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Las exportaciones agropecuarias del norte de México peligran por el clima extremo

El territorio que va desde la península de Baja California hasta el estado de Tamaulipas genera el 32% del ingreso por las ventas del campo al extranjero. El cambio en las estaciones pone este sector en riesgo

Un ganadero en Buenavista (Estado de Sonora, junto a dos vacas que murieron de sed, en julio de 2021.
Un ganadero en Buenavista (Estado de Sonora, junto a dos vacas que murieron de sed, en julio de 2021.Gary Coronado (Getty Images)
Isabella Cota

Las inundaciones y la intensidad de las sequías aumentarán significativamente para finales de siglo en el norte de México, lo que pone en riesgo al sector agrícola, la economía y la infraestructura. Así lo aseguran científicos de la Universidad de Fairfield y el Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego, quienes descubrieron que se espera que la frecuencia de eventos de precipitación extrema se duplique en esta parte del país.

Los resultados de su estudio, publicado recientemente en el Journal of Climate, sugieren que los cambios en las precipitaciones causados por el calentamiento futuro provocarán importantes perturbaciones sociales y económicas a menos que se tomen medidas de mitigación. La región que comprende a los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango y Tamaulipas representa el 27% del territorio dedicado a la agricultura en México y genera el 32% de sus ingresos agrícolas. Cebolla, chile, nuez, carne de res y tomate son algunos de los productos que más exporta esta parte de México.

“Esta es una región poco estudiada y eso es desafortunado porque podría haber implicaciones realmente importantes”, dice Robert Nazarian, coautor del estudio y profesor asociado de Física en la Universidad de Fairfield en Connecticut, Estados Unidos. Un incremento en las temperaturas a nivel global, explicó el científico, se traducirá a temperaturas más altas, con temporadas de sequía más intensas y lluvias más fuertes. “En corto, la temporada de lluvias será más lluviosa y la seca será aún más seca”.

Nazarian y sus colegas advierten que este marcado cambio en el clima pone en riesgo la salud humana, ya que potencialmente pudiera disparar los casos de dengue y otras enfermedades que se presentan en climas cálidos. “Un segundo hallazgo de nuestro trabajo es que el cambio en las precipitaciones muestra una fuerte estacionalidad. Entonces, en la temporada de primavera, que ya es una estación muy seca, hay una alta probabilidad de sequía, por lo general en la primavera esa temporada, según nuestro trabajo, se proyecta que se alargue”.

En esta parte del país, la recolección de la cosecha empieza a finales de abril y termina en junio, cuando empieza la temporada de lluvias que normalmente dura hasta octubre. “Que caigan lluvias importantes en el noroeste y el norte del país será una buena noticia si se logra captar esa agua para llenar las presas”, opina Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), una firma de análisis privada. El sector sigue recuperándose de la sequía que sufrió México el año pasado, la peor desde 1957.

“El cambio climático es una realidad que está modificando los periodos de lluvia”, dice Anaya. El impacto en 2023 fue de una menor producción de azúcar, por ejemplo, que pasó de 6,1 millones de toneladas a 5.2 millones, la menor producción histórica de frijol que pasó de 800.000 toneladas a 270.000 y una reducción en la producción de maíz de 19,8 millones de toneladas a 17.8 millones. “Esto llevó a México a la mayor importación histórica de maíz y frijol”, asegura el especialista. GCMA espera que la sequía este año 2024 lleve a una reducción de 22% en la producción de trigo; del 7% en el maíz; y de 8% en azúcar.

Para mitigar los efectos del fenómeno global, hay pocas cosas que se pueden hacer de manera local. “Potencialmente se puede realizar algún trabajo de mitigación para encontrar formas de captar el agua de esta precipitación y que, con suerte, suministren a la región durante la estación seca”, señala Nazarian. Pero “este es un problema global. Y creo que eso fue parte de la motivación para este estudio, que hay regiones agrícolas que quizás no estén emitiendo mucho dióxido de carbono, pero están experimentando de manera aguda los impactos de este calentamiento”.

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Sobre la firma

Isabella Cota
Es corresponsal económica para América Latina. Como periodista de investigación trabajó con Quinto Elemento Lab, NHK, BusinessWeek y OpenDemocracy, entre otros. También fue staff de Bloomberg News y Reuters en Centroamérica y Reino Unido. Es licenciada en Comunicación y Máster en Periodismo de Negocios y Finanzas por City University London.
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