Damià, única víctima del fin de semana
Era profesor y regresaba a su casa de recoger setas
Los números no tienen nombre ni apellidos. Solo alimentan las estadísticas. Fue “histórico” que el pasado fin de semana solo muriera una persona en accidente de tráfico. Una sola víctima, frente a las 70 que engullían las carreteras españolas los fines de semana de agosto de los años ochenta. Pero esa víctima, al igual que las demás, no era un número. Se llamaba Damià Badia Serentill, tenía 60 años y era profesor del colegio Claver, en Raimat (Lleida).
Badia perdió la vida cuando regresaba a su casa, en el municipio leridano de Seròs. Era sábado, 27 de octubre, y había salido a recoger setas, según contaron fuentes cercanas a la familia. Le acompañaba su mujer, Francisca Busquets, de 55 años, también profesora en el colegio Claver. A las 17.03 el todoterreno en el que viajaban se salió de la carretera, en el kilómetro 109,5 de la C-14, a la altura de Artesa de Segre (Lleida). Chocó contra una estructura de hormigón y volcó.
Damià y su esposa quedaron atrapados en el vehículo y tuvieron que ser rescatados por los bomberos. El profesor murió en el acto. Su mujer resultó herida grave y fue trasladada al Hospital Arnau de Vilanova de Lleida, donde fue intervenida de una “dura operación”, según señala el colegio Claver en su página web.
El profesor estaba muy implicado en las actividades del colegio. Participaba de manera activa, junto a los alumnos, en el cuidado de un huerto escolar, ubicado en el patio, para infundir a los estudiantes el amor por la naturaleza. Muy querido en el colegio Claver, las familias del centro educativo agradecieron en un obituario publicado en el diario leridano Segre “los años de estima y profesionalidad” de Badia.