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Israel impide la entrada a una eurodiputada española que integraba una delegación oficial a Palestina

Ana Miranda, del BNG, ha sido obligada a volar de vuelta a Madrid desde Tel Aviv. La diplomacia israelí, que le había dado el visto bueno previo, sugiere que la decisión se debe a que participó en la flotilla a Gaza de 2015

Ana Miranda BNG
Ana Miranda, el pasado enero en el Parlamento Europeo.Fred MARVAUX (Europa Press)

Israel ha impedido la entrada este martes a la eurodiputada española Ana Miranda. La parlamentaria, del Bloque Nacionalista Galego (BNG), integraba una delegación oficial a Palestina formada por cuatro grupos de la Eurocámara. “Tras siete horas en la zona de control de la frontera y de presión diplomática intensa de la delegación”, fue la única del grupo que se vio obligada a volar de vuelta a Madrid desde el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv, ha señalado a este periódico en un mensaje de texto antes de embarcar.

Miranda asegura que las autoridades en la frontera justificaron la medida en que participó en 2015 en una de las flotillas hacia Gaza (una iniciativa de activistas propalestinos para denunciar el bloqueo a la Franja), pese a que ya había expirado la prohibición de entrar en Israel que le acarreó aquella acción de 2015 y a que había recibido el visto bueno previo del Ministerio israelí de Exteriores.

La eurodiputada danesa del grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea ―al que también pertenece Miranda― que encabeza la iniciativa, Margrete Auken, ha difundido en Twitter un correo electrónico en el que el director del Departamento de Organizaciones Europeas de la diplomacia israelí, Assaf Moran, confirma que Miranda podría acceder al país.

Consultado por este periódico, el Ministerio de Exteriores ha remitido una respuesta genérica en la que subraya que ”el Estado de Israel no permitirá el ingreso al país a quienes intenten dañarlo, colaboren con organizaciones terroristas o intenten llegar ilegalmente”, ni a los “miembros del Parlamento Europeo que hayan expresado su apoyo a organizaciones terroristas o que en el pasado intentaron ingresar ilegalmente a Israel”. Este último punto se refiere a Miranda, ha confirmado uno de sus portavoces. No trató de llegar al país, sino a Gaza, pero Israel patrulla y controla el espacio marítimo de la Franja. Exteriores no ha aclarado si dio luz verde previa a la entrada de Miranda. La Autoridad de Migración, dependiente de Interior y también contactada por este periódico, tampoco se ha pronunciado al respecto.

La europarlamentaria, que forma parte de las delegaciones de relaciones con Palestina y con Israel, asegura que el gabinete de la presidenta de la Cámara, Roberta Metsola, contactó sin éxito a las autoridades israelíes para tratar de revertir la decisión.

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El incidente ha sido recibido con “preocupación” y “decepción” en Bruselas. “Lamentamos la decisión de denegarle la entrada a Israel a Ana Miranda (…) que viajaba vía Israel a Palestina como miembro de una delegación oficial del Parlamento Europeo, pese a lo cual, se le denegó la entrada”, ha dicho una portavoz de la Comisión Europea para Asuntos Exteriores, Nabila Massrali. Más allá de la “profunda decepción” que esta decisión de Israel supone, Bruselas se declara “sorprendida” por la misma, en vista de que las autoridades israelíes estaban avisadas con tiempo de la visita y “su ingreso había sido autorizado expresamente por las autoridades israelíes” ha recordado Massrali, que ha subrayado, además, que “los miembros del Parlamento Europeo tienen el derecho a ejercer su mandato”.

También la presidenta de la Eurocámara se ha declarado “profundamente decepcionada” por la expulsión de la eurodiputada gallega y ha anunciado su intención de contactar con las autoridades israelíes para “aclarar lo sucedido y manifestar nuestra preocupación”, según ha dicho en un mensaje en las redes sociales. Además, Metsola ha adelantado que, una vez conozca todos los detalles, hablará con los líderes de los grupos políticos de la Eurocámara “para ver cómo evitar que algo así suceda de nuevo”.

Prohibición

No se puede acceder a los territorios palestinos ocupados de Jerusalén Este y Cisjordania sin cruzar un puesto fronterizo controlado por Israel o aterrizar en un aeropuerto del país. Por lo general, las autoridades vetan la entrada a políticos, activistas o visitantes que se hayan pronunciado públicamente en defensa de la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) al país o a los asentamientos judíos, según una enmienda que aprobó el Parlamento en 2017.

Miranda no es la primera eurodiputada a la que Israel deniega la entrada a su territorio. De hecho, en esta visita inicialmente iba a participar Manu Pineda, el eurodiputado de Izquierda Unida y activista propalestino que preside la Delegación para las Relaciones con Palestina del Parlamento Europeo, pero el Ministerio de Exteriores israelí le notificó la semana pasada que no le permitiría la entrada, según explicó el pasado miércoles en rueda de prensa en Estrasburgo. Ya sucedió lo mismo el pasado mayo y la delegación decidió cancelar la visita. En esta ocasión, la mantuvo sin Pineda.

A consecuencia del veto a Pineda, la misión está encabezada por Auken, vicepresidenta de la delegación para las relaciones con Palestina. Viajan con ella la irlandesa Grace O’Sullivan, también de los Verdes/ALE, así como los socialistas españoles César Luena y Nicolás González Casares (del grupo Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, S&D); la francesa Salima Yenbou (del grupo liberal Renew) y dos eurodiputados del grupo La Izquierda, el portugués Joao Pimenta Lopes y el belga Marc Botenga.

Israel también ha negado el acceso a quienes han participado en acciones o hecho declaraciones consideradas particularmente hostiles. Por ejemplo, en 2019, prohibió visitar Palestina a las congresistas demócratas Ilhan Omar y Rashida Tlaib, las primeras legisladoras musulmanas en la historia de Estados Unidos. Y ya en 2008 y en 2010 impidió la entrada a los académicos estadounidenses Norman Finkelstein y Noam Chomsky, respectivamente. La aplicación de la norma no es, sin embargo, siempre uniforme. El mismo Pineda, que no ha recibido luz verde para integrar la delegación, sí pudo entrar en Israel para visitar oficialmente Palestina en 2020, cuando llevaba años de activismo propalestino y la ley anti-BDS ya estaba en vigor.

En conversación telefónica con este diario, Pineda ha calificado de “grave” que Israel pueda actuar con Miranda y con él mismo “con la impunidad que lo hace” y se ha declarado “frustrado” con la respuesta oficial de las autoridades europeas al nuevo incidente.

Para el eurodiputado español, se requieren “medidas de reciprocidad”, un extremo al que por el momento el Parlamento Europeo no parece dispuesto. “Si [Metsola] quiere hacer respetar la dignidad del Parlamento Europeo que preside [...] mientras que Israel no permita la entrada de eurodiputados a Palestina, debería impedir, igual que hace con China o Rusia, la entrada al Parlamento Europeo de cualquier representante electo o diplomático del Estado de Israel”, sostiene.

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