Desmantelado un servicio de ‘telecoca’ a domicilio en Málaga

Nueve personas han sido detenidas y otras dos han resultado imputadas en una investigación de la Policía Nacional que ha desmantelado un servicio de telecoca o venta de droga a domicilio en la provincia de Málaga. La organización atendía por teléfono pedidos de cocaína y MDMA (anfetamina conocida como éxtasis) las 24 horas del día y sus integrantes se desplazaban a varios municipios de la Costa del Sol, entre ellos, Fuengirola y Mijas.

Según ha informado la Policía, la operación se inició a raíz de un aviso remitido al espacio que la página web oficial de este cuerpo de seguridad tiene habilitado para encauzar denuncias ciudadanas (www.policia.es/colabora.php), en el que se relacionaba a varios individuos con este negocio de distribución de droga en el litoral malagueño. Las pesquisas condujeron a los agentes hasta los ahora detenidos, de cinco nacionalidades diferentes (española, cubana, rusa, marroquí y paraguaya) y asentados en Mijas y Fuengirola.

Los implicados tenían sus funciones perfectamente delimitadas en la organización y han caído todos los escalones de la banda: el cabecilla, encargado de la atención, coordinación y supervisión del grupo; los lugartenientes; los guardianes de la droga; y los responsables de transportar y entregar los pedidos que se hacían a este servicio, que funcionaba de forma ininterrumpida las 24 horas del día.

Los agentes han practicado en el marco de esta operación registros en dos domicilios de Fuengirola y uno de Mijas. Se han decomisado 126 gramos de cocaína, 4,9 de MDMA y 200 gramos de sustancias de corte, además de cuatro vehículos, 3.390 euros en efectivo, tres balanzas de precisión y otros objetos destinados al corte y el envasado de las sustancias estupefacientes.

Los primeros servicios de distribución de droga a domicilio a través de una llamada de teléfono o telecoca se localizaron hace nueve años en la costa de Cádiz. Este fenómeno suele expandirse en verano por el aumento de fiestas y la llegada de turistas. Su control por parte de la policía es más complicado que el de un punto de venta de droga fijo.