Sheinbaum anuncia una cirugía mayor para la Línea 1 del metro de Ciudad de México
La ruta más antigua y más utilizada de la capital permanecerá cerrada durante un año para instalar un nuevo sistema de vías y de trenes
La Línea 1 del metro de Ciudad de México estará cerrada durante un año por trabajos de remodelación. Así lo ha anunciado la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, en una conferencia de prensa este lunes. La ruta con la mayor afluencia diaria de pasajeros de la capital contará con trenes y un sistema de vías nuevos. Se trata de la obra más importante de mantenimiento y modernización en más de medio siglo de operaciones. Las autoridades esperan convertir la línea más antigua del país en la más moderna de América Latina y han dicho que se habilitarán servicios de apoyo para ofrecer alternativas de movilidad para los usuarios afectados. “Es una obra necesaria”, ha dicho Sheinbaum, “desde hace más de 10 años se tendría que haber hecho”. Está previsto que los trabajos inicien el próximo 9 de julio y concluyan en agosto de 2023.
La obra se llevará a cabo en dos fases, una para cada mitad de la línea, y tiene un costo proyectado de 37.000 millones de pesos (unos 1.860 millones de dólares al tipo de cambio actual) a pagarse en los próximos 19 años. La primera etapa durará de seis a ocho meses, hasta febrero próximo, y será entre las estaciones de Salto del Agua y Pantitlán, donde seguirán en servicio las otras líneas de metro que llegan a esa terminal. Para los trabajos previos, el tramo complementario desde la terminal de Observatorio hasta la estación de Balderas estará cerrado solo durante el próximo 9 y 10 de julio. Esto es para preparar la red para que solo opere en ese tramo durante los próximos meses. La segunda etapa continuará a partir de Balderas, después de que se reinaugure la mitad de la línea que va de Salto del Agua a Pantitlán.
Será una cirugía mayor, después de 53 años en servicio. El sistema de control está obsoleto. Las vías están deterioradas. El balasto y el cableado están desgastados. Los túneles necesitan adecuaciones. Los trenes fallan y se averían de forma recurrente. “Es una intervención fundamental”, ha señalado Sheinbaum, después de que su equipo diera el diagnóstico del deterioro de la Línea 1, una arteria clave que atraviesa la capital desde el oriente al poniente. El número de usuarios diarios es de 500.000, aunque promediaba los 750.000 pasajeros antes de la pandemia y alcanzó picos de hasta 900.000 personas.
El objetivo es reducir el tiempo de traslado de casi 50 minutos a media hora, desde Observatorio hasta Pantitlán. Las autoridades han dicho que se comprarán 39 trenes nuevos, que ya se están ensamblando en los talleres del Sistema de Transporte Colectivo y contarán con un mínimo del 35% de componentes nacionales. Los 25 trenes que dan servicio actualmente se reasignarán a otras líneas. Se espera que con este aumento en el número de unidades, se incremente la frecuencia y se reduzcan también los tiempos de espera en el andén a 90 segundos.
No habrá cambios significativos en la obra civil, pero sí se trabajará en la restauración de algunos túneles a lo largo de los 19 kilómetros de longitud de la línea. Se instalarán más accesos para personas en silla de ruedas, se sustituirán los pisos y las luminarias viejas, se arreglarán filtraciones de agua y habrá trabajos centrados en las vías, la señalización y los componentes electromecánicos, así como en los talleres. La Línea 1 había concluido su tiempo de vida útil desde hace más de 13 años y las autoridades reconocieron que uno de los principales motivos de la inversión es garantizar la seguridad de los usuarios. “Vamos a entregar una línea moderna”, ha declarado Sheinbaum.
El proyecto se planeó desde hace casi tres años. Una filial de la empresa china CRRC (también conocida como China Railway) ganó la licitación, que fue supervisada por la Organización de las Naciones Unidas. CRRC, una empresa del Gobierno chino, es el mayor fabricante ferroviario del mundo y en mayo dio a conocer que planea instalar una planta en México para abastecer a otros servicios de metro en América Latina. Al paralelo de los trabajos de remodelación de la Línea 1, se llevan a cabo los trabajos de rehabilitación y reconstrucción de la Línea 12, cerrada desde el colapso de un tramo que provocó la muerte de 26 personas en mayo del año pasado.
Alternativas para el cierre de la Línea 1
“Estamos haciendo todo lo posible para que no haya afectaciones graves”, ha comentado la jefa de Gobierno. La principal apuesta del Gobierno de la capital es que la mayoría de la demanda de usuarios pueda ser absorbida por otras líneas de metro, que son clave para desplazar a pasajeros que llegan desde la zona metropolitana al centro de la ciudad. La Línea 9, que corre al paralelo de la Línea 1, contará con más trenes para aumentar la capacidad de personas transportadas. La Línea 5, que también tiene correspondencia con Pantitlán, es otra de las alternativas recomendadas, así como la Línea B, que viene desde el Estado de México hasta el centro.
Las autoridades han anunciado que pondrán 220 autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) para sustituir el servicio en las estaciones cerradas de la Línea 1. El horario de operación será entre las cinco de la mañana y la medianoche. Estos camiones se detendrán en cada estación del metro cerrada y tendrán el mismo costo cargado a la tarjeta de movilidad. Los trasbordos entre los autobuses RTP y el metro no se cobrarán si los usuarios utilizan su tarjeta multimodal.
El plan también es reforzar el servicio en la Línea 2 del Metrobús y aumentar la frecuencia de unidades de la Línea 4 de trolebús, que van desde el oriente de la mancha urbana al centro de la ciudad. El Metrobús, por ejemplo, aumentará su flota en un 30%. Habrá carriles confinados en los principales ejes viales que corren al paralelo de la Línea 1 para que el flujo sea lo más rápido posible en ambos sentidos y se impulsará un servicio exprés desde la estación del Archivo General de la Nación hasta Pantitlán, sin paradas intermedias.
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