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La falta de presupuesto de Nuevo León y los retrasos en permisos ambientales ponen en riesgo la planta de Tesla

El presupuesto presentado por la Secretaría de Hacienda el 8 de septiembre no incluye una partida para la infraestructura prometida por Nuevo León a Tesla, por lo que la empresa no ha iniciado la construcción

A view shows the urban area of the municipality of Santa Catarina near the land where Tesla has indicated it could build a new gigafactory, in Santa Catarina
Vista del municipio de Santa Catarina (Estado de Nuevo León), donde sería construida la planta.DANIEL BECERRIL (REUTERS)
Isabella Cota

A la gigante de los autos eléctricos a nivel mundial Tesla se le están complicando los tiempos. Después de anunciar una inversión de casi 5.000 millones de dólares en marzo para construir una planta en el norte de México, la empresa liderada por Elon Musk se enfrenta a inesperados retrasos. Esto impactaría su plan de poner en el mercado su nuevo modelo durante 2025, por lo que el proyecto está “en riesgo”, según un análisis del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De acuerdo con Ignacio Martínez, académico investigador y director del Laboratorio (conocido por sus sigla, LACEN), los planes de Tesla se han visto afectados en dos frentes. El primero, que la construcción de infraestructura pluvial, vial y férrea que prometió el Gobernador de Nuevo León, Samuel García, no ha iniciado y no se sabe de dónde saldrán los recursos públicos para pagarla. El segundo, que los permisos ambientales necesarios para iniciar la construcción, los cuales se otorgan a nivel municipal, estatal y federal, están demorando más de lo esperado.

Ante las aspiraciones presidenciales de García, cuyo partido anunció que presentará a su candidato en enero, Tesla puso el ojo en el presupuesto federal presentado por la Secretaría de Hacienda el 8 de septiembre. Nuevo León resultó ser uno de los Estados consentidos, con un incremento de casi 2.000 millones de pesos en gasto programado, el segundo incremento más alto después de la capital del país. Pero no aparece una partida presupuestaria para los proyectos de infraestructura prometida a Tesla. “Si hay inversión en los próximos dos meses, es decir, antes del 2024, para iniciar la infraestructura, (la planta de Tesla) sí se concreta. En caso que no, se pone en riesgo”, asegura Martínez.

García puede asegurar los recursos de otros ramos o proyectos para financiar dicha infraestructura, pero tendría que hacerlo pronto. En marzo, Tesla anunció que para 2025 saldría al mercado su nuevo modelo más accesible. Si Tesla quería que la planta de México fuera la que produjera los nuevos coches, la infraestructura pluvial, vial y férrea debía iniciar construcción este año, calcula Martínez. Esto no ha sucedido.

A Tesla “le urge determinar, con base a esta gigafactoría, los tiempos de elaboración del bien para poder competir en la nueva gama de la industria automotriz, en el nuevo esquema de la electromovilidad, a partir de 2025″, señala Martínez, “los tiempos de infraestructura en Nuevo León y los permisos no van de manera paralela a los tiempos logísticos de Tesla”.

El jueves, el director de Desarrollo de Negocios de Tesla, Rohan Patel, respondió de manera indirecta a las especulaciones de que la empresa no avanzaría con el proyecto en México, diciendo en sus redes sociales: “Continuaremos avanzando con los gobiernos locales, estatales y federales y apreciamos mucho sus esfuerzos para permitir los permisos y la infraestructura sostenible necesarios”.

Los rumores se dispararon no solo por el evidente retraso en la construcción, sino también por un par de párrafos en la biografía de Musk, publicada en septiembre, en donde el autor asegura que el empresario se había arrepentido de elegir a México ya que sería imposible trasladar a sus ingenieros a que vivan allá. Por su parte, proveedores de Tesla a quienes se les había pedido se mudaran a Santa Catarina con urgencia, recibieron información de que la apertura de la planta se retrasaría, de acuerdo con el diario Reforma.

“Lo que tenemos en este momento es proyecto de inversión, no inversión productiva”, explica Martínez, “es un proyecto anunciado, no comprometido” y como tal la empresa todavía pudiera salirse. Hasta ahora, algunos propietarios de los terrenos que conforman el polígono elegido para la planta han recibido ya el pago por su tierra. Considerando los recursos que tiene Tesla, con un valor en el mercado de 820.000 millones de dólares, pudiera incurrir en una pérdida por la compra parcial del terreno sin que le represente un problema financiero.

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Sobre la firma

Isabella Cota
Es corresponsal económica para América Latina. Como periodista de investigación trabajó con Quinto Elemento Lab, NHK, BusinessWeek y OpenDemocracy, entre otros. También fue staff de Bloomberg News y Reuters en Centroamérica y Reino Unido. Es licenciada en Comunicación y Máster en Periodismo de Negocios y Finanzas por City University London.

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