Cinco palestinos muertos en la primera incursión israelí con helicópteros en Cisjordania desde 2005

El Ejército israelí ha efectuado este lunes en la ciudad de Yenín una redada que refleja el potencial explosivo de la situación en Cisjordania, en medio de crecientes llamamientos en el seno del Gobierno de Benjamín Netanyahu y del liderazgo colono a una gran operación terrestre en el norte de este territorio ocupado. La incursión ha provocado la muerte de cinco palestinos, entre ellos un adolescente, y 91 heridos. Entre los soldados y policías de fronteras israelíes se han registrado otros siete heridos. Es la primera vez desde el fin de la Segunda Intifada, en 2005, que las Fuerzas Armadas israelíes abren fuego en Cisjordania desde helicópteros Apache. Lo han hecho para facilitar la evacuación de sus tropas, en medio de lo que han descrito como un “intenso tiroteo” con milicianos locales.

Dos de los muertos son milicianos de la Yihad Islámica y un tercero, de Hamás. Otros dos han sido arrestados. Las redadas en Cisjordania son prácticamente diarias, pero no es habitual que deriven en nueve horas de enfrentamientos. Tampoco que las tropas israelíes se vean forzadas a dejar atrás un vehículo acorazado ―dañado con un explosivo trampa en una emboscada― y todoterrenos militares por haber quedado demasiado expuestos al fuego de los grupos armados palestinos.

Aunque, aparentemente, los helicópteros no dispararon directamente contra los milicianos, su empleo muestra cómo Yenín y Nablus, las dos principales ciudades del norte de Cisjordania, se han convertido en bastiones de jóvenes armados ―cada vez mejor organizados al margen de las milicias tradicionales― que reaccionan sistemáticamente a las incursiones con una mezcla de disparos, explosivos y piedras. “Seguiremos tomando un enfoque ofensivo. Usaremos todos los medios a nuestra disposición”, ha tuiteado el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant. La Yihad Islámica ha asegurado que el empleo de disparos aéreos ―que también era ocasional durante la Segunda Intifada (2000-2005)― llevará a sus hombres a “usar herramientas que sorprenderán al enemigo”.

El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina ha calificado la operación en Yenín de “peligrosa escalada que arrastrará a la región a un mayor derramamiento de sangre” y ha pedido a la comunidad internacional que “intervenga de forma inmediata”.

La incursión de este lunes se produce en medio de un runrún en torno a una gran operación terrestre en el norte de Cisjordania, que pide desde hace meses el sector más radical del Ejecutivo que juró en diciembre, el más derechista de los 75 años de historia de Israel. El ministro de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, ha tuiteado tras la redada que “ha llegado el momento de sustituir las operaciones con pinzas por una más amplia para erradicar los nidos de terrorismo en el norte de Samaria [nombre oficial israelí de la zona] y restaurar la disuasión y la seguridad”. En febrero ya se produjo en Nablus la incursión en Cisjordania más letal desde 2005, con 11 palestinos muertos (cuatro de ellos civiles) y más de 100 heridos. Un mes antes, las Fuerzas Armadas israelíes mataron a otros 10 palestinos en otra, también en Yenín.

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