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Muere Ernesto Canto, el marchista de oro de México

El legendario medallista fallece a causa de un cáncer de hígado y páncreas

Diego Mancera
Ernesto Canto celebra su triunfo en Los Ángeles.
Ernesto Canto celebra su triunfo en Los Ángeles.Dave Tenenbaum (AP)

Los campeones olímpicos de México se cuentan con los dedos. En toda la historia de los Juegos Olímpicos, el país ha saboreado la medalla de oro en trece ocasiones. Una de ellas le pertenece a Ernesto Canto (Ciudad de México, 1959-2020). El marchista dorado firmó su estela de ganador en Los Ángeles 1984. En aquella tarde del 3 de agosto, Canto rompió la marca en los 20 kilómetros en una hora 18 minutos y 38 segundos la cual nadie pudo romper durante 10 años. Era competidor con el número 632 en el pecho. La hazaña fue aún mejor para los mexicanos porque otro de los suyos, Raúl González, terminó segundo. El uno-dos en el podio, no visto para los mexicanos desde Londres 1948 en equitación.

Canto falleció este viernes a causa de un cáncer de hígado y páncreas. Sus primeras competiciones las realizó cuando tenía nueve años. Como juvenil compitió en Canadá, Puerto Rico y en Bulgaria. La gran victoria internacional que consiguió en sus primeros años fue al ganar la Copa Lugano de Valencia en España. Canto fue el atleta mexicano que lo ganó todo. Entre 1982 y 1984 triunfó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, los Panamericanos, el Campeonato Mundial y, finalmente, el oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. La década de los ochenta consagraron su trayectoria a nivel mundial, en 1983 fue galardonado por la Asociación Internacional Federaciones de Atletismo (IAAF, ahora World Athletics) con el premio a mejor deportista de su disciplina.

“Es algo muy triste y doloroso para quienes fuimos sus compañeros, medallistas olímpicos. Yo, en especial, compartí con él, ese triunfo en Los Ángeles de hacer el uno-dos. Luchamos muchísimo, trabajamos muchísimo y al final, hicimos algo histórico para el deporte mexicano”, dijo Raúl González, coprotagonista de la gran tarde en Los Ángeles, a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).

Después de Canto, no hubo campeones mexicanos de marcha hasta la irrupción de Lupita González, quien ganó el oro en los Mundiales de Roma y en Taicang (China), en 2016 y 2018, respectivamente. En los Juegos Olímpicos de Río 2016, González se colgó la plata y se convirtió en la primera mexicana en conseguirla en esa competencia. Su triunfo rememoraba la gloria de Canto y del ídolo de este, Daniel Bautista. “Antes de llegar a casa, cuando lo llegaba a acompañar, siempre pasaba por pan para llevarle a su mamá”, recuerda el atleta Carlos Mercenario.

Ernesto Canto (632), durante la competencia en los Juegos Olímpicos de 1984.
Ernesto Canto (632), durante la competencia en los Juegos Olímpicos de 1984. AP

Ernesto Canto, tras retirarse en 1989, decidió involucrarse en la administración pública. Fue director adjunto de las actividades deportivas y recreativas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estuvo al frente de la división de Cultura Física y Deporte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de actividades deportivas en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Canto intentó llevar su disciplina deportiva en la Procuraduría (Fiscalía) mexicana e incluso trabajó para el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El triunfo de Ernesto Canto en Los Ángeles 1984 fue cuestionado. La extinta Unión Soviética renunció a participar en los Juegos Olímpicos debido a la tensión con el anfitrión, Estados Unidos. La gallardía del mexicano pudo más sobre sus competidores desde un año antes cuando conquistó el Mundial de marcha y ningún atleta soviético pudo quitarle el primer lugar. La resistencia de Canto deja una huella indeleble en el atletismo.

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Sobre la firma

Diego Mancera
Es coordinador de las portadas web de la edición América en EL PAÍS. Empezó a trabajar en la edición mexicana desde 2016 escribiendo historias deportivas. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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