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Videgaray rompe su silencio y salta contra Lozoya: “Tuvimos una mala relación personal. Es una venganza política”

Los acusados de recibir sobornos millonarios cargan contra el exdirector de Pemex en redes y en los tribunales, mientras el expresidente Peña Nieto evita hacer declaraciones

Beatriz Guillén
El exministro de Hacienda Luis Videgaray y el expresidente Enrique Peña Nieto, en un acto en 2017 en Ciudad de México.
El exministro de Hacienda Luis Videgaray y el expresidente Enrique Peña Nieto, en un acto en 2017 en Ciudad de México.EDGARD GARRIDO (REUTERS)

El expresidente Enrique Peña Nieto y su mano derecha Luis Videgaray son los dos hombres señalados como directores de la orquesta de corrupción formada alrededor del caso Odebrecht en las acusaciones del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, ante la justicia. Mientras Peña Nieto guarda silencio, Videgaray ha salido a defenderse. El exsecretario de Hacienda es definido como el responsable de manejar los sobornos millonarios para intervenir en la reforma energética que se fraguaba en el país. En un comunicado en Twitter —adonde no escribía desde 2018— Videgaray asegura que las imputaciones de Lozoya son “falsas, absurdas, inconsistentes y temerarias”. Y acusa al exdirector de Pemex de querer “librarse de las consecuencias de sus actos” y de “culpar a otros para salvarse”.

El hombre de confianza de Peña Nieto refiere como motivo de que Lozoya lo haya colocado en el centro de la orquesta de corrupción la conocida “mala relación personal” que ambos mantenían. El político, que no había hecho declaraciones hasta ahora, señala que rompe su silencio porque no va a permitir que se le difame por “una venganza política”.

A excepción del expresidente Peña Nieto, el resto de los políticos nombrados en la denuncia presentada por Emilio Lozoya ante la Fiscalía General de la República han corrido a las redes sociales para defenderse. O a los tribunales.

La reacción más contundente contra Lozoya ha sido la de Ricardo Anaya, diputado panista que contendió en las elecciones presidenciales de 2018, que ha acudido a los tribunales. El político avisó el miércoles por la noche de que iba a presentar este jueves a primera hora una demanda por daño moral contra Lozoya: “Ahora soy yo quien está llevando el caso ante un juez, para que se valoren las pruebas. Tengo la certeza de que no existe sustento alguno de la mentira infame que Lozoya ha inventado en mi contra”. En un vídeo, difundido en redes sociales, Anaya anunció que ha decidido “pasar de las palabras a los hechos”, porque “el señalamiento es absolutamente falso. La acusación contra mí resulta no solo falsa sino verdaderamente absurda. Solo me provoca repudio”.

Anaya está acusado de recibir 6,8 millones de pesos (más de 300.000 dólares) por orden de Luis Videgaray. “En dicha reunión, él [Anaya] me comentó de sus aspiraciones a ser gobernador de Querétaro, y que odiaba a su contrincante, el senador Francisco Domínguez por corrupto, pero que él había negociado con Luis Videgaray Caso que se le apoyara para llegar a dicha gubernatura”, señala Lozoya en su relato, según el documento oficial. El dinero, procedente de sobornos de Odebrecht, se le entregó “a un enlace designado por Anaya directamente en las instalaciones de la Cámara de Diputados, quien responde al nombre de Osiris Hernández [el secretario particular de Anaya]”.

Además, Lozoya cuenta en el documento cómo Anaya y otros legisladores panistas lo presionaban: “La extorsión era constante, pedían cita, se presentaban en mi despacho y exigían más dinero y extorsionaban con el argumento de que echarían abajo la reforma energética. Recuerdo específicamente los casos de Ricardo Anaya, Francisco Cabeza De Vaca y Francisco Domínguez cuya actitud era exagerada”.

Estos dos últimos hombres, actuales gobernadores de Tamaulipas y Querétaro, también se han defendido. Francisco Domínguez respondió el miércoles, aprovechando la visita del presidente López Obrador a su Estado, para impugnar las acusaciones de Lozoya. “No se puede creer en la palabra de un delincuente confeso y hoy doy la cara aquí y ante la autoridad. Sus declaraciones valen lo que su prestigio: nada”, ha dicho el gobernador de Querétaro, quien niega haber recibido los sobornos millonarios para aprobar la reforma energética, puesto que ese voto ya lo tenían por “convicción personal”.

Por su parte, Francisco Cabeza de Vaca, exsenador del PAN, acusado de lo mismo que su compañero, ha asegurado que va a responder “con determinación a las mentiras del delincuente confeso Lozoya”. “No voy a permitir que me usen con propósitos electorales ni para ocultar los graves problemas del país”. “Lo niego categóricamente”, ha añadido.

El expresidente Felipe Calderón (2006-2012), acusado por Lozoya de “gestar sólidos esquemas de corrupción” con Odebrecht durante su sexenio, ha calificado el “manejo ilegal y mediático del caso” como “un instrumento de venganza y persecución política” utilizado por el presidente López Obrador. “No le interesa la justicia, sino el linchamiento, haciendo en mi caso acusaciones ridículas”, ha escrito el mandatario del PAN en su cuenta de Twitter.

Lozoya denuncia que el Gobierno de Calderón instrumentó la venta de etano de Pemex a la empresa brasileña Braskem, de la que era accionista Odebrecht, para la planta Etileno XXI, pero “con un descuento inexplicable de 25% sobre el precio del mercado, lo que hacía super desventajosa la posición de Pemex”.

De este mismo período, Lozoya carga contra José Antonio González Anaya, que fue consejero y director de Pemex —además del IMSS— y le acusa de recibir 4,39 millones de pesos (unos 200.000 dólares) el 15 de septiembre de 2014; y contra José Antonio Meade, secretario de Energía de Calderón y quien presidió el consejo de Petróleos mexicanos. Lozoya asegura que a Meade le entregaron cuatro millones de pesos (unos 180.000 dólares) para mantener en vigor el contrato de Pemex con Braskem. “Fue en ese contexto de ese contrato de Etileno XXI, que Luis Videgaray Caso me informó que Braskem, la filial de Odebrecht, le debía dinero al grupo de Ernesto Cordero Arroyo y José Antonio Meade, el cual sería pagado por conducto de Luis Videgaray únicamente si les garantizaban la continuidad del contrato de Etileno XXI”.

Tanto González Anaya como Meade han respondido a las acusaciones en su cuenta de Twitter. El exdirector del IMSS califica los señalamientos de Lozoya como “un acto desesperado de quien sabiéndose culpable, pretende esquivar la justicia mediante el abuso del criterio de oportunidad”.

Por su parte, el exsecretario de Energía de Calderón ha asegurado que ya ha anticipado a las autoridades que está “formalmente localizable” y será “respetuoso con las investigaciones”. “Mi vida pública la dediqué a construir un mejor país, siempre con absoluta honorabilidad y legalidad. Un criterio de oportunidad sirve para conocer la verdad, no para acusar sin pruebas a quienes denunciamos ilícitos y ayudamos a que este caso se llevara a la justicia”, ha escrito en la red social el excandidato presidencial del PRI en 2018.

En la única referencia en la denuncia al partido en el poder, Emilio Lozoya señala al gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, de Morena, diciendo que le pidió un favor personal, el traslado de su hermano de una oficina en Guerrero a la Ciudad de México, a cambio de no oponerse a la reforma energética. Barbosa ha negado las acusaciones y ha asegurado que también va a tomar acciones legales contra el exdirector de Pemex: “Reto al señor Lozoya a presentar una sola prueba de ello, a cambio presentaré demanda por daño moral. Mi posición en la reforma energética fue públicamente en contra y de ello hay registros en el Senado; así como, la del grupo parlamentario que coordiné”.

Lozoya también ha embarrado a la periodista de El financiero Lourdes Mendoza, a quien asegura haber regalado un bolso de Chanel, valorado entre 4.000 y 5.000 dólares, por orden de Videgaray. En la denuncia del exdirector de Pemex se lee: “Pregunté a Luis Videgaray cómo le hacía para tener una prensa favorable, me dijo: ‘Tú no sabes usar el poder. Yo tengo una lista de periodistas, como Lourdes Mendoza, a quienes mantengo contentos con cañonazos de 50 mil a 100 mil pesos mensuales. Es la única forma de ganarle a (Miguel Ángel) Osorio Chong que me quiere desplazar”. Mendoza ha negado las acusaciones y ha asegurado que también irá a los tribunales.






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Beatriz Guillén
Reportera de EL PAÍS en México. Cubre temas sociales, con especial atención en derechos humanos, justicia, migración y violencia contra las mujeres. Graduada en Periodismo por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo en EL PAÍS.

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