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Hacia un Estado federal, aquella excentricidad

Es como si en cuatro años los socialistas hubieran hecho mudanza, para abandonar un mundo de referencias e instalarse en otro radicalmente distinto

Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar, presidente del PNV, durante la firma del acuerdo para la investidura del primero, el 10 de noviembre.
Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar, presidente del PNV, durante la firma del acuerdo para la investidura del primero, el 10 de noviembre.Moeh Atitar
José Andrés Rojo

La idea de poder compartido. La exigencia de lealtad federal. La igualdad entre ciudadanos y la igualdad entre territorios. La voluntad de estar unidos en la diversidad. El pacto como pegamento entre los que son distintos. El reconocimiento y la tolerancia mutuos basados en la solidaridad, la equidad, la cohesión. La igualdad de oportunidades. La confianza entre todos a la hora de repartir los recursos. La corresponsabilidad fiscal. Etcétera. Ana Carmona, catedrática de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla, comentó que “hay un déficit de cultura federal en España”, que no se nos educa en el respeto a la diversidad. Victor Ferreres, catedrático de Derecho Constitucional en la Pompeu Fabra, explicó que en España “el Estado es fuertemente asimétrico” y que hay políticos en algunas comunidades que consideran: “Yo tengo que tener más derechos porque soy más distinto que tú”. El caso es que en Madrid hubo una cita el pasado martes en la que se habló sobre si es posible un desarrollo federal en la Constitución y, a cualquiera que se asomara, aquello tuvo que parecerle una excentricidad. “¡Están locos, esos romanos!”, decía Obélix. Pues ocurrió algo así, la Asociación de Periodistas Europeos, la Fundación Diario Madrid y el Cercle d’Economia convocaron para tratar el asunto en su ciclo España plural, Catalunya plural y los periodistas Neus Tomàs e Iñaki Ellakurría dieron juego a los dos expertos en los entresijos de la Constitución española para que hablaran sobre una hipótesis que ahora mismo resulta ya antigua, como si se hablara de Tartessos (pongamos por caso). A los que asistieron se les iba poniendo cara de frikis, de bizarros, de extravagantes arqueólogos que se entretienen en explorar unos viejos y herrumbrosos pecios.

La palabra federalismo o la hipótesis (o proyecto) de un horizonte (o modelo) federal no aparecen, de hecho, en el programa con que los socialistas se presentaron a las elecciones del 23-J. Cuando se habla, por ejemplo, de financiación autonómica o local, lo que se dice ahí es que el partido va a situar a las personas en el centro del debate. “Solo si pensamos en satisfacer sus necesidades y aspiraciones podremos lograr el consenso político y territorial para hacer realidad un sistema de financiación aceptable para todos”.

Fue en 2013 cuando los socialistas impulsaron un documento, Hacia una estructura federal del Estado, que se conoció como la Declaración de Granada. Luego lo complementaron en 2017 con la Declaración de Barcelona, que titularon Por el catalanismo y la España federal. Las dos todavía estuvieron en el programa del PSOE de las elecciones de noviembre de 2019.

Hubo mucho trabajo dentro del partido en esas ocasiones, mucho diálogo, mucho consenso (al final), y voluntad de rigor y ganas de negociar a partir de unas ideas, un proyecto. Todo aquello ha quedado, por decirlo de alguna manera, devorado por este tiempo que avanza a grandes zancadas. Como si en cuatro años se hubiera hecho mudanza, para abandonar un mundo de referencias e instalarse en otro radicalmente distinto. Todavía no se sabe muy bien cuál es, y qué peso tienen en ese nuevo escenario la igualdad, la diversidad, la lealtad institucional, el reparto de los recursos. Habrá que ir viendo. La buena noticia es que todavía hay lugares en que se puede conversar sobre Tartessos, sobre la España federal. Lo dicho, esas antiguallas.


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Sobre la firma

José Andrés Rojo
Redactor jefe de Opinión. En 1992 empezó en Babelia, estuvo después al frente de Libros, luego pasó a Cultura. Ha publicado ‘Hotel Madrid’ (FCE, 1988), ‘Vicente Rojo. Retrato de un general republicano’ (Tusquets, 2006; Premio Comillas) y la novela ‘Camino a Trinidad’ (Pre-Textos, 2017). Llevó el blog ‘El rincón del distraído’ entre 2007 y 2014.

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