Dos jóvenes mueren a causa de las lluvias torrenciales en el Estado de México

Dos jóvenes han fallecido este jueves durante las lluvias torrenciales que convirtieron las calles de Chimalhuacán, en el Estado de México, en un torrente de más de 70 centímetros de profundidad. La confirmación llega a través del centro en el que estudiaban, el Tecnológico de Estudios Superiores de Chimalhuacán, que esta mañana ofrecía sus condolencias a las familias de los jóvenes. La lluvia ha causado estragos en toda la ciudad. Las calles anegadas y varias inundaciones en el Metro de Ciudad de México hicieron que moverse por la capital fuera un verdadero reto.

Las primeras investigaciones apuntan a que uno de los jóvenes murió electrocutado al caerse en una coladera sin tapa, un desperfecto que los vecinos de la alcaldía aseguran que llevan denunciando desde hace tiempo a las autoridades. La capa de agua que se acumuló en una calle cuyo nombre está lleno de ironía, la Avenida Arca de Noé, impidió al joven ver la alcantarilla. Según los medios locales, al interior había un cable que presuntamente fue el causante de que el joven se electrocutase. Milenio asegura que el cuerpo del joven comenzó a ser arrastrado por la corriente hasta que, un poco más adelante, empezó a flotar y emergió a la superficie. Unos vecinos intentaron ayudarle, pero el joven ya estaba muerto. Tenía un golpe en la cabeza. En su cuerpo portaba la identificación del Tecnológico de Chimalhuacán, y ahí aparece su nombre. Se llamaba Ángel Daniel. Los jóvenes tenían 20 y 22 años, según el comunicado emitido por el ayuntamiento.

El otro joven fallecido, José Antonio, intentaba cruzar la calle cuando fue arrastrado por la corriente, según las primeras indagaciones, aunque sobre la muerte de esta persona todavía existen diversas versiones. Un medio local asegura que iba en moto cuando tuvo el accidente que le quitó la vida. El suceso habría tenido lugar en la misma avenida. Los vecinos de la localidad han lamentado la muerte de los jóvenes y se han quejado de que las autoridades les tiene olvidados, porque según ellos se había dado aviso del mal estado de las alcantarillas hace tiempo. “Han hecho caso omiso ante la falta de limpieza de coladeras, así como la activación de bombas de drenado para evitar la acumulación de grandes cantidades de agua de lluvia en esta arteria principal”, decía una vecina en Facebook.

En otras partes de la Ciudad y el Estado de México también se detectaron bloqueos de carreteras y transporte público por culpa de las lluvias. En la alcaldía Álvaro Obregón, las lluvias de esta semana han alcanzado los 45 centímetros de profundidad y han dejado 50 viviendas afectadas por inundación, según la Secretaría de Gestión de Riesgos. Allí, en una zona de barrancas y calles inclinadas, el agua baja en picado y se lleva con ella todo lo que hay a su paso, causando destrozos que solo se pueden reparar al día siguiente, cuando los sistemas de drenaje han absorbido el agua. Entonces se pusieron a trabajar 130 personas para devolver las calles a la normalidad, según informó Lía Limón, la alcaldesa de Álvaro Obregón.

En la ciudad, el sistema más afectado ha sido el Metro, que desde la tarde del miércoles empezó a reportar problemas. La imagen de la noche surgió de la parada de Ciudad Deportiva, en la Línea 9. Allí, un montón de personas esperaban el tren con el paraguas extendido, porque del techo caía agua como si estuviera lloviendo bajo tierra. El resto de las imágenes que circularon en las redes sociales son habituales en un día de lluvia: gente que llena los andenes hasta que ya no cabe un alma, agua que baja por las escaleras formando una pequeña cascada y desalojos por fallos en el sistema.

Por si todo esto no fuera suficiente, la cantante estadounidense Billie Eilish tuvo que cancelar el concierto que se iba a celebrar la noche del miércoles para miles de fans en el Foro Sol. Muchos aguantaron, pese a la lluvia torrencial, durante horas para entrar al concierto. Cuando ya estaban todos dentro, pisando sobre una capa de agua que les cubría los zapatos y los tobillos, la artista tuvo que cancelar el concierto porque los sistemas de sonido no funcionaban y ella no iba a poder realizar el espectáculo que habían preparado. A cambio cantó, a capela y acompañada por su hermano, el productor y guitarrista Finneas O’Connell, cinco canciones para que sus admiradores no se fueran con las manos vacías y mojadas a casa. Ocesa, la empresa organizadora del concierto, ha anunciado que el concierto se pospone a este jueves por la tarde. Si esta vez no vuelve a diluviar.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país