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Putin armará con tanques a su guardia pretoriana tras admitir que Rusia estuvo al borde de “una guerra civil”

El Kremlin levanta los cargos contra los rebeldes de Wagner. La Guardia Nacional de Putin dispondrá de carros de combate en el futuro

El presidente ruso, Vladímir Putin, se dirige a las fuerzas de seguridad en el Kremlin tras la rebelión de la compañía de mercenarios Wagner Foto: SERGEI GUNEEV (SPUTNIK / REUTERS) | Vídeo: EPV
Javier G. Cuesta

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha reconocido que la rebelión que protagonizó el grupo Wagner el pasado sábado pudo haber desencadenado un conflicto en el país. “Ustedes defendieron el orden constitucional, la vida, la seguridad y la libertad de nuestros ciudadanos, salvaron a nuestra patria de los disturbios y, de hecho, detuvieron la guerra civil”, ha manifestado el mandatario en un discurso a las fuerzas de seguridad que han permanecido acuarteladas en la nación durante la invasión de Ucrania.

Putin ha hecho hincapié en “el coraje de los militares y la sociedad rusa”, aunque realmente la gigantesca columna que el líder de Wagner, Yevgueni Prigozhin, dirigió hacia Moscú solo se enfrentó a unos pocos helicópteros en su avance por dos regiones del país. Las negociaciones entre el Kremlin y el jefe de los mercenarios culminaron este martes con la retirada de todos los cargos contra Wagner por parte del Servicio Federal de Seguridad.

“Nuestros camaradas han muerto. Cumplieron con honor las órdenes y su deber militar sin inmutarse. Les pido que honren su memoria con un minuto de silencio”, ha manifestado el líder ruso en un acto en la plaza de las catedrales del Kremlin, donde estuvieron presentes algunos miembros del ejército, la policía y la Guardia Nacional, la llamada Rosgvardia. Esta última —una fuerza que no responde ante nadie más que el presidente, ni siquiera ante el Ministerio de Defensa— contará con carros de combate y otros vehículos en el futuro, ha anunciado su comandante, Víktor Zólotov.

“Esta cuestión es crucial ahora. No tenemos tanques ni otras armas pesadas. Los introduciremos en las tropas”, ha anunciado el militar, quien ha afirmado también que el rápido avance de Wagner “se explica por la concentración de fuerzas cerca de Moscú”.

El refuerzo de esta guardia personal del presidente, creada en 2016, se explica por la proliferación de los ejércitos privados. Algunos exasesores de Putin y militares han alzado la voz ante este problema, no solo por Wagner, sino también por la fuerza acumulada por el presidente checheno, Ramzán Kadírov y sus 70.000 kadirovitas.

Putin ha recalcado durante su discurso que la amenaza de Wagner no comprometió el frente ucranio. “No tuvimos que retirar unidades de combate de la operación militar especial”, ha afirmado el mandatario durante su discurso.

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Wagner se alzó contra el Gobierno mientras las Fuerzas Armadas rusas hacían frente a la laboriosa contraofensiva ucrania en el frente de Zaporiyia. El 30 de junio finalizaba el ultimátum del Ministerio de Defensa para que la compañía de mercenarios firmase un contrato por el que se pondría a su servicio. Prigozhin, acorralado al estar enfrentado abiertamente con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y su cúpula militar, se rebeló. Los mercenarios de Wagner tomaron los edificios militares de Rostov del Don y avanzaron por la región de Vorónezh rumbo a Moscú el 23 y 24 de junio. En su camino derribaron varios helicópteros, incluido un moderno Ka–52, y un avión de transporte ruso. Al menos una docena de militares rusos murieron.

El avance de Prigozhin acabó el sábado por la tarde tras llegar a un acuerdo con el Kremlin. Los miembros de Wagner podrían unirse a las Fuerzas Armadas rusas, continuar su carrera como mercenarios en Bielorrusia o abandonar las armas y volver a sus hogares. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, señaló este lunes en una entrevista en Russia Today que Wagner seguirá siendo útil en otras operaciones en otros países, especialmente de África.

La amnistía de los rebeldes fue formalizada este mismo martes. “Sus participantes detuvieron las acciones dirigidas directamente a cometer un delito el 24 de junio. Teniendo en cuenta esta y otras circunstancias relevantes para la investigación, la autoridad investigadora ha emitido el 27 de junio su decisión de cerrar el caso penal”, ha anunciado el Servicio Federal de Seguridad (FSB) a través de un comunicado.

Wagner recibió 1.000 millones del Estado

Putin también reveló que el Estado ruso pagó a Wagner 86.262 millones de rublos, unos 1.000 millones de euros, entre mayo de 2022 y de 2023. El mandatario ha desmentido así las palabras de hace un año del ministro Lavrov. “No hay nada de eso (Wagner) en Ucrania, solo una gran cantidad de mercenarios de países occidentales. Al hablar de ello buscan desviar la atención”, aseguró entonces el titular de Exteriores.

El destino de los mercenarios es desconocido por ahora. El Ministerio de Defensa ruso asegura haber comenzado los preparativos para que Wagner entregue su equipo militar pesado al ejército. Por su parte, el diario Viorstka asegura, citando fuentes locales, que la compañía se dispondría a construir un campamento con 8.000 plazas en la región bielorrusa de Moguiliov, a unos 200 kilómetros de la frontera ucrania. Sin embargo, la plataforma opositora Belaruski Gayun, enfocada a revelar el movimiento de tropas en el país dirigido por Aleksandr Lukashenko, dice no haber observado grandes movimientos de tropas rusas —más de 10 vehículos— ni la construcción de ningún campamento en su territorio.

Prigozhin ya se encuentra en Bielorrusia. El presidente Lukashenko ha confirmado que su jet privado voló este martes a Minsk y “le han proporcionado garantías de seguridad, como se le prometió”.

La fortaleza de Putin al mando de Rusia ha sido puesta en duda por el motín y por sus concesiones, aunque el Kremlin afirma, al menos de puertas para afuera, que estas acusaciones son solo palabrería. “No estamos de acuerdo. Hay muchas rabietas emocionales entre expertos y pseudoexpertos. No tiene nada que ver con la realidad. El nivel de unidad en torno al presidente es muy alto”, ha asegurado el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, este martes.

Lukashenko emerge como negociador

Lukashenko, el mediador de la paz entre el Kremlin y Wagner, ha reconocido que se tomó la rebelión en serio. “Di todas las órdenes para que el ejército estuviera completamente listo para el combate”, ha manifestado el presidente del país vecino a Rusia durante un encuentro en Minsk. “Si Rusia se derrumba, quedaremos bajo los escombros. Todos moriremos”, advirtió Lukashenko, que fue rescatado por el Kremlin en 2020 tras las protestas masivas contra el fraude electoral.

El mandatario ha ofrecido algunos detalles sobre sus primeros contactos con Prigozhin. Según Lukashenko, Putin se planteó “destruir” a Wagner porque Prigozhin no le cogía el teléfono, y fue el mandatario bielorruso quien supuestamente le convenció de que “no se precipitase”. Finalmente, Lukashenko logró hablar con Prigozhin y lo persuadió para comenzar las negociaciones a través de tres canales, incluido el FSB: “Cogió el teléfono de inmediato a las 11.00 (del sábado). Yevgueni estaba totalmente eufórico. En la primera ronda de 30 minutos se habló con palabrotas. Increíble, hubo 10 veces más palabrotas que vocabulario normal cuando analizamos después la conversación”.

“He instruido a mis medios, al secretario de prensa, que en ningún caso me califiquen a mí, a Putin o a Prigozhin como un héroe”, subrayó Lukashenko durante su intervención. Además de este presunto ejercicio de humildad, también quiso mandar un mensaje de apoyo al vituperado ministro de Defensa ruso: “Conozco el trabajo de Shoigú y a veces lo critican inmerecidamente”.

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