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El Senado ratifica la renuncia de Arturo Zaldívar de la Suprema Corte

Con 63 votos, la cámara admite los argumentos del ministro para dejar su cargo en el máximo tribunal de México

Beatriz Guillén
Arturo Zaldívar, durante su última conferencia de prensa en la SCJN, en una imagen de archivo.
Arturo Zaldívar, durante su última conferencia de prensa en la SCJN, en una imagen de archivo.Galo Cañas Rodríguez (CUARTOSCURO)

El Senado de México ha ratificado este miércoles la renuncia del ministro Arturo Zaldívar de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Con 63 votos, procedentes de la mayoría de senadores de Morena y sus aliados, el pleno de la cámara ha aceptado la dimisión de uno de los 11 jueces más importantes del país. La polémica salida de Zaldívar del máximo tribunal de México, para sumarse al equipo de Claudia Sheinbaum, abre la puerta a que el presidente Andrés Manuel López Obrador mande próximamente al Senado una nueva terna de nombres para sustituirlo.

La votación de este miércoles ha escenificado de nuevo la división política del país. Mientras los partidos de la oposición, liderados por el PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, han rechazado rotundamente la dimisión del ministro, ya que aducen que no se ha identificado la “causa grave” obligatoria que marca la Constitución para que un integrante de la SCJN deje su cargo; tanto Morena como el Partido del Trabajo, Encuentro Social y el Partido Verde han llamado a respetar el derecho al libre desarrollo. Para esta renuncia solo se necesitaba mayoría simple según los presentes, en este caso 106 votos, y el resultado ha quedado: 63 a favor y 43 en contra.

El pasado 7 de noviembre, Arturo Zaldívar revolucionó el panorama judicial al presentar su renuncia como ministro del alto tribunal. El jurista, que fue de 2018 a 2022 presidente de la Corte, explicó en su comunicado: “Considero que mi ciclo en la Suprema Corte ha terminado y que las aportaciones que puedo realizar desde esta posición en la consolidación de un mejor país se han vuelto marginales”. El ministro aducía a su intención de seguir colaborando con la “transformación de México”, desde otros espacios. Unas horas después, la candidata de Morena a la presidencia de la República anunciaba que Zaldívar se había incorporado a su equipo de trabajo.

La decisión hizo estallar las críticas, centradas especialmente en que esta renuncia permitía a López Obrador nombrar en su sexenio a su quinto ministro. Como ya hizo con Juan Luis González Alcántara, Margarita Ríos Fajat, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, la última en 2021. Zaldívar llegó a la Corte hace 14 años, bajo el Gobierno de Felipe Calderón, por lo que su dimisión se da un año antes de que acabe su mandato. El poder judicial federal es desde hace meses una de las dianas de ataques del presidente, que ya ha anunciado su intención de hacer una gran reforma que, entre otras medidas, se otorgue el cargo de ministro por elección popular.

López Obrador aceptó la renuncia de Zaldívar el 8 de noviembre, lo que completaba el primer trámite que marca la Constitución. El texto señala que es el Senado quien debía dar el último paso. La Comisión de Justicia, encabezada por la también exministra Olga Sánchez Cordero, ya había avanzado el sentido de la votación el martes, al aprobar la renuncia del ministro.

La discusión en el Senado ha girado en torno a dos palabras: causa grave. El artículo 98 de la Constitución establece que la renuncia de un ministro solo procederá por “causas graves”, y que esta debe ser aprobada por el titular del Ejecutivo y refrendada por el Senado. Sánchez Cordero ha señalado, al principio de la votación: “El texto constitucional no estableció un catálogo de causales graves para la procedencia de las renuncias de los ministros, por lo que quedan al arbitrio del que renuncia y del titular del Ejecutivo federal”.

En ese mismo sentido, senadores del PT, de Morena, de Encuentro Social y del Partido Verde, han apuntado que como grave no se debe entender “trágica”, “sino trascendente que solo incumbe a la persona que actúa”, ha dicho Joel Padilla. ”La Constitución no implica que la causa grave tenga una connotación negativa, no hay causa más grave que alguien no quiere desempeñar ese cargo”, ha añadido Jorge Carlos Ramírez.

Además, como había hecho el dictamen de la Comisión de Justicia, Sánchez Cordero ha apelado al derecho de la libertad en el trabajo. “Nadie debe ser constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio”, ha dicho la exministra. “No se puede obligar a nadie a desempeñar una función o un cargo que no desee”, se estableció en la Comisión, “hay un derecho humano superior que es el libre desarrollo de la personalidad y con independencia del cargo público que está ejerciendo el ministro, tomando una decisión que lo deja en la posibilidad de enfrentar el problema que sea, ya sea de tipo personal o de cualquier otro por considerar”. El dictamen también apuntaba que la necesidad de una causa grave se había colocado justo para proteger a los ministros “para evitar presiones, renuncias por causas simples o con motivaciones políticas”.

Este argumento no ha sido compartido por los senadores de la oposición, que han resaltado el hecho de que Zaldívar ha salido del cargo y ha pasado a trabajar en la campaña de la candidata de Morena. Los legisladores han recordado que por ley el ministro no podrá ocupar ningún cargo público —ni secretario, ni fiscal, por ejemplo— hasta dentro de dos años. Los senadores también han insistido en la necesidad de que Zaldívar se presentara en el Senado, sin embargo, Morena lo ha rechazado.

“Todavía no sale y ya está en campaña, utilizando a la Corte como trampolín político”, ha dicho Claudia Anaya, del PRI, que ha recordado la propuesta de López Obrador, que tuvo que votar el Senado, para extender en el período de Zaldívar como presidente de la SCJN, y que fue rechazado por “inconstitucional”: “Estas renuncias muestran el poder corruptor de la presidencia de la República”. “Establece un precedente peligroso”, ha dicho Noé Casteñón, de Movimiento Ciudadano. “El cargo es irrenunciable solo se puede renunciar por excepción. La causa grave es un concepto indeterminado, es cierto, al criterio de quien presenta su renuncia, pero mínimamente hay que argumentarla”, ha dicho Claudia Ruiz Massieu, que ha rechazado que el Senado interpreta una función de mero trámite, tras la renuncia y la aceptación del presidente: “No tiene sentido que nos convirtamos nada más que en un aval”.

La Comisión de Justicia también ha utilizado como precedente el caso del anterior ministro Medina Mora, que renunció a su cargo en 2019, y en ese caso, tampoco fue forzado a explicar los motivos que lo impulsaban a dejar el cargo, después de ser acusado de haber recibido transferencias financieras que no correspondían con sus niveles de ingresos. Al terminar la presentación del dictamen, Olga Sánchez Cordero ha leído parte del comunicado de Zaldívar, en el que señala: “Toca ahora seguir sirviendo a mi país en la consolidación de la transformación de un México más justo y más igualitario, en el que sean prioridad quienes menos tienen y más lo necesitan”. “Esta es una causa suficiente para presentar su renuncia”, ha dicho la legisladora.

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Beatriz Guillén
Redactora de EL PAÍS en México. Trabaja en la mesa digital y suele cubrir temas sociales. Antes estaba en la sección de Materia, especializada en temas de Tecnología. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo en EL PAÍS. Vive en Ciudad de México.
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