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El Aeropuerto Benito Juárez impedirá el despegue de los vuelos que no cumplan con su horario oficial

Más de 2.700 vuelos aterrizaron o despegaron en horarios distintos a los asignados por las autoridades en el primer trimestre de 2023

tablero de salidas en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez (MEX) en la Ciudad de México, México, en 2022.
Pasajeros revisan el tablero de salidas en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez (MEX) en la Ciudad de México, México, en 2022.Jeoffrey Guillemard (Bloomberg)
Karina Suárez

El Gobierno de López Obrador ha redoblado el órdago contra las aerolíneas que no cumplen con los horarios oficiales en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM). La batalla por los llamados slots en el congestionado aeródromo ha subido de tono este martes tras la decisión de las autoridades aeroportuarios de impedir el aterrizaje y despegue de los vuelos que no cumplan con los horarios por ellos establecidos a partir de este mediodía. “Sí cuenta con el horario de salida, deberá informarlo a la gerencia de centro de control operativo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para que le asigne posición. Si no cuenta con el horario de salida, deberá de informar o instruir lo siguiente: informar al transportista aéreo que no se le autoriza el plan del vuelo”, refiere el documento difundido esta tarde.

Esta nueva decisión ocurre casi un mes después de que el Gobierno de López Obrador comenzara su cruzada para meter orden en las operaciones del AICM con la exhibición de que las aerolíneas vendían vuelos en horarios distintos a los asignados por las autoridades. A finales de marzo pasado, el aeródromo capitalino dio un golpe sobre la mesa y decidió evidencia a las aerolíneas que optan por volar deliberadamente en horarios distintos, lo que ellos les han asignado, para ello, optó por no mostrar en las pantallas del aeródromo los horarios de vuelos comerciales y solo mostrar los horarios comerciales. Las autoridades han dado un paso hacia adelante y ahora definitivamente impedirán el aterrizaje y despegue de los vuelos que no cumplan con sus slots oficiales.

“Algunos transportistas aéreos acostumbran a realizar operaciones que no cuentan con horario de aterrizaje y despegue asignado por el administrador aeroportuario, lo cual afecta operacionalmente el buen funcionamiento de este aeropuerto, tanto en la seguridad como en las demoras y cancelación de vuelos que generan quejas de los usuarios”, refiere el documento. Las autoridades señalan que, de enero a marzo de este año, el AICM asignó a las aerolíneas 85.896 horarios de salida y llegada, de los cuales unos 2.770 vuelos operaron en horarios distintos a los asignados.

No todos los vuelos tienen este problema, algunos sí están sincronizados, otros apenas registran una diferencia de 15 minutos, pero en los casos más severos el desfase puede ser de hasta 10 horas. Las aerolíneas de mayor historia y cumplimiento en sus rutas, como Aeroméxico, no tienen problema porque se les asignan los horarios más atractivos en cuánto a demanda, tomando en cuenta también el cumplimiento de la temporada aérea previa. Sin embargo, las aerolíneas nuevas como Volaris o Viva Aerobus deben ajustarse a las franjas horarias restantes, en slots menos atractivos comercialmente.

El documento, presentado a las compañías aéreas este martes en una sesión extraordinaria, hace hincapié en que el aterrizaje o despegue de las aerolíneas en un horario distinto al oficialmente asignado ocasiona saturación en los servicios de combustible, servicio en rampa y, en algunas ocasiones, en las áreas de Migración y Aduana, además de que el vuelo que sí tenía oficialmente el horario oficial se verá afectado. En este nuevo esquema, una vez que el AICM reciba la información de que el vuelo no puede ser operado, la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) informará a la línea aérea y se dará aviso a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para auxiliar a los viajeros.

La batería de medidas de las autoridades para poner orden en el AICM pretende dar un balón de oxígeno a sus saturadas instalaciones. Las demoras y salas congestionadas son recurrentes en este aeródromo, que recibió el año pasado más de 46 millones de pasajeros. El contraste es evidente, mientras esta terminal no se da abasto otras terminales aéreas como el recién estrenado Felipe Ángeles, en el Estado de México, apenas cuenta con un puñado de vuelos a la semana.

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Sobre la firma

Karina Suárez
Es corresponsal de EL PAÍS en América, principalmente en temas de economía y sociedad. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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