_
_
_
_
_

La Guardia Nacional dispara contra una camioneta con migrantes y deja un muerto de origen cubano

El vehículo transportaba a nueve migrantes en uno de los municipios cercanos a la frontera con Guatemala cuando fue interceptado por las autoridades

Migrantes enfrentamiento con Guardia Nacional
Migrantes avanzan hacia el norte caminando y a bordo de camiones en una carretera en Mapastepec, Chiapas, el pasado sábado.Isabel Mateos (Cuartoscuro)
Elena Reina

Los disparos de la Guardia Nacional de México contra una camioneta que trasladaba a nueve migrantes en uno de los municipios cercanos a la frontera con Guatemala ha provocado la muerte de uno de ellos y ha herido a otros cuatro. El tiroteo se produjo el domingo a unos 144 kilómetros al norte de Tapachula. Los migrantes viajaban en la batea de una pick up cuando fue interceptada por los soldados. Según la versión oficial de la institución, los agentes les dieron el alto, pero el chofer del vehículo ignoró las órdenes. Ahí fue cuando comenzaron los balazos. El suceso agita la ya tensa situación de la frontera sur de México, que vive desde hace un año la mayor crisis migratoria de su historia reciente.

A las 1:40 horas del domingo la camioneta circulaba por uno de esos pueblos rurales del sur del país que configuran la ruta migrante más habitual. Todos los que parten desde el núcleo urbano más grande de la frontera sur, Tapachula, suben como pueden —selva, carreteras secundarias, monte, agarrados al tren de mercancías, La Bestia, en combis, coches, taxis o autobuses— por estos municipios con dirección siempre al norte. Casi a la altura de Pijijiapan, en el ejido Echegaray, avanzaba el vehículo cuando una patrulla de la Guardia Nacional lo alcanzó.

La muerte del migrante de origen cubano esta semana sacude todavía más una crisis que viven los municipios de la frontera sur y explica el colapso de los últimos meses. En Tapachula, una ciudad de unos 350.0000 habitantes, hay al menos 63.000 migrantes varados esperando el refugio, según las cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar). Una institución que ha reconocido estar rebasada y con un presupuesto que no alcanza para la oleada de migrantes más fuerte.

Nunca en la historia México había recibido a tanta gente que huye de sus países. Si en 2019 fueron al menos 70.400, este año esperan más de 120.000, según cifras oficiales. Y la inmensa mayoría lo hace a través de Tapachula, donde se registra el 70% de las solicitudes de asilo, la única herramienta posible para recibir un papel que enseñar a los agentes de Migración, ganarse la vida y no ser deportado. Aunque su objetivo ha sido casi siempre alcanzar Estados Unidos, la represión de la patrulla fronteriza estadounidense ha disuadido a muchos, que buscan en la capital mexicana un nuevo refugio.

Hace dos semanas una caravana de unas 6.000 personas, según los medios locales, partía desde Tapachula hacia el norte. Y muchos de ellos se encuentran estos días a unos kilómetros del punto donde la patrulla de la Guardia Nacional disparó contra una camioneta, en Mapastepec. El objetivo de unirse para avanzar juntos los protege de los riesgos del camino en la clandestinidad. Todos han sorteado durante más de 10 días retenes, persecuciones, mafias, ladrones, narcotraficantes, para llegar tan solo a lo que cualquiera en un trayecto de coche se haría en poco más de una hora.

La Guardia Nacional es el cuerpo híbrido mitar y civil aupado por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde su llegada al poder en 2018 y se ha convertido en las fuerzas de seguridad federales más emblemáticas de este Gobierno. La nueva institución es la encargada desde hace dos años también del control en la frontera (norte y sur), aunque no tiene la facultad de detener migrantes, a menos que supongan un riesgo para la seguridad. Es el Instituto de Migración, un órgano civil dependiente de la Secretaría de Gobernación (Interior), quien se encarga de la retención y en su caso deportación de los migrantes irregulares.

Sobre el polémico operativo del domingo la dependencia ha insistido este lunes por la tarde en que los disparos comenzaron cuando se percataron de que la camioneta no se iba a detener, que buscaba “arrollar” a los agentes. Al acercarse la patrulla, muchos migrantes saltaron a la carretera y corrieron en todas las direcciones, pero fueron “rescatados”, el eufemismo del Gobierno cuando se trata de una detención por parte de militares armados. Dentro de la camioneta quedaron cuatro migrantes heridos por los balazos y un muerto, tumbado sobre la batea, del que las autoridades no han proporcionado por el momento más información.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Elena Reina
Es redactora de la sección de Madrid. Antes trabajó ocho años en la redacción de EL PAÍS México, donde se especializó en temas de narcotráfico, migración y feminicidios. Es coautora del libro ‘Rabia: ocho crónicas contra el cinismo en América Latina’ (Anagrama, 2022) y Premio Gabriel García Márquez de Periodismo a la mejor cobertura en 2020

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_