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Hachas, una pistola y 100 bolsas de cocaína: así fue el robo al centro comercial Antara

El atraco a hachazos a una joyería de lujo en Ciudad de México se saldó con la sustracción de 15 relojes valorados en 1,8 millones de pesos. Ya hay un detenido y la policía ha identificado a los otros tres implicados, que continúan prófugos

Alejandro Santos Cid
Centro comercial Antara
Policías a las afueras de la joyería asaltada en el centro comercial Antara, el pasado 27 de junio.Edgar Negrete Lira (CUARTOSCURO)

El atraco estaba planeado para un día antes, pero quién sabe, en estos casos, qué extraña lógica acaba marcando el calendario; qué matemática dicta los pensamientos de alguien que está a punto de reventar a hachazos el escaparate de una joyería de lujo. Lo que sí se sabe es que los ladrones entraron por separado, para no levantar sospechas, al centro comercial Antara, en Polanco, uno de esos exclusivos y adinerados guetos donde se refugian los empresarios de éxito, diplomáticos y políticos de la Ciudad de México. Cuatro personas cargadas con mochilas que escondían hachas y mazos, según ha relatado el secretario de Seguridad Ciudadana de la capital, Omar García Harfuch, este miércoles en una rueda de prensa.

Lo que pasó después todo el país lo ha visto ya: tres de ellos extrajeron las hachas y arremetieron con saña contra el escaparate de la joyería de lujo Berger. Mientras tanto, el cuarto vigilaba, armado con una pistola —ese, el vigilante, es el único detenido por el momento, cuya declaración está abriendo el camino para los investigadores—. Eran alrededor de las 19.45 de la tarde del lunes. Todavía había luz, clientes en el centro comercial, tiendas abiertas. Todos pudieron ver el asalto, todos pudieron grabarlo en videos que han dado la vuelta a internet. Grabaciones en las que se escucha una sirena que brama omnipresente y los golpes que tratan de reventar los cristales blindados.

Los ladrones lograron quebrar uno de los vidrios y extraer 15 de los relojes expuestos en el escaparate, valorados en 1,8 millones de pesos (más de 100.000 dólares), según estimaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Para cuando los agentes, alertados por las llamadas de varios de los clientes del centro comercial, llegaron a la escena del crimen, ya era demasiado tarde. Los cuatro, con sus hachas y los relojes a buen recaudo, se habían esfumado.

Después, como en todo gran robo, hubo una gran huida: una moto blanca, otra negra y un Ford gris se escaparon por Miguel de Cervantes para perderse por las calles a esa hora congestionadas de la ciudad. Los ladrones llegaron a una casa en la calle Lago de Xochimilco, de la colonia Anáhuac. Allí abandonaron la ropa que habían usado durante el atraco y los vehículos. Los conductores de las motos dejaron la casa primero. Media hora después, el piloto del coche pidió un vehículo por una aplicación, pero volvió a la casa, según revelaron las cámaras de seguridad de la zona.

Ese fue su error. Así cayó Marco N., el primero y el único por el momento en ser arrestado: un ciudadano de 27 años con antecedentes por robo. En el momento de su detención, el martes, llevaba una pistola corta en la cintura y estaba acompañado por una mujer de 25 años a la que la prensa local ha identificado como la creadora de contenido en internet Yulissa Mendoza, que “no está directamente relacionada con el asalto”, ha aclarado García Harfuch. Marco forma parte, de acuerdo con la investigación policial, de un grupo de atracadores que operaba en las colonias Miguel Hidalgo, Gustavo Madero y partes del Estado de México.

La detención de Marco abrió la primera grieta que habría de seguir la policía. Gracias al interrogatorio, los agentes descubrieron que los ladrones “no pertenecen a una célula criminal muy estructurada”. “Estamos seguros de que los vamos a detener pronto”, ha afirmado el secretario de Seguridad durante la rueda de prensa. Los investigadores ya han identificado a los otros tres implicados, aunque su identidad aún no ha trascendido para no poner en riesgo la operación.

Durante esta madrugada, la policía realizó dos registros. El primero, en el inmueble de la calle Lago de Xochimilco en el que fue detenido Marco. Allí encontraron los vehículos usados en el robo. En uno de ellos aparecieron las hachas, los mazos, un casco de moto, portarrelojes y la ropa que los ladrones usaron en el asalto. El Ford ya había sido asegurado en mayo de 2022 por una detención por portación ilegal de un arma de fuego. El segundo cateo fue en la colonia San Juan de Aragón y los investigadores arrestaron a una mujer de 36 años, parte de la célula criminal a la que pertenecían los atracadores, pero no vinculada directamente con este crimen. Le incautaron 100 bolsas de cocaína y un teléfono móvil.

La policía continúa investigando. En un país en el que menos del 1% de los crímenes son resueltos, de acuerdo con un análisis de la organización civil Impunidad Cero, la viralidad de un asalto a plena luz del día en un centro comercial de lujo obliga a las autoridades a funcionar contrarreloj para poner resultados sobre la mesa. García Harfuch ha señalado que no tienen indicios de que los vigilantes de la joyería estuvieran relacionados con el robo, una sospecha que se extendió por las redes sociales ante la inactividad de la seguridad del centro. Y de nuevo, un crimen ha roto un espejismo: en un país roto por la violencia, ni los barrios ricos están del todo a salvo de la inseguridad. Unos cristales destrozados a hachazos dan fe de ello.

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Sobre la firma

Alejandro Santos Cid
Reportero en El País México desde 2021. Es licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad Autónoma de Madrid y máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Cubre la actualidad mexicana con especial interés por temas migratorios, derechos humanos, violencia política y cultura.

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