Dorribo tras reunirse con Feijóo: “Me dijo que iba a mover la subvención”

El hombre del empresario Jorge Dorribo en el PP no solo intercedía por él en la concesión de subvenciones y obras de la Xunta a cambio de supuestos pagos. El exdiputado popular Pablo Cobián era capaz de conseguirle a Dorribo citas con las máximas autoridades de Galicia. El 14 de octubre de 2010, el industrial lucense encausado ahora por corrupción y fraude en ayudas públicas dentro de la Operación Campeón se entrevistó con Alberto Núñez Feijóo en el despacho del presidente en Santiago.

La cita se produjo meses antes de que le fuera concedida a la trama una ayuda fraudulenta de casi cuatro millones de euros (2,9 millones en un préstamo y casi un millón a fondo perdido). El Gobierno gallego confesó el encuentro después de que lo destapara el PSOE en un debate parlamentario, aunque siempre ha sostenido que el presidente solo abordó con Dorribo los detalles de un proyecto logístico para distribuir medicamentos y que nunca se habló de la posible concesión de subvenciones. Sin embargo, los investigadores grabaron la conversación telefónica que mantuvo el empresario imputado con Pablo Cobián nada más salir del despacho de Feijóo. Y su contenido no concuerda con la versión dada por la Xunta.

“Le comentamos lo del Igape. Y él dijo que se iba a preocupar del tema”

Según el pinchazo policial, Cobián llama a Dorribo para interesarse por el resultado de la cita que le había conseguido con el presidente. El empresario, que había solicitado al Igape, el instituto de crédito de la Xunta, una ayuda a fondo perdido de casi un millón de euros y estaba a punto de pedir un préstamo de 2,9 millones, le explica el contenido de su conversación con Feijóo, en la que estaba presente el vicepresidente de Azkar, José Antonio Orozco, también imputado en la causa. A tenor de lo relatado por Dorribo cuando ignoraba que estaba siendo grabado, Feijóo sabía que iba a abordar con sus interlocutores el asunto de la subvención, porque acudió con documentos.

Jorge Dorribo. Le comentamos lo del Igape. Él tenía ya una anotación, ya le habían pasado una nota que era de una parte [de la tramitación], porque tenemos presentadas dos. No tenía la segunda, pero dijo: “Nada, ya la pido yo”. Ya dijo él que se iba a preocupar del tema.

Pablo Cobián. Muy bien.

Dorribo le relata a Cobián que también han hablado con Feijóo de la plataforma logística de medicamentos que pretendían poner al servicio de los geriátricos y hospitales de la Xunta, la única parte de la conversación que ha admitido hasta ahora el presidente. Pero el empresario imputado y su hombre en el PP vuelven al asunto de la ayuda del Igape y a lo que le había dicho Feijóo al primero solo unas horas antes al respecto.

J. D. Y él dijo que ya iba a mover lo del Igape. De todas formas, hay que estar encima, ¿me entiendes?, y controlar al del Igape [Joaquín Varela, director del organismo de la Xunta, imputado por tráfico de influencias].

P. C. Detrás de Joaquín estoy yo. De eso no te preocupes.

Los investigadores consideran que este diálogo “pone de manifiesto que Cobián estaría influyendo sobre el proceso de gestión y aprobación de la ayuda pública solicitada, días antes a la presentación de la solicitud” del préstamo.

“De todas formas hay que estar encima y controlar al del Igape”

Dorribo presumía entre sus compinches de tener acceso fácil a Feijóo. Tras la concesión del préstamo de 1,9 millones el 30 de diciembre de 2010, dos meses después de su cita en San Caetano [el palacio donde se halla el Gobierno gallego], el industrial vivió meses de angustia por la tardanza en recibir el dinero. Asfixiados por las deudas, Dorribo y sus colaboradores, siempre según los pinchazos, aumentaron la presión sobre el director del Igape para que transfiriera los fondos. Pero las irregularidades detectadas por los técnicos ralentizaban la tramitación. Dos de esos funcionarios llegaron a llamar al azar a tres supuestos proveedores localizados entre las facturas que facilitó el empresario y se encontraron con que estos negaban haber vendido el material. Los técnicos dejaron constancia escrita del problema, pero la alerta no paró el proceso.

El 22 de febrero de 2011, desesperado, Dorribo le suelta a su colaborador Carlos Monjero: “Es vergonzoso, ¿me entiendes? Y yo esperaré, hablaré con Núñez Feijóo, lo que sea. Yo el lunes me voy para allá. Y voy a hablar con Núñez Feijóo”. El 18 de marzo la Xunta da luz verde a la ayuda de casi un millón de euros a fondo perdido. El pago del préstamo se aprueba cuatro días después.