiene en la Oficina de Extranjería de Almería, obligatoria si se va a permanecer más de tres meses en el país. En ella figuraba una dirección sobre su lugar de origen, en la que fue detenida, según fuentes policiales. El arresto que se ha producido después de que Valentukaitiene se refugiase en casas de amigos y familiares en su país, tras eludir el cerco policial en España.

La localización y detención de la presunta autora del crimen, sospechosa desde un primer momento para la Policía Nacional de El Ejido, activó la reapertura del caso el pasado 16 de marzo. En septiembre de 2014, pocos días después del asesinato el día 13 de ese mes, se emitió la orden europea de detención y entrega (OEDE) que, con el fin de que no corran los plazos, se sobresee hasta que, como ha sido el caso, se localiza y detiene al presunto autor o autora del crimen.

En el caso del de Natasha P., las mismas fuentes policiales destacan que el crimen estuvo marcado por "la extrema violencia y lo escabroso que resultó". La cabeza y el rostro de la fallecida, hallada por un familiar cerca de las diez de la noche en el interior de la confitería, presentaban numerosos hematomas y cortes con un cuchillo. Como se apuntaba, ese móvil económico derivado de la deuda que la fallecida tenía contraída con Valentukaitiene y su pareja le costó la vida hace casi cinco años.