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Marbella, ajuste de cuentas a plena luz del día

El ministro del Interior visita este lunes la ciudad de la Costa del Sol, que ha sido escenario de dos crímenes con características mafiosas en menos de una semana

La policía investiga en el lugar donde un hombre fue tiroteado el sábado en Marbella.
La policía investiga en el lugar donde un hombre fue tiroteado el sábado en Marbella. José Sánchez

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, visita este lunes las dependencias de la Policía Nacional y de la Guardia Civil de Marbella (Málaga) y, al margen de algún previsible anuncio, tendrá que responder por las investigaciones abiertas a raíz de los dos crímenes que han sacudido la ciudad en menos de una semana. En ambos, aparentemente sin conexión, han mediado armas de fuego. El primero, el pasado lunes, se produjo presuntamente durante un secuestro exprés y el segundo, el sábado, fue especialmente inquietante porque tuvo lugar en plena calle, a la luz del día y al lado de una iglesia abarrotada de gente.

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Un empresario de 36 años y nacionalidad española murió tiroteado tras asistir a la primera comunión de su hijo en la parroquia Virgen del Rocío, en el núcleo de San Pedro Alcántara.

La víctima salió del templo junto a su esposa y otros familiares y se dirigió solo a recoger su coche, aparcado en una calle aledaña. Faltaban pocos minutos para las dos de la tarde. Nada más subirse al turismo, de la marca Audi, un motorista cubierto con un casco se acercó y le descerrajó varios tiros en el pecho y la cabeza antes de huir. La víctima falleció poco después en el Hospital Costa del Sol.

La principal hipótesis que baraja la Policía es un ajuste de cuentas por un posible asunto de drogas. El empresario estaba relacionado con dos negocios, un gimnasio y un chiringuito en el municipio vecino de Estepona, que sufrieron sendos incendios nocturnos hace pocas semanas. Los siniestros fueron muy próximos en el tiempo y aparentemente intencionados. Las fuentes policiales interpretan estas acciones como avisos a la víctima; quien al final resultó atacada, posiblemente dónde y cuándo menos lo esperaba.

El asesinato fue selectivo: el sicario esperó a que su objetivo estuviera solo, aunque los alrededores de la iglesia estaban llenos de gente y entre el público estaban miembros de su familia.

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Marbella, como el resto de la Costa del Sol, ha servido tradicionalmente de refugio a delincuentes internacionales por sus especiales características: presencia de personas de docenas de nacionalidades, urbanizaciones que garantizan privacidad o buenas conexiones. Los periodos de calma se alternan con ocasionales ajustes de cuentas entre grupos del crimen organizado. En febrero de 2014, un francés de origen argelino fue tiroteado dentro de su vehículo cuando llevaba a sus tres hijos al colegio por un posible asunto de narcotráfico. Los menores resultaron ilesos.

Los dos últimos crímenes no tienen aparentemente conexión entre sí, más que su brutalidad, propia de las prácticas mafiosas. El pasado 7 de mayo, el cadáver de un hombre fue arrojado desde un coche a una cuneta de uno de los carriles de acceso de la autovía A-7, cerca del Hospital Costa del Sol, al este del municipio. El cuerpo estaba apaleado y la autopsia reveló que la víctima, de nacionalidad croata, había recibido varios disparos. Las pesquisas de la Policía han determinado por ahora que el asesinado fue objeto de un secuestro exprés el día anterior, junto a su pareja, una mujer de origen colombiano que fue abandonada malherida junto a la carretera. Fue ella quien pidió auxilio. Tenía un golpe en la cabeza y varias contusiones y recibió el alta hospitalaria al día siguiente.

La Guardia Civil informó hace pocos días de que había detenido a dos personas por el secuestro en marzo de dos ciudadanos italianos en el municipio de Manilva, al oeste de Marbella, junto al límite con la provincia de Cádiz y el Campo de Gibraltar. El rapto se produjo en la calle. Una de las víctimas logró saltar del coche en marcha y la otra fue liberada tras ser trasladada a una urbanización e interrogada por el jefe del grupo.

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