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Dos heridos en una fiesta de pedida de la etnia gitana por los disparos de un clan rival en Pontevedra

El tiroteo de Morones contra Zamoranos se registró en un patio del auditorio municipal de O Porriño, cedido por el Ayuntamiento

Fachada del Hospital Povisa en Vigo.
Fachada del Hospital Povisa en Vigo.

La fiesta de pedida de mano que organizó este sábado el clan de etnia gitana de los Zamoranos en la localidad pontevedresa de O Porriño acabó de madrugada en un tiroteo en el que resultaron heridos graves dos de los sesenta invitados que fueron ingresados en el centro hospitalario de Povisa en Vigo. Uno de los heridos, una chica de 15 años, resultó herida en la cara. La bala le entró por un pómulo y se alojó detrás del oído pero está fuera de peligro. Otro de los proyectiles alcanzó a otro joven de 17 años por la espalda y ha sido intervenido de urgencia para extraer la bala cerca del omóplato.

La Guardia Civil ha detenido este mediodía a uno de los autores de los disparos, Paulo Giménez, el hermano mayor del autoproclamado “rey de los Gitanos Morones”, Sinaí Giménez, y busca a al menos a otra persona que participó en el tiroteo, según informaron fuentes policiales.

Testigos presenciales de lo que puso ser una masacre relataron a la Policía que el detenido y un acompañante irrumpieron armados y a cara descubierta en el patio cubierto del auditorio municipal que había cedido el Ayuntamiento para celebrar el rito prenupcial. Las ráfagas de proyectiles se realizaron al techo y estas rebotaron alcanzando a los dos jóvenes heridos.

Este es el último episodio de los viejos enfrentamientos entre ambos clanes que se remontan a 2010, los Zamoranos fueron desterrados por los Morones y tuvieron que regresar a su provincia natal al no plegarse a sus exigencias de pagar un canon a la familia Giménez por la venta ambulante en los mercadillos.

Tras el éxodo de los Zamoranos estos firmaron la paz con los Morones pero de vuelta a Galicia las extorsiones y coacciones continuaron hasta que una redada policial en 2016 llevó a prisión a toda la familia de Olegario Giménez, el entonces “rey de los Gitanos” por actuar como una organización criminal para hacerse con el control de la venta ambulante en la provincia de Pontevedra. La saga acumula múltiples causas judiciales, incluyendo el narcotráfico.

El detonante del tiroteo es el juicio que se celebrará en junio en la Audiencia de Pontevedra contra los Morones. Hasta 13 testigos protegidos por la Fiscalía por parte de los zamoranos intervendrán en esta vista que podría terminar definitivamente con la saga de los Giménez en la cárcel. La alcaldesa de O Porriño, la socialista Eva González, ha lamentado el grave accidente y el acoso al que están sometidas las familias del clan de los Zamoranos. “Viven atemorizados y escondidos, y esta situación tiene que terminar”, ha dicho González, que estaba invitada al festejo pero finalmente no pudo asistir por su apretada agenda de mítines electorales como candidata a la reelección.

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La tensión entres ambos clanes se ha trasladado al hospital de Povisa donde se ha realizado un enorme despliegue policial para evitar nuevos enfrentamientos. Allí han coincidido familiares de Zamoranos y Morones, al encontrarse el patriarca de estos últimos ingresado por una afección cardíaca.

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