EE UU rechaza un alto el fuego en Gaza y solo ofrece pausas humanitarias ante los países árabes
Israel redobla los ataques en el norte de la Franja palestina, donde 400.000 civiles se encuentran cercados
El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, ha rechazado este sábado en Amán la petición de alto el fuego inmediato en Gaza que le han planteado varios países árabes de forma conjunta. Blinken argumentó que un cese de hostilidades beneficiaría a Hamás, al permitirle reagrupar sus fuerzas en la Franja para seguir atacando a Israel. En contrapartida, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos defendió en la capital jordana el establecimiento de pausas humanitarias puntuales —que Israel sigue sin aceptar— para permitir la entrada de ayuda humanitaria destinada a la población civil del enclave palestino.
En su segunda gira regional desde el estallido de la guerra en Gaza el 7 de octubre, tras el ataque de Hamás contra territorio israelí en el que murieron 1.400 personas y otras 240 fueron secuestradas, Blinken ha advertido de que un alto el fuego permitiría a la milicia islamista repetir una incursión letal contra Israel. “Ningún país puede aceptar esto”, aseguró el secretario de Estado, citado por Reuters. “Por ello es importante reafirmar el derecho de Israel a la autodefensa (...) al tiempo que debe respetar las leyes humanitarias de la guerra y garantizar que los civiles no sufren daño”, apostillo Blinken, quien recordó que, gracias a la mediación de Washington, este sábado han llegado a cruzar el paso de Rafah desde Egipto más de 100 camiones (una quinta parte de lo habitual antes de la contienda) con suministros básicos para la población gazatí.
Tras la muerte de cerca de 9.500 personas en Gaza en cuatro semanas de ataques israelíes, según fuentes sanitarias en el territorio palestino controlado por Hamás desde 2007, y la destrucción masiva de viviendas, infraestructuras y centros sanitarios, países como Jordania y Egipto han señalado que esas acciones “inaceptables” no pueden quedar justificadas por el derecho a la autodefensa.
Tanto el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, como su homólogo jordano, Ayman Safadi, insistieron en que la prioridad es ahora el cese de hostilidades para poder proteger a la población civil. Ambos consideraron que las discusiones planteadas por EE UU e Israel sobre el futuro de la franja de Gaza sin la presencia de Hamás deben quedar para más adelante. “¿Cómo vamos a prever qué puede pasar en Gaza si no sabemos qué tipo de Gaza va a quedar tras la guerra?”, puntualizó Safadi. “Los países árabes pedimos un inmediato alto el fuego, y frenar esta guerra y el asesinato de civiles inocentes, así como la destrucción que causa. Rechazamos calificarla como autodefensa”, agregó el ministro jordano en una conferencia de prensa conjunta con Shukri y Blinken.
En Amán se dieron cita además los ministros de Exteriores de Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, así como representantes diplomáticos de la Autoridad Nacional Palestina, y el primer ministro en funciones de Líbano, Nayib Mikati. Los países árabes han expresado su preocupación ante el riesgo de que el conflicto entre Israel y Hamás se extienda por la región. Los ataques contra territorio israelí de grupos chiíes aliados de Irán desde Líbano (partido-milicia Hezbolá) y Yemen (rebeldes Huthi) amenazan con propagar la escalada bélica.
Israel se opone frontalmente a un alto el fuego en Gaza y rechaza también las pausas humanitarias para la distribución de ayuda mientras no sean liberados todos los rehenes capturados por Hamás que permanecen secuestrados en la Franja. Los responsables israelíes alegan que la organización islamista puede aprovechar las interrupciones de las hostilidades para desviar parte de los suministros humanitarios hacia sus milicias.
El enviado de EE UU para asuntos humanitarios en Oriente Próximo, David Satterfield, aseguró también en Amán que Israel debe ofrecer garantías de que no atacará los puntos de recepción de ayuda humanitaria ni las rutas de suministro. Satterfield ha precisado este sábado que entre 350.000 y 400.000 civiles palestinos siguen cercados en el norte de Gaza por el avance de las tropas israelíes, que han intensificado las operaciones terrestres y aéreas contra las milicias de Hamás.
Pasillo humanitario
El ejército de Israel ofreció la apertura de un pasillo humanitario entre las 13.00 y las 16.00, hora local (una hora menos en la España peninsular), para que los civiles pudieran abandonar la zona sitiada y dirigirse hacia el sur a través de la carretera Saladino, que atraviesa la franja palestina de extremo a extremo. En medio de los intensos ataques registrados en los últimos días, los habitantes del norte prefirieron seguir ocultos en sus casas o en refugios como los recintos de instalaciones de la ONU.
La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) confirmó este sábado que la escuela de la ONU Al Fajura, en el campo de refugiados del Yabalia (al norte de la capital de la Franja) había sido atacada por Israel. Fuentes de Hamás elevaron a una docena la cifra de víctimas mortales, entre ellas varios niños. En el recinto escolar se habían agrupado miles de civiles en la confianza de que las instalaciones de Naciones Unidas cuentan con protección internacional y ofrecen una gran seguridad.
Portavoces del ejército israelí aseguraron que sus fuerzas no habían atacado la escuela de la ONU, aunque reconocieron que “la explosión de un ataque contra otro objetivo” pudo haber afectado al centro educativo. Una portavoz de la UNRWA dijo a Reuters que un proyectil había impactado de lleno en un patio escolar donde se habían plantado tiendas de campaña. Esta semana, al menos dos ataques israelíes en el campo de refugiados de Yabalia causaron cerca de 200 muertos, según el Ministerio de Sanidad palestino en la franja de Gaza.
En un movimiento inusual, las Fuerzas Armadas de Israel lanzaron también el sábado una operación puntual en el sur de la Franja, con carros de combate y excavadoras blindadas, para derribar varios edificios sembrados de cargas explosivas. El grueso de las operaciones se centraron en el norte, con el objetivo aparente de despejar el paso para un próximo avance masivo de tropas.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró este sábado en una vista a la frontera con Líbano que el ejército “no tiene interés en una guerra en el norte del país”, y que su prioridad sigue siendo concentrarse en las operaciones en Gaza. “Yahya Sinwar (líder de Hamás) cometió un error (al atacar a Israel) y selló el destino de Gaza. Si Hasán Nasralá (líder de Hezbolá) también comete un error, acabará determinando el destino de Líbano”, argumentó el exgeneral Gallant, según un comunicado oficial. Durante la misma jornada se sucedieron los intercambios de disparos de cohetes y artillería a ambos lados de la frontera entre Israel y Líbano.
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