Las siete incógnitas sobre la contaminación del agua en Benito Juárez que el Gobierno de Ciudad de México ha sido incapaz de resolver
Los vecinos continúan bloqueando calles y demandando respuestas sobre la seguridad del suministro del agua en la zona. Esto es lo que se sabe hasta ahora
Las arterias de la Ciudad de México en Insurgentes y Xola están bloqueadas con tiendas de campaña y pancartas donde se lee: “No queremos agua contaminada”. Para los vecinos de la Benito Juárez que han cortado las avenidas, las respuestas del Gobierno local ante una infiltración de químicos en el sistema de que les abastece el líquido para beber, lavarse y cocinar no han sido suficientes. Pese a que las autoridades aseguran que han encontrado el origen del problema, todavía quedan varias preguntas sin responder en medio de la indignación y una campaña electoral en el que agua, cada vez más esca...
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Las arterias de la Ciudad de México en Insurgentes y Xola están bloqueadas con tiendas de campaña y pancartas donde se lee: “No queremos agua contaminada”. Para los vecinos de la Benito Juárez que han cortado las avenidas, las respuestas del Gobierno local ante una infiltración de químicos en el sistema de que les abastece el líquido para beber, lavarse y cocinar no han sido suficientes. Pese a que las autoridades aseguran que han encontrado el origen del problema, todavía quedan varias preguntas sin responder en medio de la indignación y una campaña electoral en el que agua, cada vez más escasa en un México azotado por la sequía, ha pasado a ser uno de los puntos más urgentes en la agenda política.
¿Cuándo se originó la contaminación?
Las primeras denuncias entre grupos de Whatsapp de vecinos y redes sociales alertando de que el agua estaba alterada con una sustancia desconocida iniciaron entre el último día de marzo y el primer día de abril. Los consumidores notaron un fuerte olor y sabor “desagradables” a químicos en el agua que salía de las llaves de sus casas, que algunos describieron como “a combustible” y también a “insecticida”. Al usar el líquido para lavarse los dientes o las manos, les quedaba una sensación rasposa y de sequedad. Una vecina llegó relatar que cuando salía de bañarse le picaba el cuerpo.
El primero de abril, el alcalde de Benito Juárez, Jaime Isael Mata Salas, ordenó a la Dirección Ejecutiva de Protección Civil de la demarcación ir a los domicilios donde se estaba notando que el agua estaba contaminada para tomar muestras y enviarlas a un laboratorio. Los administradores de los edificios afectados advirtieron a los vecinos de que no usaran el recurso para ninguna actividad, ni siquiera para su higiene personal, según ha recogido la alcaldía en el primer comunicado emitido a principio de mes. Todavía no se ha determinado en qué momento se produjo la contaminación del suministro.
¿Qué químico ha alterado el agua?
Una semana después de que comenzaran las denuncias, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Martí Batres, informó de que los análisis de las muestras de agua que se tomaron en las casas de los vecinos que reportaron el olor habían descartado la presencia de gasolina u otros combustibles. Estas sustancias no se detectaron en la superficie del agua de las cisternas y se usaron explosímetros para detectar gases inflamables. “Hay cero riesgo de explosividad”, recalcó Batres. También indicó que la sustancia extraña presente en la alcaldía Benito Juárez pertenece a la familia de los aceites y los lubricantes, sin precisar el tipo de químico exacto, su peligrosidad ni su proporción en el suministro.
¿De dónde sale el contaminante?
El foco de la contaminación está en el poniente de la demarcación Benito Juárez. Batres asegura que, tras las investigaciones, se descartó que el origen de la intoxicación estuviera en el sistema Cutzamala —el más grande y que abaste a gran parte de la capital—, tampoco se originó en el tanque de Santa Lucía, ni en los pozos de Benito Juárez. Por precaución, el martes se clausuró el pozo de agua potable del Jardín de Alfonso XIII, en la colonia vecina de Álvaro Obregón, el único que abastece a la zona afectada.
El jefe de Gobierno informó de que se estaban investigando establecimientos, gasolineras y las 65 obras de construcción que hay activas en la zona. Al día siguiente añadió que dos industrias que “manejan diversos componentes y sustancias en la zona” han sido cerradas “precautoriamente” y que la petrolera estatal Pemex ha verificado los ductos que están ubicados alrededor del área “sin encontrar variación en la presión de los mismos”.
En definitiva, hay varias teorías de cómo llegó ese contaminante al agua, dijo Batres. Hay un ducto de Pemex a 500 metros del pozo clausurado, según ha indicado el mandatario de la ciudad, y podría haber una fisura que haya filtrado al pozo, aunque todavía no se ha confirmado. Se han revisado las condiciones del drenaje del área afecta y también se están investigando industrias que manejen solventes, aceites, plásticos o insecticidas de la zona. Batres ha pedido paciencia para resolver el origen de la contaminación.
¿Cuál ha sido el plan de acción de las autoridades?
Al principio, cuando comenzaron a recibirse los primeros reportes vecinales y empezó la cobertura mediática, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México aseguró que se llevaron a cabo las inspecciones correspondientes y que no encontraron olores extraños en las colonias donde se denunció agua contaminada. “Los resultados permiten concluir que el agua que se suministra a través de la red, en las colonias referidas, es de buena calidad, apta para el uso y consumo humano”, reza el comunicado del 2 de abril. Poco después, ante el incendio de quejas e indignación de los vecinos, llegaron las muestras de agua que confirmaban un contaminante y se inició la investigación de su origen. “Se analizaron los pozos de la zona y ahí se encontraron elementos y se procedió a la clausura y a su limpieza”, señaló Batres. “Emanaba y dispersaba esta agua con un olor extraño”, ha agregado.
La secretaria de Salud de la ciudad, Oliva López, recomendó no consumir el agua corriente y optar por otras fuentes de suministro. “Si la viéramos turbia, si oliera a otra cosa, también si no es agua hervida, esa es agua que no se recomienda y mejor tomar agua de una fuente que sea, por ejemplo, los garrafones que se están ofreciendo en el puesto de mando”, señaló en referencia al dispensario que hay parque San Lorenzo, en la colonia Tlacoquemécatl. Allí también se están recogiendo más reportes de agua contaminada y se recomienda a los vecinos que cierren la llave de paso de los edificios, vacíen, laven las cisternas y vuelvan a llenarlas con pipas que el Gobierno se ha ofrecido a costear. Batres ha señalado que 400 servidores públicos de Salud, Gobierno, Bienestar y Sistema de Aguas trabajan dando atención ciudadana directa.
Por el momento, ni el Gobierno de la Ciudad ni el Sistema de Aguas local (Sacmex) se han reunido con los vecinos afectados. Batres asegura que se les está dando atención en las mesas de mando y en visitas domiciliarias.
¿Qué colonias hay afectadas?
El Gobierno de Ciudad de México ha identificado que el lugar con mayor presencia de químicos es en el poniente de la alcaldía, cerca de las colonias Nonoalco, Nochebuena y la zona de Mixcoac. Hasta ahora, 400 personas han reportado que el agua de sus casas tiene olor a químicos fuertes. Sin embargo, vecinos de otros puntos como Insurgentes, Del Valle Centro, Del Valle Norte, Nápoles, Tlacoquemécatl, San Juan, Ciudad de los Deportes y Narvarte se han quejado de los mismos problemas, aunque no al mismo nivel. El olor del agua es más persistente en las cisternas de la colonia Nonoalco que en otras de la colonia del Valle, por ejemplo. Sin embargo, en ambos casos, si se toma una muestra, puede percibirse la misma película aceitosa que flota sobre el agua.
¿Es peligroso para la salud?
Oliva López ha recomendado de forma “preventiva” evitar beber o bañarse con el agua del suministro público de la Benito Juárez y solo utilizarla para limpiar patios, ventanas y autos. Las autoridades todavía no han explicado si es riesgoso para la salud estar en contacto con el agua o qué protocolos deben seguir los afectados. Mientras tanto, cada día más personas denuncian afectaciones en la piel: dermatitis, sequedad, ronchas y picor en los ojos.
¿Cuándo se volverá a la normalidad?
Batres ha asegurado que la contaminación desaparecerá en unas dos semanas “o algo más”, el tiempo que tarde la corriente en llevarse las sustancias extrañas con la presión del agua limpia. Mientras tanto, los vecinos prometen que no levantarán los bloqueos en las avenidas hasta que alguien del Gobierno se reúna con ellos para explicarles qué ha pasado con el agua en la alcaldía Benito Juárez. Batres también ha indicado que la Secretaría de la Defensa Nacional y la Marina han aportado dos plantas potabilizadoras cada uno. Ambas ya están instaladas para agilizar el proceso de volver a la normalidad. El jefe de Gobierno ha recomendado lavar cisternas y tinacos para que, cuando llegue el agua limpia de la red, no se contamine con olores previos.
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