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Hallado el cuerpo de uno de los siete cadetes desaparecidos tras tirarse al mar en Ensenada

El 20 de febrero, 11 cadetes de la Guardia Nacional fueron arrastrados por el mar tras lanzarse por la supuesta orden de uno de sus mandos. Cuatro de ellos fueron rescatados

Operativo de búsqueda de los cadetes en Ensenada, el 21 de febrero.
Operativo de búsqueda de los cadetes en Ensenada, el 21 de febrero.CUARTOSCURO
Erika Rosete

La madrugada de este domingo fue hallado el cuerpo de uno de los siete cadetes de la Guardia Nacional que se tiraron al mar, en la costa de Ensenada, Baja California, presuntamente tras recibir una orden de sus mandos superiores, que omitieron las alertas de las autoridades locales sobre el fuerte oleaje en la zona debido al mal clima. Las familias de los desaparecidos y del joven rescatado, de 21 años, ya sin vida, coinciden en que se enteraron de lo sucedido por las noticias y que, hasta ahora, ni el Ejército mexicano ni la Guardia Nacional les he informado sobre lo que sucedió y las razones por las que estos estudiantes, a punto de graduarse el próximo 2 de marzo, fueron obligados a tirarse al mar abierto pese a las advertencias y sin supervisión ni ayuda oportuna.

El cuerpo del joven Carlos, de 21 años, yacía sobre las rocas de la playa Mona Lisa —a un kilómetro de la zona de playa del recinto militar, El Ciprés—. Todavía tenía puesto el pantalón militar y las botas; también las manos y la cara pintadas de color blanco. Pese a que las autoridades del Estado y de la ciudad, informaron sobre un fuerte operativo que pusieron en marcha para la búsqueda de los cadetes, fue un pescador quien encontró el cuerpo, y quien publicó en su cuenta de Facebook su hallazgo para que la gente lo compartiera y pudieran encontrar a sus familiares.

Según la primera información oficial hecha pública, el pasado 20 de febrero 11 soldados comisionados a la Guardia Nacional realizaban prácticas en el campo militar El Ciprés, en Ensenada, cuando por el oleaje, siete de ellos desaparecieron dentro del mar, supuestamente arrastrados por las olas. El pasado miércoles 21, un día después de los hechos, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, dijo que se había tratado de un accidente: “Nosotros hemos mantenido y mantendremos la comunicación permanente con la Marina, Guardia Nacional y Sedena. Hay una coordinación total por la búsqueda de sus compañeros, lamentamos mucho la situación que se vivió, se debe a un tema de un accidente, a un tema natural por la ola que llegó y está en proceso la búsqueda de los compañeros”.

Sin embargo, las familias del grupo de cadetes contradicen desde hace varios días esa información. Familiares de algunos de ellos aseguran que no se trató de ninguna práctica porque los entrenamientos de preparación ya habían concluido. El próximo 2 de marzo estos jóvenes se graduarían como integrantes de la Guardia Nacional. Los testimonios de algunos de sus allegados apuntan a que un teniente, a cargo del grupo de los cadetes, dio la orden de lo que ellos consideran como una práctica “común”: una “novatada”, para que los jóvenes se tiraran al mar.

“Estoy aquí para alzar la voz por todos, no solo por mi familiar. Estamos decididos a no dejar esto impune. Ya tienen varios días y varias horas desaparecidos y no nos dicen nada”, dice ante las cámaras de medios locales la madre de uno de los soldados desaparecidos, sin decir su nombre. Asegura que mientras ninguna autoridad le dé la cara a ella y a las demás familias y madres que le rodean, ella no tiene por qué dar su nombre. “Extraoficialmente, nos han comunicado que ya ha habido rescatados y que están dentro del cuartel”, asegura. Además, esta mujer defiende que no se trató de una práctica y que tiene conocimiento “extraoficial” de que el teniente que dio la orden de entrar en el mar a los jóvenes ha abandonado las instalaciones militares y ha huido. “No tenemos claro lo que pasó. No hemos platicado con los muchachos desaparecidos, el Gobierno una y mil veces nos ha mentido y no vamos a creer la versión que nos dé”, concluye.

El acceso a playa Mona Lisa, donde apareció el cuerpo de Carlos Omar Lanfar, ha sido cerrado y se encuentra acordonado por miembros de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano. El secretario de Seguridad Ciudadana de Baja California, Leopardo Tizoc Aguilar, confirmó este sábado que la búsqueda continuaba: “Por tierra, mar y aire, para poder localizar a estas personas que desgraciadamente fueron llevadas al mar y siguen los esfuerzos de todas las instancias como la Sedena, Guardia Nacional y Marina de México”.

Fabiola Lanfar, madre de Carlos, había dicho a los medios locales, antes de conocer la noticia del hallazgo del cuerpo de su hijo, que no se retiraría de las oficinas del Ayuntamiento hasta que le dieran información sobre lo sucedido. Además, insistió en que la práctica en el mar no era parte de su entrenamiento, y contó que tiene otro hijo que forma parte de la corporación y que jamás entrenó en el mar. “Ellos no son marinos”, dijo. Otras madres como ella denunciaron que los jóvenes también sufrían abuso psicológico, físico y encarcelamiento por parte de autoridades militares de El Ciprés.

No hay declaraciones oficiales por parte de la Sedena ni de la Guardia Nacional sobre cómo sucedieron los hechos, o con relación a cuántos de los siete jóvenes fueron rescatados con vida y sin ella. El hermetismo castiga a las madres y familiares, a seis días de la desaparición de los soldados: “Ellos vinieron aquí para prepararse, para tener un mejor mundo, una mejor sociedad. No podemos dejarlos solos”, ha dicho la madre de uno de ellos.

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Erika Rosete
Es periodista de la edición mexicana de EL PAÍS.
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