Culiacán amanece bajo el fuego cruzado de nuevos enfrentamientos entre el narco y el Ejército
La violencia desata el pánico en la capital de Sinaloa, obliga a la suspensión de clases y se salda con dos soldados heridos, dos civiles lesionados en el municipio de Costa Rica y una persona muerta
Culiacán ha vuelto a amanecer este lunes bajo el asedio de la violencia. Las autoridades de Sinaloa han informado de nuevos enfrentamientos entre “civiles armados” y elementos del Ejército en la zona de La Campiña, al oriente de la capital del Estado. El gobernador, Rubén Rocha Moya, ha pedido a la población mantener la calma y ha anunciado la suspensión de clases del turno matutino en la ciudad. Dos soldados han resultado heridos en las balaceras, de acuerdo con el Gobierno estatal, que no ha dado a conocer si hubo detenidos. “Culiacán está tranquilo”, aseguró Rocha, aunque admitió que también hubo incidentes de violencia en otras comunidades aledañas, en su conferencia de prensa semanal La Semanera. Aunque el mandatario estatal había dicho que no había muertos, la Fiscalía confirmó más tarde que una persona falleció en la colonia Las Vegas, pero no aclaró si estuvo involucrada en los tiroteos de esta mañana, si fue una víctima colateral o si fue asesinada en otro incidente.
“Elementos del Ejército mexicano, en labores de apoyo a la seguridad pública, detectaron la presencia de personas civiles armadas”, ha expuesto Rocha sobre los hechos en La Campiña y en el municipio aledaño de Costa Rica, así como movilizaciones en la carretera a Culiacancito. Hay otros dos civiles por la violencia en Costa Rica, donde también fueron suspendidas las clases, confirmó el gobernador, aunque arremetió contra los medios por hacerse eco de los hechos. “Exageran demasiado”, espetó. La persona fallecida fue encontrada herida de bala a un costado de la carretera federal 15.
La semana pasada se dio otro enfrentamiento, en medio de una fuerte presencia de elementos de la Marina, en Badiraguato, un municipio a las afueras de Culiacán, que es conocido en el resto del país por ser la cuna de narcotraficantes como El Chapo Guzmán o Rafael Caro Quintero. Las autoridades acudieron después de que pobladores dieron cuenta de dos personas asesinadas durante los enfrentamientos, aunque las autoridades no ahondaron en lo sucedido. En esta ocasión, Rocha habló de “algunos heridos” y una docena de vehículos robados.
En los sucesos de hoy, la Secretaría de Seguridad Pública ha señalado al principio que se trató de un enfrentamiento entre “civiles armados”, como las autoridades se refieren a grupos del crimen organizado. “No se tiene conocimiento de que se hayan registrado enfrentamientos entre autoridades y civiles”, ha indicado la institución. Rocha ha rectificado después y ha afirmado que elementos de las fuerzas de seguridad detectaron la presencia de estos grupos en la colonia La Campiña y fueron agredidos, lo que detonó nuevas escenas de violencia en Culiacán.
El gobernador ha dicho que, tras el ataque, se ha emprendido un operativo de los tres órdenes de Gobierno para dar con los responsables. Los hechos se produjeron alrededor de las seis de la mañana. “Como resultado, se tiene hasta el momento el aseguramiento de dos vehículos civiles que fueron abandonados en la huida de los agresores”, ha confirmado Rocha. “La situación está focalizada y controlada”, ha agregado el mandatario casi tres horas después de los enfrentamientos.
La Secretaría de Educación local ha anunciado la suspensión de clases por recomendación de la cartera de Seguridad estatal, “buscando privilegiar la seguridad de nuestras niñas, niños y adolescentes”. El alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, había asegurado sobre las ocho de la mañana que no se tenía registro de personas fallecidas, aunque la fiscal Claudia Sánchez Kondo informó del deceso en la colonia Las Vegas en un breve encuentro con los medios. Rocha abonó a la confusión, al comentar que era probable que no estuviera relacionado con los tiroteos en La Campiña o que el fallecimiento se diera después del último parte informativo que recibió. “Seguramente son hechos que sucedieron ahora”, agregó
El pánico se extendió apenas el pasado 29 de agosto en Culiacán, bastión histórico del Cartel de Sinaloa, después de que se registraran tiroteos, narcobloqueos y quema de vehículos en la sindicatura de Jesús María, al norte de la capital del Estado. La violencia abrió paso a un mar de especulaciones sobre el supuesto intento de captura de algún líder de los grupos criminales de la zona, vinculados al Cartel de Sinaloa, o disputas entre miembros de las distintas facciones de la organización, como represalia a la detención de Ismael El Mayo Zambada, fundador del grupo, y Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, el pasado 25 de julio en Estados Unidos. Desde hace un mes y medio, Sinaloa está en vilo ante las posibles repercusiones tras la caída de ambos capos y la versión de una traición contra El Mayo a manos de sus antiguos socios.
La versión de las autoridades sobre lo sucedido en Jesús María, un territorio dominado en los últimos años por Los Chapitos, la facción liderada por los hijos de El Chapo, es muy similar a la que se ha dado después del último choque entre militares y miembros del narco, este lunes. Siempre según el Gobierno de Rocha, la violencia se desató tras una agresión a elementos de las Fuerzas Armadas. Hace dos semanas tampoco se anunciaron detenidos y se pidió a la población mantener la calma porque la situación estaba “focalizada” y bajo control. “Todo tranquilo en Sinaloa”, declaró el gobernador tras reunirse un día después con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en Ciudad de México. “Se encontró una patrulla del Ejército con una camioneta de gente armada, entonces eso fue… pero ya no hay nada”, aseguró.
Tras la captura de El Mayo a finales de julio, cientos de elementos militares han sido desplegados para reforzar la seguridad en Sinaloa. Rocha ha anunciado la llegada de refuerzos, aunque no ha especificado cifras. Especialistas en seguridad han advertido de reacomodos en la estructura criminal del Cartel de Sinaloa, peleas entre las distintas facciones de la organización y la posibilidad de enfrentamientos contra otros grupos criminales, como sus rivales del Cartel Jalisco Nueva Generación. Los Chapitos ya han respondido antes con violencia tras los dos intentos de captura de Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, en 2019 y 2023, en episodios conocidos como los Culiacanazos. El capo fue detenido a principios del año pasado y extraditado a Estados Unidos en septiembre pasado por cargos de narcotráfico y delincuencia organizada.
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