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Marruecos traslada al Gobierno de España su gran malestar con la UE

Las autoridades marroquíes se quejan a las españolas de que Europa les paga tarde y mal y de que se prima en las ayudas a Turquía

El ministro Josep Borrell (izquierda) con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, en Rabat.
El ministro Josep Borrell (izquierda) con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, en Rabat.JUANJO MARTÍN
Javier Casqueiro

Los contactos políticos e institucionales entre España y Marruecos se han multiplicado en los últimos días a todos los niveles tras la irrupción de la última crisis migratoria. Y en la mayoría de esas conversaciones las autoridades marroquíes han trasladado a las españolas una queja fundamental para explicar el sentido de este creciente conflicto: Marruecos no entiende la posición actual de Europa, no comprende cómo tarda tanto tiempo en pagar los programas y ayudas prometidas en el pasado y no comparte que se prime en las relaciones con los países vecinos a Turquía, con proyectos que podrían superar los 3.000 millones de euros, cuando a ellos les cuesta ingresar partidas que no superan los 30 millones. Esa diferencia de trato no ayuda.

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En las últimas semanas y días, han estado en Rabat o han mantenido conversaciones al más alto nivel con sus homólogos marroquíes los ministros españoles de Exteriores, Josep Borrell, del Interior, Fernando Grande Marlaska, de Agricultura, Luis Planas, y la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí. Algunos, como Planas y Rumí, con gran experiencia y conocimiento sobre todo lo relacionado con Marruecos.

El problema, argumentan, no es con España, con la que nada ha variado pese al cambio de Gobierno. Tampoco se ha reprochado ningún efecto llamada por el Aquarius o por reintroducir la sanidad gratuita y universal.

La queja marroquí sobre el comportamiento de Europa ha llegado también a La Moncloa, por varias vías. El pasado fin de semana estuvieron en Alhucemas como invitados en la fiesta del trono, que conmemoraba el XIX aniversario de la llegada de Mohamed VI, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y el exministro Miguel Ángel Moratinos. Tuvieron un aparte con el monarca alauí. Antes de viajar llamaron a La Moncloa y se les pidió que requirieran más esfuerzos en la lucha contra la inmigración.

En Marruecos explican que están sufriendo una situación nueva con respecto. Por un lado soportan un flujo mayor de llegadas al cerrarse las vías orientales y centrales en el mediterráneo y, por otra parte, se han convertido en un país ya no solo de tránsito sino de acogida de inmigrantes tras las regularizaciones con las que han aceptado hasta 52.000 de 113 nacionalidaes, como explicó este martes en Madrid la embajadora marroquí, Karima Benyaich, con la que también han intensificado las conversaciones estos días altos cargos españoles.

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Desde La Moncloa negocian ahora que el presidente Pedro Sánchez pueda cumplir cuanto antes un viaje a Rabat, tras intentarlo nada más tomar posesión y encontrarse con que el rey marroquí estaba fuera del país. Ese desplazamiento se quiere cuadrar entre el 20 y el 24 de agosto, cuando se celebre el primer Consejo de Ministros tras las vacaciones y antes de emprender su primera gran gira por Latinoamérica.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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