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Ofensiva de Rusia en Ucrania
Columna
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¿Nos está mareando China en la guerra de Ucrania?

Recalcar en casa que este es un conflicto europeo permite a Pekín trazar una línea entre sus problemas domésticos y los del resto del mundo. Aunque económicamente a China le esté haciendo daño como a todos

China guerra Ucrania
El presidente de EE UU, Joe Biden, se reúne virtualmente con el presidente chino, Xi Jinping, desde el Salón Roosevelt de la Casa Blanca en Washington, el pasado 15 de noviembre.Susan Walsh (AP)
Ana Fuentes

Al escritor chino Yu Hua le pidieron hace unos años que definiera su país en diez palabras. Una de las que eligió fue hūyōu, que se traduce más o menos como embaucar. Los chinos, comenta Yu, usan constantemente este término: engatusan para salirse con la suya en un juego, en los negocios o a la hora de hacer planes. No tiene por qué ser con mala fe, y ellos mismos hacen chistes con lo liantes que son. En ese sentido, algunos critican a sus gobernantes, que usan mucha retórica (además de la censura) para hacer pensar a los ciudadanos lo que les interesa. Así que ahora que llevamos semanas dándole vueltas a la posición de Pekín sobre la guerra de Ucrania, cabe preguntarse: ¿Nos están mareando?

Cuando Putin ordenó la invasión de Ucrania, Pekín pidió contención y una solución negociada. Al mismo tiempo, se negó a usar los términos invasión y guerra, hasta que ha terminado haciéndolo. Los medios oficiales, que siguen directrices del Partido Comunista, culpan a Estados Unidos de echar leña al fuego. A los cuatro días de que empezara la ofensiva rusa, el portavoz de Exteriores chino, Wang Wenbin, hizo unas declaraciones ambiguas: “China siempre ha considerado que la seguridad de un país no puede construirse sobre la base de comprometer la de otro, y mucho menos venir de socavar la soberanía y seguridad de otros países, en pos de su propia superioridad militar y seguridad”. Algunos analistas interpretaron esto como una llamada de atención al Kremlin; otros, como una advertencia a Estados Unidos y a la OTAN.

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Cuando no hay información, tendemos a rellenar los huecos. A China la hemos nombrado intermediaria en esta guerra sin que haya aceptado el papel. El 2 de marzo, el Financial Times tituló a cinco columnas que Pekín se había ofrecido para mediar, cuando en realidad este era el deseo del Gobierno ucranio. El comunicado chino era más sutil; ellos nunca se pillan los dedos: Kiev nos pide que mediemos, subrayaba. Por interés estratégico y comercial es lo que llevan haciendo desde 2014, cuando Putin se anexionó ilegalmente la península ucrania de Crimea. A Rusia le han insistido siempre en que no puede violar la soberanía territorial de un país. A Kiev, en que asuma las preocupaciones de seguridad de Rusia y se olvide de entrar en la OTAN.

Que Moscú le haya pedido ayuda militar a Pekín, como han filtrado fuentes estadounidenses, no se puede descartar, pero podrían ser drones y otro equipamiento que ya estaba pactado antes de la guerra, y no un auxilio urgente que ha pedido el Kremlin. China asegura que Estados Unidos quiere hacerle una envolvente para que se aleje de Moscú. A Pekín recalcar en casa que esta es una guerra en Europa le permite trazar una línea entre sus problemas domésticos y los del resto del mundo. Aunque económicamente a China le esté haciendo daño como a todos. @anafuentesf

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Sobre la firma

Ana Fuentes
Periodista. Presenta el podcast 'Hoy en EL PAÍS' y colabora con A vivir que son dos días. Fue corresponsal en París, Pekín y Nueva York. Su libro Hablan los chinos (Penguin, 2012) ganó el Latino Book Awards de no ficción. Se licenció en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y la Sorbona de París, y es máster de Periodismo El País/UAM.

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