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Kenny Pickett, manos pequeñas y grandes sueños

Los excelentes números del ‘quarterback’ deberían bastar para tomarlo como un prospecto de élite, pero existen dudas a su alrededor por el tamaño de sus manos

Kenny Pickett jugando para el equipo los Pittsburgh Panthers contra los North Carolina en 2021.
Kenny Pickett jugando para el equipo los Pittsburgh Panthers contra los North Carolina en 2021.Justin Berl (Getty Images)
Antonio Ortuño

El draft de la NFL, que se celebró este fin de semana en Las Vegas, en Estados Unidos, es más que la obligada selección de novatos universitarios para una de las ligas más populares y dominantes del planeta entero (y que lo digan, si no, las cifras anuales de anunciantes y espectadores del Super Bowl): es una suerte de ritual iniciático. Cada año lo vemos repetirse. Las grandes estrellas del futbol americano colegial salen de la primera ronda del draft con destino a las franquicias profesionales con acuerdos mareantes, de millones de dólares, debajo del brazo.

En ocasiones las expectativas (y las ingentes apuestas económicas que las respaldan) se cumplen y los muchachos son un éxito, pero, no en pocas, esos jugadores tan mediáticos y llamativos, presionados hasta el límite desde el primer día, colapsan y se convierten en fracasos históricos. También llega a suceder lo contrario, desde luego: que novatos fuera del halo de los reflectores, y que son tomados en rondas tardías de selección, se conviertan en las verdaderas estrellas. Sin ir más lejos, Tom Brady, el quarterback (QB) más ganador de la historia y, para muchos, el más destacado deportista de la NFL de todos los tiempos, fue seleccionado en una sexta ronda. Es decir, que la totalidad de los equipos lo dejó pasar ante sus narices varias veces antes de que los Patriots de New England se decidieran a darle una oportunidad.

Esta es una liga de quarterbacks: ellos dominan el juego, deciden quién toma el balón y se lo hacen llegar, aplican las estrategias de ataque en el campo y protagonizan buena parte de las principales acciones. Solo que en el draft de este 2022, al contrario de lo que suele suceder, no había demasiados quarterbacks en el radar de los equipos. Solo uno fue seleccionado en la primera ronda, en el lugar número 20 (y desde 1997 no sucedía que el primer QB fuera seleccionado tan tarde): Kenneth Shane Pickett, de 23 años, jugador de los Panthers de la Universidad de Pittsburgh, quien jugará para la franquicia profesional de esta misma ciudad histórica en la NFL: los Pittsburgh Steelers, cuyo QB titular, Ben Roethlisberger, se retiró luego de 18 años en el equipo.

Kenny Pickett, como se le conoce popularmente, nació en junio de 1998 en Oakhurst, New Jersey. Se ganó la titularidad en los Pittsburgh Panthers en su segundo año colegial, pero sus cifras crecieron exponencialmente apenas en su última temporada, que acaba de terminar, en la que rompió los récords del más ilustre graduado de la escuela: el legendario QB Dan Marino. Los excelentes números de Pickett, quien fue seleccionado como parte del primer equipo de los mejores jugadores de la temporada, y fue votado como ganador del Trofeo Johnny Unitas (a un QB que muestra cualidades excepcionales de liderazgo) y como tercer lugar en el Trofeo Heismann (que se le otorga al jugador del año), deberían bastar para tomarlo como un prospecto de élite.

Pero existen dudas a su alrededor. La principal es que sus manos son más pequeñas que las del quarterback promedio, y el balón de la NFL es ligeramente mayor al del futbol colegial, lo cual podría provocar, a juicio de algunos expertos, que tuviera problemas para manejarlo y retenerlo. Otros piensan que, a pesar de su buena movilidad, Pickett es un QB demasiado tradicional, lejos del estilo corredor de Malik Willis, el prospecto favorito de algunos apostadores y especialistas, que, sin embargo, cayó hasta el lugar 86 global de reclutamiento, ya en la tercera ronda.

Pickett es muy popular en Pittsburgh, ya que guió a los Panthers a su mejor temporada desde 1976. Se le considera un héroe local y las televisoras registraron celebraciones en los bares deportivos en los que se seguía el draft cuando se anunció que los Steelers lo habían seleccionado. ¿Veremos un cuento de hadas y el muchacho dorado de la ciudad conseguirá una gran carrera en el equipo de sus amores? ¿O fallará y acabará en el armario en donde termina el recuerdo de todos aquellos que quisieron y no pudieron? Pase lo que pase, este será recordado como el draft de Kenny Pickett.

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