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La Universidad Complutense se desmarca del título de doctorado de Esquivel

La casa de estudios española niega que la jueza pueda ser considerada como una de sus doctoras porque no sustentó ahí su trabajo doctoral: “Gracias a Dios no tenemos nada que ver con esa tesis”. La ministra defiende que nunca dijo ser doctora por la Complutense

Doctorado Yasmin Esquivel
Primera página del curriculum que Esquivel envió al Senado para ser seleccionada como ministra de la Suprema Corte.El País

La Universidad Complutense de Madrid se ha desmarcado del título de doctorado de Yasmín Esquivel, ministra de la Suprema Corte de Justicia de México, que obtuvo en 2009 por la Universidad Anáhuac con un trabajo en el que plagió 209 de las 456 páginas, según reveló la semana pasada una investigación de EL PAÍS. En la biografía que envió al Senado para ser elegida ministra en 2019, Esquivel anotó que obtuvo su doctorado en la Universidad Anáhuac “en coordinación” con la Complutense. En su semblanza de la web de la Suprema Corte asegura también que es doctora en Derecho por la universidad mexicana “en convenio” con la madrileña. Sin embargo, directivos de la Complutense han aclarado que Esquivel nunca sustentó su tesis doctoral en la casa de estudios española, por lo que no puede ser considerada como una de sus doctoras. “A todos los efectos eres doctor por la Complutense cuando has hecho la tesis en la universidad y se ha defendido en un tribunal de la Complutense. En el caso de la ministra Esquivel, la Complutense no tiene nada que ver”, asegura el decano de Derecho, Ricardo Alonso. Esquivel, preguntada a este respecto, ha asegurado a través de intermediarios que nunca dijo ser doctora por la Complutense.

La vinculación, en todo caso, de la ministra con la casa de estudios española sí está constatada. Se inició con unos cursos de asignaturas impartidas por profesores de la Complutense en México gracias a un acuerdo de cooperación con la Anáhuac. Este miércoles, en respuesta a cuestionamientos de este periódico, la ministra ha enviado, a través de su secretario particular, documentos que demuestran que tomó y concluyó satisfactoriamente sus materias en la universidad española. Por terminar dichos cursos, se le otorgó un diploma y la reconocieron como candidata a doctora. Pero, según afirma la Complutense, su relación con la ministra nunca pasó de ahí.

En el trabajo de titulación doctoral de Esquivel, llamado Los derechos fundamentales en México y su defensa, la jueza plagió el 46% del texto a 12 autores. La Complutense ha salido al paso de la polémica suscitada por este plagio, que se une al de otra tesis anterior de Esquivel, la de licenciatura del año 1987, que está siendo analizada por la UNAM y que en un primer dictamen se acreditó que se trataba de una “copia sustancial” del trabajo de titulación de otro estudiante presentado un año antes.

El decano de Derecho de la universidad española, Ricardo Alonso, pidió este martes la palabra en el consejo de gobierno, en la que están representados todos los estamentos, para “tranquilizar a la comunidad universitaria”. “Gracias a Dios no tenemos nada que ver con esa tesis doctoral (...) La ministra Esquivel hizo su tesis bajo su responsabilidad y bajo supervisión mexicana y ahí ni la facultad de Derecho ni la Universidad Complutense pintan nada”, agregó el decano, que explicó que durante 13 años la Facultad de Derecho de la Complutense efectivamente tuvo un acuerdo de colaboración con la Universidad de Anáhuac, “una universidad privada bastante potente”, pero que lo que hacían los profesores era solo impartir clase de los cursos de doctorado. “En el convenio se dejaba muy claro que, culminados estos cursos, la tesis doctoral se podía preparar y defender en la Facultad de Derecho de la Complutense o en la de Anáhuac”, agregó Alonso.

Aprobar las materias impartidas por los profesores de la Complutense que habían viajado a México acreditó a Yasmín Esquivel con una “suficiencia investigadora”, un requisito para iniciar la tesis doctoral. En ese punto, la ahora ministra tenía la opción de elegir dónde llevar a cabo su tesis. En 2001, Esquivel llegó a inscribir su proyecto ante la Complutense, casi con el mismo título que finalmente tendría años más tarde. La universidad española le validó el registro y le asignó un director. Sin embargo, un portavoz del centro madrileño asegura a EL PAÍS que los trámites no pasaron de esa inscripción. Esquivel nunca inició la tesis en la Complutense, sino que se decantó por la Anáhuac, donde la presentó en 2008, asesorada por un profesor de esa universidad. El trabajo fue leído y aprobado por siete sinodales (miembros del tribunal de la tesis), también de la escuela mexicana.

Reconocimiento de suficiencia investigadora de la Universidad Complutense, requisito mínimo para iniciar el doctorado en dicha escuela.
Reconocimiento de suficiencia investigadora de la Universidad Complutense, requisito mínimo para iniciar el doctorado en dicha escuela.El País

En conversación con este periódico, el decano Alonso, que fue profesor de Esquivel en México, rememora las condiciones del convenio. Entre el curso 1998/1999 y el 2009/2010 ocho profesores titulares o catedráticos de la Complutense viajaban al país cada año para impartir durante dos semanas tres horas diarias de clase de la misma asignatura ―en total 30 horas― que en el doctorado de Derecho de la empresa en Madrid: materias de jurisprudencia administrativa, mercantil…

Alonso estima que por el curso, que en su opinión “murió” por la falta de interés de la Anáhuac, que no lo promocionaba, pasaron entre 200 y 300 estudiantes, el 85% ya profesionales (jueces, notarios, abogados) y un 15% recién graduados. En el año 2000 Esquivel fue designada secretaria de Estudio y Cuenta de la Presidencia del Tribunal Superior Agrario.

El decano, que no quiere entrar al asunto del plagio, relata que no más de cuatro o cinco alumnos de la Anáhuac prosiguieron la tesis en España y con todos ellos él ha tenido contacto. Entre el puñado de doctorados en Madrid se encuentran Ricardo Alfredo Sodi, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México; el conocido abogado y académico Juan Pablo Pampillo y José Antonio Núñez, el director de tesis de Esquivel (que asistió a los cursos en Madrid).

Según detalló la investigación de EL PAÍS, Esquivel plagió, entre otros, a un exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un exministro español de Cultura y un expresidente del Tribunal Supremo de España, un expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así como a juristas mexicanos, italianos, españoles y alemanes. Dos de esos autores confirmaron el plagio a este periódico. Dos académicos mexicanos, que revisaron las pruebas a ciegas, sin saber que se correspondían con un trabajo de la ministra, también consideraron que se trata de un plagio. Esquivel, después de la publicación de la investigación y a través de su abogado, aseguró que la “omisión” de citas a autores originales en un trabajo de titulación es una “deficiencia” o “descuido”, pero no plagio, más cuando se trata de autores reconocidos que son referidos comúnmente por estudiantes y profesores de Derecho.

Anexo al convenio de colaboración entre la Universidad Complutense de España y la Anáhuac de México.
Anexo al convenio de colaboración entre la Universidad Complutense de España y la Anáhuac de México.El País

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