Notimex, el conflicto laboral más enquistado del Gobierno de López Obrador: negociaciones fallidas, demandas y 945 días en huelga

Las banderas rojinegras ondean desde hace 945 días en la fachada de la agencia de noticias del Estado mexicano, Notimex, en Ciudad de México. En un campamento improvisado en la colonia Roma, un puñado de trabajadores se mantiene en guardia desde hace 31 meses, lapso que lleva el conflicto laboral contra la dirección de Sanjuana Martínez ante las supuestas violaciones a su contrato colectivo de trabajo. Despidos injustificados, cierre de corresponsalías extranjeras e impagos fueron algunas de las razones que llevaron a los trabajadores a la suspensión de labores en febrero de 2020. A más de dos años de distancia, la resolución del conflicto aún se vislumbra lejana y cada día que pasa abona a una huelga que ya se ha convertido en el conflicto laboral más enquistado surgido en el Gobierno de López Obrador.

Notimex, fundada en 1968 con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos en México y que aspiraba a replicar el modelo de EFE en España o la BBC de Reino Unido, tuvo un triste aniversario este año. El órgano público mexicano cumplió 54 años de vida el pasado agosto, envuelto en el desafío más importante de su historia: resolver una huelga que suma ya más de 900 días. Sin embargo, el conflicto permanece estancado en señalamientos cruzados, promesas incumplidas y reuniones fallidas. Este miércoles estaba agendado un nuevo encuentro entre los trabajadores y la dirección de Notimex en Ciudad de México. El encuentro, afirman los sindicalistas, fue promovido por primera vez por la propia agencia de noticias, no obstante, los representantes de la empresa nunca llegaron a la cita. “Es una gran falta de respeto, es una burla”, refiere Adriana Urrea, secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (SutNotimex),

Urrea, portavoz de los más de 70 trabajadores que siguen en pie de lucha, acusa que lejos de buscar una solución vía el diálogo, la dirección de Martínez ha emprendido una cruzada de desprestigio contra los sindicalistas en huelga y ahora busca desarticular el movimiento laboral a través del desgaste. “La estrategia de desgaste sigue siendo clara. En verdad estamos enfrentando la misma situación de negativas, de falta de respeto, de falta de voluntad que nosotros hemos venido denunciando todo este tiempo y ante esto nosotros vamos a seguir en resistencia aunque alcancemos una justa solución”, dice la periodista con una trayectoria de 17 años en Notimex.

A diferencia de otras huelgas en otras industrias como la minería y de telecomunicaciones estalladas en este Gobierno que se han resuelto en días e incluso en horas, Notimex lleva más de dos años y medio sin una resolución. Urrea hace hincapié en la travesía que ha representado mantenerse en huelga pese a las demandas que la dirección ha presentado en su contra, al riesgo que implicó mantener la lucha en plena pandemia y con la falta de voluntad de las autoridades laborales para hallar una resolución. No obstante, los periodistas sindicalizados no están dispuestos a ceder hasta que no se garantice que serán reinstalados en sus puestos de trabajo, que se les pagarán los sueldos caídos y prestaciones, así como que se respetará su contrato colectivo de trabajo.

Hasta diciembre de 2017, Notimex contaba con más de 380 empleados, 223 de ellos sindicalizados. Sanjuana Martínez fue propuesta como directora de Notimex por el presidente López Obrador a su llegada a la presidencia y fue ratificada por el Senado en marzo de 2019. Desde entonces, la periodista inició una serie de despidos masivos de personal y cerró todas las corresponsalías en el extranjero bajo el argumento de que la agencia había operado como una “mafia” y había dilapidado los recursos. Pese al limbo operativo en el que se encuentra Notimex, el proyecto de presupuesto de Egresos del siguiente año contempla erogar 237 millones de pesos para la operación de la agencia. Urrea asegura que esto es un buen signo, una señal de que el Ejecutivo no prevé cerrar el órgano público. Por ello y aún con las banderas rojinegras a sus espaldas, los trabajadores en huelga confían en encontrar una solución a una huelga que ya sobrepasa los dos años y medio de duración.

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