Unos buenos guisantes congelados serán la base para esta reconfortante crema, cuyo sabor se intensifica gracias al puerro previamente dorado. Un aceite de menta fresca y un poco de queso cremoso rematan la jugada.
Italianos: no miréis, porque el pesto de esta receta no es muy canónico. Pero su sabor es tan veraniego como un buen trozo de sepia a la plancha, así que imaginaos la combinación.
Si ya te has pasado las pantallas del hummus y el guacamole y andas en busca de nuevos horizontes para untar, esta crema de guisantes con yogur, limón y un toque de ajo puede ser la nueva protagonista de tus picoteos.
Un corte de cordero muy humilde que se viene arriba en una combinación dulce, ácida y aromática con guisantes, miel, mostaza y un toque de ralladura de limón.
Un puré, un salteado y una salsa completamente diferentes entre ellos que se preparan en unos cinco, 25 y 90 minutos. Si no encuentras el que más le conviene a tu carne, es que estás completamente desnortado.
Además de un recetón para que te hagan la ola en casa cualquier domingo, te llevas de regalo una técnica para preparar arroz seco que nunca falla. Prepárala y versiónala para comidas felices 100% libres de monotonía.
Cómete la primavera a bocados con esta ensalada verde, diferente y resultona que aprovecha lo mejor de las verduras de temporada y queda de fábula con un poco de queso y una vinagreta.
La temporada en la que coinciden los guisantes y los trigueros es tan efímera como satisfactoria, así que cualquier excusa para juntarlos en un plato es buena (más si los Portobello se apuntan a la fiesta).
Si destestas esta legumbre, quizá sea porque la has comido siempre recocida y arrugada. Dale una oportunidad a las bolitas verdes con una receta fresca, rápida y sencilla.
La primavera, la cocina altera: ahí va una nueva entrega de esta sección en la que damos un repaso a los alimentos que toca comer en cada estación, con consejos para escogerlos bien e ideas para cocinarlos.