7 fotosTúnez“¡Me lo trajeron como si fuera una maleta!”: el cuerpo de Fedi vuelve a casa tras 10 años de ausenciaLa familia de este joven tunecino duda de la versión oficial, que dice que falleció en una cárcel de Italia debido a un supuesto suicidio en prisión TEXTO: Matteo Garavoglia FOTOGRAFÍA: Séverine Sajous Túnez - 04 nov 2024 - 05:30CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceComentariosLos familiares de Fedi Ben Sassi reciben el cuerpo del joven en casa, en Túnez, para darle un último homenaje antes del entierro.Séverine SajousFedi Ben Sassi, de 20 años, es una de las 76 personas que han muerto por suicidio en prisiones italianas en 2024, según el Ministerio de Justicia de Italia. Ocho de los fallecidos eran de origen tunecino. En la imagen, Yosra Ben Sassi, la madre de este joven, delante de su casa en los suburbios del este de Túnez. Su hijo, cuenta, se fue a Europa a los 10 años “para complacer a su madre y no verla trabajar más”. Lo hizo subiéndose a un camión petrolero y cruzando en uno de los numerosos ferris que conectan Palermo con Túnez. Hoy, en su barrio solo queda de ese niño un mural realizado por un joven del barrio tras el anuncio de su muerte. Séverine SajousDe pequeño, a Ben Sassi le gustaba ir al puerto de La Goulette con sus amigos y se imaginaba saltando en uno de los barcos con destino a Italia. “Entonces vivíamos cerca del mar, en un 'hamam' (baño turco) abandonado porque no teníamos dinero para comprar una casa”, cuenta su madre. La familia dice haberse enterado de la muerte de Ben Sassi a través de las redes sociales. Majdi Karbai, exdiputado tunecino y referente de la comunidad tunecina en Italia, asegura: “Nadie en Túnez se tomó la molestia de informar a la familia, me enteré del incidente porque estoy en contacto con varias asociaciones que trabajan en cárceles y centros de repatriación. No es la primera vez que sucede y, en general, recibo muchos informes sobre tunecinos en situaciones difíciles”.Séverine Sajous El vuelo Roma-Túnez llega a tiempo. Es la una y media de la tarde del miércoles 31 de julio y el aire es sofocante, pero para la familia Ben Sassi es esencial esperar bajo el sol la llegada de su ser querido, que regresa a Túnez después de 10 años de ausencia. Mientras los pasajeros pasan los controles fronterizos, las dos hermanas de Ben Sassi, su tía, su abuela y una decena de miembros de la familia lo esperan a unos cientos de metros, en la terminal de carga, una zona aislada del resto del caos propio de un aeropuerto. Durante casi una hora, el silencio reina.Séverine SajousUn camión descarga un carro que contiene un ataúd y familiares de Ben Sassi, entre ellos sus hermanas, más jóvenes, se acercan a la puerta, tratando de adivinar si se trata de su ser querido. Ben Sassi creció sin su padre, cuya pista se perdió unos años después de su nacimiento, y era el mayor de cuatro hermanos. En su infancia escaseaba el dinero y las oportunidades de empleo en un país que sufría una crisis económica y social desde hacía décadas. “Tuvo que crecer demasiado rápido”, cuenta su abuela, Henda Mateli. Cuando Tasnime Ben Sassi, de 16 años, habla de su hermano, sus ojos brillan y las lágrimas desaparecen: “Siempre iba a casa de los vecinos a buscar comida. Primero pedía sándwiches para él, luego los convencía de darle algo más para nosotros”. Ella también solía ir al puerto de Túnez. “A veces ayudaba a mis amigos a saltar las barreras, pero nunca tuve el valor de hacerlo yo. Hoy lamento no haberlo intentado”, recuerda. Seif Ben Sassi, hermano de Ben Sassi, también lleva unos años en Italia.Séverine Sajous“Me lo trajeron como si fuera una maleta”, dice desesperada Mateli al ver el cuerpo de su nieto, fallecido en la prisión de Sollicciano, en Florencia, el pasado 4 de julio. Los gritos de dolor duraron varios minutos, antes de que el cuerpo fuera trasladado a un hospital para la autopsia e investigación. “Fedi murió de pobreza”, resume la abuela. Ben Sassi fue a la cárcel por delitos cometidos cuando era menor de edad, sumados a un robo cometido cuando tenía poco más de 18 años. Allí logró obtener un diploma de cocinero, del que estaba orgulloso. Debería haber sido liberado en mayo de 2025, pero su cuerpo fue hallado después de intentar llamar a su madre, sin éxito. Para los familiares es difícil creer en la tesis del suicidio: afirman que Ben Sassi presentaba otras heridas en el cuerpo.Séverine Sajous En la imagen, cortejo fúnebre de Ben Sassi encabezado por sus familiares y los jóvenes del barrio, con su abuela al frente, en Bhar Lazreg, en los suburbios del este de Túnez. Antes de regresar a casa para el funeral y el entierro, el cuerpo permaneció tres días a disposición de las autoridades tunecinas para la autopsia. A la espera de los resultados de los exámenes para ver si serán diferentes de los realizados en Italia, una larga procesión despidió a Ben Sassi, caminando desde su hogar hasta el cementerio del barrio del Kram, a dos pasos del puerto de La Goulette, donde, hace 10 años, el chico partió en busca de un futuro mejor. Séverine Sajous