La última oportunidad para Altos Hornos de México: deudas al fisco, cuentas bloqueadas y un acuerdo gubernamental en el aire

El tiempo para Altos Hornos de México (AHMSA) se agota. La acerera, antaño referente de la industria siderúrgica en América Latina, tiene hasta el 30 de noviembre próximo para encontrar una salida. Ese día vence el plazo para que la compañía abone parte de los 100 millones restantes del acuerdo reparatorio que pactó la empresa, en ese entonces, bajo la dirección de Alonso Ancira, para que este saliera de la cárcel. Sin embargo, la compañía —ahora en manos del fondo estadounidense Argentem— ha solicitado al Gobierno de López Obrador un aplazamiento del pago de esta deuda hasta 2024, así como un nuevo acuerdo fiscal que le permita el pago de los impuestos atrasados, por 200 millones de dólares, con la garantía de que los nuevos consejeros y directivos no serán imputados penalmente por el millonario adeudo fiscal. Sin este acuerdo, la firma se perfila a la bancarrota.

Fuentes allegadas con este proceso de reflotamiento aseguran que los nuevos dueños ya tienen negociado 700 millones de dólares de posibles inversionistas, de ellos unos 150 millones de dólares iniciales corresponden a la tribu estadounidense Kickapoo. Sin embargo, la condición para que aterricen estos recursos es que el Gobierno federal, además del aplazamiento del pago reparatorio a Pemex también quite a AHMSA de la lista negra de la Unidad de Inteligencia Financiera y con ello desbloquee las cuentas bancarias de la empresa, una de las garantías más relevantes que piden los potenciales nuevos inversionistas.

Desde abril pasado, representantes de la acerera se reunieron con el entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López, para analizar los cauces de rescate de la empresa, acosada por deudas millonarias, falta de liquidez y atrasos de meses en el pago de salarios. El avance de estos encuentros se truncó con la candidatura presidencial del tabasqueño. Con este desvío en el camino, AHMSA fue redirigida a la puerta de la Secretaría de Hacienda, dependencia que ya tiene en su mesa su propuesta de recalendarización de pagos. Las negociaciones en la Procuraduría Fiscal de la Federación avanzan, sí, pero a cuentagotas.

Una vez que el plan sea avalado por el Gobierno, el capital negociado por Argentem será destinado para reactivar a la mole de hierro y acero en Monclova. Sin gas, electricidad, ni dinero para pagar a los trabajadores, el complejo industrial, las coquizadoras y hornos de hierro hibernan casi desde inicios de 2023. Volver a despertar al monstruo de acero a plenitud, confirman estas fuentes de la industria, llevará al menos de tres a cinco años y un desembolso total de 3.000 millones de dólares.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, ha sido reticente en sus conferencias matutinas en reconocer algún tipo de acuerdo a favor de Altos Hornos de México. El mandatario cargó hace unas semanas con el histórico dueño de AHMSA, Ancira, asegurando que fue su mala administración la que ha puesto en esta situación a la empresa. El empresario estuvo preso por venderla a un sobreprecio a Pemex una planta de fertilizantes en Veracruz. Para salir de la cárcel, Ancira se comprometió a pagar un total de 216 millones de dólares como indemnización. Hasta ahora, la empresa ha desembolsado la mitad, unos 108 millones de dólares. El acuerdo reparatorio a pagar a Pemex establece que si se incumple en alguno de los pagos parciales, la petrolera puede hacerse de las acciones de la acerera y reactivar el proceso legal contra Ancira. Es por ello que el último día de noviembre, fecha límite para cubrir este compromiso, será crucial.

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