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Las autoridades detienen a seis personas en el Black Royce, el bar en el que fue encontrado el cuerpo de Íñigo Arenas Saiz

Los responsables del establecimiento rechazan la acusación y aseguran que ayudaron al empresario cuando entró alcoholizado al negocio a altas horas de la madrugada

Fachada del Restaurante Black Royce, en donde se encontró el cuerpo sin vida del empresario, Íñigo Arenas.
Fachada del Restaurante Black Royce, en donde se encontró el cuerpo sin vida del empresario, Íñigo Arenas.Nadya Murillo
Daniel Alonso Viña

Las autoridades han detenido este martes a seis trabajadores del Black Royce, el bar de la alcaldía Naucalpan en el que fue encontrado el domingo el cuerpo sin vida de Íñigo Arenas Saiz, el empresario capitalino que desapareció un día antes. Los gerentes del bar han rechazado las acusaciones que penden sobre sus empleados. Aseguran que ellos no estuvieron involucrados en la muerte “natural” de Arenas, y que incluso le auxiliaron cuando vieron el estado de ebriedad en el que se encontraba. La Fiscalía del Estado de México, encargada del caso, ha dado muy pocos detalles sobre el incidente, y aseguran que ya han devuelto el cuerpo a la familia. Las primeras versiones aseguran que murió de broncoaspiración al exterior del bar, ahogado en el alcohol que había bebido durante la noche, pero las autoridades todavía no confirman esto último.

El abogado del local, Francisco Marco Pinzón, ha confirmado la detención de los seis empleados en el programa de televisión En Punto. Allí explicó su versión de lo sucedido aquella noche. Arenas llegó cerca de las 3.00 de la madrugada del domingo a bordo de un taxi. Ya estaba ebrio, asegura Pinzón, cuando ingresó al bar. A las 5.00 de la mañana, dos horas después, empezó a decir al personal del establecimiento que se encontraba mal, y el abogado asegura que se le brindó apoyo con un vaso de agua y observación. Arenas se durmió y a las 7.00 de la mañana, “el personal se percata de que el señor no se mueve, intentan reanimarlo, pero no reacciona”, contó Pinzón en el programa.

A través de su cuenta de Instagram, los dueños del bar han dado sus condolencias a los familiares y amigos del fallecido y se han defendido de las acusaciones. “En todo momento en colaborado con las autoridades, en tiempo y forma, proporcionando las pruebas pertinentes”, aseguran. “Nuestro personal está siendo juzgado erróneamente”, lamentan, y cuentan que fueron ellos los que le proporcionaron cuidados y primeros auxilios, y hasta llamaron a los servicios de emergencias para que atendieran a Arenas. “En el local no consumió bebidas alcohólicas y no presentaba ninguna marca de agresión ni violencia”, escriben en el post. El medio de comunicación Milenio, sin embargo, asegura que el cuerpo del hombre fue encontrado en el exterior del edificio, ya sin vida.

La Fiscalía del Estado de México apenas ha aportado información sobre el caso. Este lunes sacaron un comunicado asegurando que están investigando los hechos junto con la Fiscalía de Ciudad de México. El cuerpo ya ha sido entregado a los familiares, pero no han dado información sobre la causa de muerte que han determinado tras la autopsia y los análisis del cuerpo. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, fue el que puso todo el proceso en marcha, después de asegurar ayer durante la conferencia mañanera que, en efecto, el empresario había sido hallado muerto. Posteriormente, fue una activista, Saskia Niño de Rivera, la que aportó información sobre el lugar de los hechos, y que condujeron a los medios hasta el Black Royce.

Arenas, empresario de 41 años que fungía como director de operaciones de la firma Feher Consulting, había estado hasta las 2.00 de la noche en el República, un bar de la colonia Polanco de alto perfil y al que le persigue una historia negra de secuestros. La activista Niño de Rivera asegura que “la red de taxistas secuestradores” que opera en esa zona es “muy bien conocida”. Las noticias que reportan sobre esta mafia se remontan a años atrás, cuando varios testigos denunciaron un método peculiar de “secuestro exprés”. Los ladrones se quedan en el exterior del recinto esperando a su víctima. Cuando encuentran una persona ebria y manejable, la suben al taxi y empiezan a conducir. Entonces los ladrones le roban el dinero y las pertenencias a la víctima y luego la dejan en un lugar perdido del Estado de México.

El Black Royce se encuentra a seis kilómetros al norte de República y es una mezcla entre restaurante y sala de fiestas donde albergan shows en vivo con cantantes invitados. Tiene varias cámaras de seguridad en la fachada y una entrada cuadrada que da a la carretera. Está entre un supermercado Oxxo y el local llamado 360, dedicado a dar espectáculos, eventos y exposiciones. Está justo debajo del Viaducto Elevado Bicentenario, a la altura de la Avenida Primero de Mayo. Entre todos los coches y rodeada de edificios altos, el local aparece como una caja de zapatos negra con una entrada y una salida para los vehículos. El lugar ha sido clausurado por el momento.

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