Cae una banda que robó 20.000 litros de combustible pinchando oleoductos en Andalucía

Hasta ocho personas han sido detenidas por pertenecer a una banda que se dedicaba a la extracción de combustible de oleoductos de Cádiz y Sevilla para venderlo en “el mercado negro”. Ha sido la Policía Nacional la que se ha encargado de la operación en la que han sido recuperados más de 20.000 litros de carburante. Los presuntos ladrones lo habían obtenido “picando” oleoductos de terrenos rústicos “de difícil acceso, donde no hubiera tránsito de vehículos y de los que se pudiera huir fácilmente”, según ha explicado la Policía en una nota. El riesgo de deflagración de la operación de extracción “ponía en peligro tanto su vida como la de las personas que vivieran en la zona” y creaba “enormes” problemas de contaminación por las fugas originadas. Los acusados sabían exactamente cuánto extraer para que no se detectaran cambios de presión. Cuatro eran lituanos y se movían por Europa con regularidad.

Las pesquisas comenzaron a finales del año pasado con una primera denuncia de la empresa encargada de la gestión del oleoducto, la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH). En aquella ocasión, se denunció de la extracción fraudulenta de al menos 2.000 litros de gasóleo en el paso de las canalizaciones por el Puerto de Santa María (Cádiz). El robo de cuatro mil litros en el mismo término municipal meses después permitió relacionar los hechos a un grupo organizado para robar el combustible en las provincias de Sevilla y Cádiz. De hecho, en ambas provincias se encontraron otros dos puntos de extracción.

Según reconoce la Policía, la organización desarrollaba una pautada actuación que comenzaba con un estudio del terreno para elegir el lugar. Para ello, “utilizaban detectores de metales para encontrar las tuberías subterráneas, seleccionando el punto más adecuado para realizar la perforación”. El carburante era extraído mediante la técnica del “punzado” o “picaje”. Con dos abrazaderas unidas, picaban la tubería y colocaban una válvula que unían a una manguera con otra de cierre rápido para extraer hidrocarburo y cargarlo en un vehículo donde colocaban garrafas de grandes dimensiones.

De las ocho personas detenidas, a cinco se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, riesgo catastrófico, robo con fuerza, falsedad documental, tenencia ilícita de armas y delito contra la salud pública. A los otros tres arrestados, se les imputan un delito de receptación del combustible, por la compra al por menor, a sabiendas de su procedencia ilícita, según ha detallado la Policía.

Los agentes han intervenido en naves industriales y domicilios de los detenidos numeroso material utilizado para la extracción. Es el caso de focos, manómetros, mangueras, dos escopetas, una pistola de fogueo, una furgoneta, veinte depósitos con capacidad de mil litros cada uno. Además, la banda contaba con una plantación de marihuana que también ha sido desmantelada. En la operación han participado el Grupo de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría de El Puerto, el Grupo de policía judicial de la Comisaría de Dos hermanas y el Grupo IV de la UDYCO de la Jefatura de Sevilla.

No es la primera vez que CHL denuncia robos en oleoductos de la zona, en mayo de 2013 otra banda llegó a perforar hasta una carretera en El Portal (Cádiz) para extraer combustible. En aquel momento, las fugas provocaron daños medioambientales en terrenos de cultivo. En octubre de ese mismo año, una mala perforación provocó fugas y vertidos a un río cerca de Coria del Río (Sevilla) en otra operación de extracción ilegal. En ese último caso, fue la Guardia Civil la que llegó a detener hasta 15 personas de otra organización criminal.

Utilizaban la técnica clásica de la goma y el depósito de combustible, pero a lo grande. La ha detenido en Cádiz y Sevilla a una banda que logró robar hasta 20.0000 litros de combustible de gaseoductos excavando en los terrenos rústicos por los que pasaban y picando las tuberías. Hay ocho detenidos. Cinco de ellos están imputados y otros tres por la receptación de este producto al por menor, a sabiendas de su origen ilícito.

La banda seleccionaba cuidadosamente las zonas por las que extraía el combustible. Según fuentes policiales, utilizaban detectores de metales para localizar las tuberías subterráneas y pinchaban los oleoductos en terrenos rústicos de difícil acceso, donde no hubiera tránsito de vehículos y en los que poder huir rápidamente si eran sorprendidos en plena faena.Les han intervenido un visor nocturno, focos de largo alcance, mangueras y varias armas, entre ellas dos escopetas y una pistola de fogueo.

Según la Policía Nacional, el riesgo de deflagración del carburante ponía en peligro tanto su vida como la de las personas que vivieran en la zona, a lo que hay que sumar la contaminación provocada por las fugas de combustible.

Las investigaciones comenzaron a finales del año pasado cuando los agentes recibieron la denuncia de la extracción fraudulenta de al menos 2.000 litros de gasóleo en un oleoducto del Puerto de Santa María (Cádiz). A continuación se interpuso otra denuncia por el robo de 4.000  litros en el mismo término municipal. Esto permitió a los agentes relacionar los hechos y dirigir la investigación hacía un grupo organizado que operaba en las provincias de Sevilla y Cádiz, donde, a su vez, detectaron otros dos puntos de extracción.

Robos espaciados 

No es la primera sustracción masiva de combustible que se detecta, aunque las detenciones por estos delitos se suelen producir de forma espaciada. En noviembre de 2011, la Guardia Civil detuvo en Málaga a cinco miembros de una familia inglesa que supuestamente extrajeron 156.700 litros de gasoil de un oleoducto que llegaba a la capital malagueña. Los arrestados, que según el instituto armado pretendían revender ilegalmente el combustible, utilizaron métodos "artesanales de fontanería". También hay otro precedente en la Comunidad de Madrid, donde dos hombres fueron arrestados en 2008 por robar miles de litros de gasolina que la Guardia Civil valoró en 35.000 euros.