Regresan los golpistas

Los padres y madres de niños con cáncer en Oaxaca, Puebla y los que se vayan acumulando en estos días deben estar tranquilos, serenarse. Tanta protesta y bloqueo es francamente una exageración que busca desestabilizar el régimen en periodo electoral para sacar algún tipo de raja política, a mí no me engañan. Si no para qué suben a redes, precisamente ahora, sus videos lastimeros exigiendo medicamentos para sus hijos. En serio, un poquito de decoro es lo que les hace falta.

Porque ya lo dijo el gobernador Jara: no entienden –o no quieren entender– que no es que haya desabasto de medicinas, lo que hay es un problema de logística, que es distinto. Que el detallito de logística lleve poco más de cinco años sin resolverse es otra cosa, pero que no inventen. O sea, desabasto lo que se dice desabasto, no es.

Así que a mí no me engañan. Aquí hay gato encerrado y quien no reconozca las ganas que le han echado el presidente y el gobernador para resolver este tema logístico debe ser antiAMLO, anti4T y anti todo lo que tenga que ver con el momento estelar de transformación que vive el país. Ahí está la megafarmacia que mandó construir el presidente para que la gente no ande diciendo que no hay medicamentos. Ahí, en la megafarmacia, quizá no lo saben los papás del Hospital de la Niñez Oaxaqueña (HNO), hay todos los medicamentos. Todos. Ya nos lo dijo el presidente en ese ejercicio impecable de rendición de cuentas y transparencia que es su conferencia mañanera. Y bueno, si hablan y por alguna cosa extraña no hay el medicamento que buscan, se consigue, sin problema. Les apuesto a que si en el Hospital del Niño Oaxaqueño o del Niño Poblano no hay ni paracetamol, como dicen, en la megafarmacia hay un montón. Cosa de llamar.

Empujados por quién sabe qué intereses corruptos, padres y madres dicen que tampoco hay médicos y enfermeras suficientes para atender a sus hijos, que desde hace tres años al detallito logístico de las medicinas se le suma el despido del 30% del personal. Acusan que los niños tienen que esperar por horas para que se les realicen hasta los procedimientos más simples porque sencillamente no hay manos suficientes. Entonces, ni medicinas ni cuidadores. Y ahí van, oootra vez con sus videos que suben maliciosamente a redes con frases repetitivas que parecen sacadas de un guion preestablecido, estrategia de la que ya hace un par de años nos previno el eminente Hugo López Gatell, doctor de todas las confianzas del presidente: “Esta idea de los niños con cáncer que no tienen medicamentos cada vez lo vemos más posicionado como parte de una campaña más allá del país, de los grupos de derecha internacionales que están buscando crear esta ola de simpatía en la ciudadanía mexicana ya con una visión casi golpista”.

Se le agradece al Dr. López Gatell haber desenmascarado el complot tan valientemente. Qué bueno que ni el gobernador Jara ni el secretario de Salud de Oaxaca han caído en la abierta provocación lanzada por este grupo de personas. Por eso mejor cuidarse, cuidar la investidura, que no se reúnan con ellos, que no se expongan a la grosería y a la injuria. Esos golpistas deben serenarse y buscar otra causa con la que intentar llamar la atención. El supuesto desabasto es tema cerrado, no nos distraigamos, la mira en lo importante. Como le dijo el gobernador Jara al presidente López Obrador hace unas semanas: “el brillante cierre de la primera etapa de la Cuarta transformación es sólo el preámbulo del cenit que vendrá con la consolidación del Humanismo Mexicano. Usted ha puesto en nuestras manos un futuro mejor para las generaciones presentes y futuras mexicanas y mexicanos. Tenga por seguro que aprovecharemos esta oportunidad como el mejor homenaje que podemos hacerle a su dedicación y amor al pueblo”. Qué hermosas y ciertas palabras. Lo demás qué. Golpistas, provocadores. Politiquería barata.

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