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Cuatro días atrapados en Machu Picchu: el angustioso viaje de una familia mexicana en Perú

La Secretaría de Exteriores de México organiza vuelos desde Lima para evacuar a sus ciudadanos tras las violentas manifestaciones ocurridas por el intento de autogolpe del expresidente Castillo

Rodrigo Soriano
Pablo Monroy, embajador de México en Perú
Mexicanos evacuados de Perú, en diciembre de 2022.RR.SS.

Evodio Sánchez comenzó a planificar un viaje a Perú al inicio del año. “Estaba muy emocionado, en 2019 vine a un consultoría y me encantó el país”, cuenta por teléfono desde Lima, la capital del país sudamericano. El viaje turístico estaba planificado: unos días en Cusco, otros en Machu Picchu... Era el 12 de diciembre y, aunque habían pasado cinco días tras el intento de autogolpe de Estado de Pedro Castillo en Perú, emprendió el vuelo junto a su familia. La continuidad de las manifestaciones en el país llevaron a la Secretaría de Exteriores mexicana a organizar vuelos humanitarios. La familia se vio forzada a tomar este lunes uno de los vuelos que conectaban Cusco con Lima y, ya de madrugada, tomará el que lleva de Lima a Ciudad de México. El viaje idílico le dejó un sabor amargo del país. “Tenia necesidad de volver a México”, lamenta.

Sánchez iba confiado al viaje. “Llamé a gente que sabía sobre el tema y me dijeron que esto había ocurrido en otras ocasiones, me dijeron ‘no creo que haya problema”, relata. Llegó a Lima y, dos horas después, se encontraba en Cusco. “Comencé a hablar con la gente y sentí un ambiente como enojado, como molestos por el cambio”, asegura el turista, quien considera que esta situación era parecida al “ambiente de polarización” que encuentra en México. El 12 de diciembre, la situación cambió. En su camino del aeropuerto de Cusco a Machu Picchu, les avisaron de que habrían manifestaciones. Ese día, miles de peruanos salieron a las calles a protestar contra el Congreso.

Más de 20 civiles han muerto y 300 policías han resultado heridos durante las manifestaciones de los últimos días. Este suceso llevó a la dimisión de dos altos cargos: la ministra de Educación, Patricia Correa, que lo hizo el pasado viernes por el uso de la violencia “desproporcionada y generadora de muerte” de las fuerzas de seguridad; y el ministro de Cultura, Jair Pérez. Ambos habían sido nombrados en el cargo el 10 de diciembre.

Al llegar a su hotel en Aguas Calientes (una ciudad cercana a las ruinas) comenzaron los problemas. Habían estado el día que planificaron, pero los cierres de las carreteras forzaron a que se quedaran durante tres días más. “No nos dieron razones. Después nos enteramos de los bloqueos”, afirma. El corte de las carreteras, asegura, llevó a que hubiera menos comida en el hotel, por lo que decidieron regresar andando al lugar más cercano para que les llevaran a Cusco. Emprendieron una caminata de 35 kilómetros, nueve horas de caminata. “Afortunadamente encontré a un señor que rentaba unos caballos, si no me hija no habría llegado”, recuerda. “Uno se imagina vivir un sueño en Machu Picchu, pero el regreso fue una experiencia de vida que ojalá nadie tenga”, lamenta. El día 16 tomaron el vuelo humanitario a Lima.

La experiencia turística no fue tan amarga para todos los viajeros que llegaron ese día a Machu Picchu. Fue el caso de Josué Valenzuela y su pareja. Valenzuela cuenta que en los alrededores de la ciudadela habían muchos turistas “espantados” y constata que estuvieron encerrados unos días, aunque defiende que a él no le ocurrió lo mismo. “Si la cosa se pone fea iremos a Chile o Bolivia”, cuenta. El vuelo que tienen reservado saldrá el día 28, y piensan quedarse en Perú hasta entonces. Pese a las manifestaciones, afirma que no volará en ninguno de los vuelos humanitarios anunciados por Exteriores. Durante la llamada, Valenzuela se encuentra en la Plaza Mayor de Lima, un lugar en el que se escucha el ambiente casi festivo. Ahí defiende que, aunque hay manifestaciones, no ha coincidido con ninguna en la que se sintiera inseguro.

@josuevalenzr2 completamente pacífica la manifestación en plaza de armas cusco. esperamos que así continúe #parati #cusco #manifestation #protesta ♬ sonido original - Josue Valenz

Evodio Sánchez consiguió el vuelo humanitario para volver a México gracias al contacto constante y al apoyo del embajador de México en Perú, Pablo Monroy, según relata. “Le llamé, tenía la necesidad de volver”, indica. El viaje idílico de 12 días terminó por dejar un sabor amargo para la familia: “Deshizo un sueño”, lamenta Sánchez durante la llamada.

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Rodrigo Soriano
Es periodista de EL PAÍS en la redacción de Ciudad de México. Estudió Periodismo en la Universidad de Valencia y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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