Muere una tercera niña víctima del apuñalamiento múltiple en el noroeste de Inglaterra
La policía trata de determinar la motivación del ataque en la localidad de Southport durante un evento de danza infantil en torno a Taylor Swift
Una niña de nueve años, que se encontraba entre las heridas del apuñalamiento múltiple acaecido este lunes en Southport (noroeste de Inglaterra), ha fallecido este martes, según la policía del condado británico de Merseyside. Con ella, ya son tres las víctimas mortales de este ataque —junto con otras dos niñas de seis y siete años— que se produjo en un evento de danza infantil y del que todavía se continúa investigando la motivación. Ocho menores más se encuentran hospitalizados, cinco de ellos en estado crítico; al igual que dos adultos, uno de los cuales es la monitora de la clase de danza y yoga inspirada por la música de la cantante estadounidense Taylor Swift, que había agotado las 25 plazas disponibles.
El único detenido, que continúa bajo custodia, tiene 17 años, por lo que una vez imputado no se prevé que se dé a conocer su identidad, al ser menor de edad. La policía ha aclarado que el nombre que ha circulado en internet no es correcto. Los investigadores han confirmado, no obstante, algunos detalles: que procede de una familia que había escapado del genocidio en Ruanda, que nació en Cardiff (capital de Gales) y que desde 2013 residía en Banks, una pequeña localidad en el vecino condado de Lancashire, a 15 minutos de donde tuvo lugar el incidente.
Tras su detención, apenas 70 minutos después del ataque, la policía confirmó que no buscaba a más sospechosos y que descartaba la naturaleza terrorista. Las pesquisas se centran ahora, por tanto, en determinar la motivación. Los agentes se encuentran inmersos en la fase de análisis forense, tanto de la salud mental del joven, como de sus dispositivos electrónicos y de las propiedades relacionadas, para intentar determinar qué llevó a un menor de 17 años a emprender un ataque calificado por la propia policía de “atroz” y descrito por testigos presenciales como “propio de una película de terror”.
El incidente se produjo poco antes de las 11.50 de la mañana (una hora más en el horario peninsular español), cuando restaban apenas 10 minutos de una clase de dos horas para niños de entre seis y 12 años. El sospechoso, que llevaba una sudadera de color verde con capucha y la cara tapada con una mascarilla, llegó en taxi, según testigos. A continuación, entró en el llamado The Hart Space, un centro social para embarazadas, bebés y niños que organiza actos con regularidad, especialmente en estas semanas de vacaciones escolares.
Al estudio de danza se accede a través de un pequeño callejón y, según los vecinos, no se ve simplemente caminando por delante del edificio. La puerta de las instalaciones estaba abierta, precisamente para permitir a los niños usar al cuarto de baño. El presunto autor del ataque entró y, según explicó la policía, comenzó a apuñalar a cada niño que encontraba, pese a la intervención de varios adultos para detenerlo, entre ellos, la monitora que dirigía el evento, hospitalizada en estado crítico. También intentaron frenarle personas de negocios próximos y un hombre fue apuñalado en la pierna, según explicó su mujer a los medios de comunicación británicos. Algunos residentes lograron sacar a varios niños y meterlos en sus hogares para protegerlos.
Lo que siguió a continuación fueron escenas calificadas por quienes estaban en la zona de “horripilantes”, con menores saliendo del edificio con heridas de evidente gravedad y gritos de terror de padres y madres. Decenas de vehículos de emergencias, desde ambulancias a furgones policiales y de bomberos, llegaron al lugar, donde algunos de los niños fueron tratados por los paramédicos. Parte del personal responsable de atender a las víctimas fue visto poco después llorando en la propia zona del incidente, de la que los agentes de seguridad se llevaron a los padres de los menores asistentes. El hospital infantil de Alder Hey, uno de los cinco a los que fueron trasladados los heridos, declaró la situación “incidente grave” y pidió a los vecinos acudir a la unidad de urgencias únicamente en caso de extrema emergencia.
El área de Hart Street donde se produjeron los hechos, todavía acordonada, trata difícilmente de digerir lo acontecido. La ministra de Interior, Yvette Cooper, visitó el lugar —repleto de flores, poemas y juguetes, como osos de peluche— en la mañana de este martes, junto al diputado que representa a la circunscripción en Westminster, Patrick Hurley. Se trata de un barrio residencial en el que los vecinos destacan el “espíritu de comunidad”, por lo que los residentes y los negocios locales se han volcado con los afectados. Algunas tiendas han colgado el cartel de cerrado y, ante la vigilia convocada esta tarde, también los pubs cerrarán sus puertas.
El arco político e institucional británico ha reaccionado ante un episodio que, según el primer ministro, Keir Starmer, ha dejado a todo Reino Unido “profundamente impactado”. El rey Carlos III expresó también sus “más sentidas condolencias” en un comunicado en el que habló de su “shock al saber del incidente absolutamente horripilante”. Los príncipes de Gales declararon a través de sus redes sociales que, “como padres”, no podían “ni empezar a imaginar” por lo que están pasando los afectados.
La propia Taylor Swift, cuya música era el motivo central de la clase en la que ocurrió el apuñalamiento, se ha pronunciado también en Instagram, donde publicó un comunicado en el que dijo estar “completamente en shock” por “la pérdida de vida y de inocencia, y el trauma horrible infligido en todos los que estaban allí”. “Eran solo niños en una clase de baile. Jamás tendré manera de expresar mi simpatía hacia esas familias”, escribió. Seguidores de la artista han promovido una campaña de donación de fondos para ayudar a las familias de las víctimas y recaudar dinero para los hospitales que tratan a los heridos; en menos de 24 horas habían superado las 20.000 libras (unos 23.000 euros).
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