Un juez abre la puerta a la extradición de Erick Valencia Salazar, fundador del CJNG
La justicia mexicana rechaza un amparo presentado por El 85 para frenar su traslado a los Estados Unidos. El criminal fue socio de El Mencho, líder la mafia Jalisco Nueva Generación
Un juez federal ha abierto la puerta este martes a la extradición de Erick Valencia Salazar, uno de los fundadores del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) recapturado en 2022. El magistrado ha rechazado un amparo que la defensa del preso, conocido como El 85, presentó el pasado agosto para frenar su traslado a Estados Unidos. Valencia Salazar todavía podrá presentar un recurso ante los tribunales para intentar revocar la decisión. En el país vecino se acusa de tráfico de drogas al que fuera socio de Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como El Mencho, actual líder del CJNG y uno de los criminales más buscados en México.
El juez Alfonso Alexander López Moreno ha rechazado el amparo que El 85 presentó el agosto del año pasado tras conocer que la Secretaría de Relaciones Exteriores había aceptado su extradición a Estados Unidos. Allí, la Corte Federal del Distrito de Columbia, en el Estado de Carolina del Sur lo acusa de tráfico de drogas entre los años 2003 y 2008, años en los que Valencia Salazar fundó junto a Oseguera Cervantes Los Mata Zetas, un grupo criminal que a la larga se convertiría en el CJNG.
El criminal todavía puede presentar un amparo para intentar revocar su traslado a Estados Unidos ante un tribunal que deberá determinar si modifica, rechaza o confirma la sentencia. Mientras, El 85 sigue preso en la cárcel de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, donde ingresó en septiembre de 2022 tras ser detenido por el Ejército en Tapalpa, un municipio al suroeste de Jalisco.
Diez años antes, el criminal había sido capturado una de sus casas de seguridad en Zapopan, también en Jalisco. Sin embargo, en 2017 salió de la misma cárcel en la que ahora se encuentra después de que un juez estatal ordenara su liberación por violaciones en el proceso de detención. Antes de su segunda captura, las autoridades estadounidenses ya tenían en su punto de mira a El 85, por quien ofrecían una recompensa de cinco millones de dólares.
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