La UE se desmarca de Washington y Londres y mantiene a su personal diplomático en Ucrania
Bruselas anuncia que redobla la ayuda financiera para sostener al Gobierno de Zelenski en Kiev
La Unión Europea se ha mostrado este lunes dispuesta a mantener su presencia diplomática en Kiev a pesar de que EE UU y Reino Unido han anunciado la retirada de Ucrania de parte de su personal civil por razones de seguridad. Bruselas considera de momento innecesario ese movimiento de precaución e, incluso, quiere aumentar su apoyo económico y empresarial para contrarrestar la desestabilización que están provocando en el país las continuas amenazas bélicas de Rusia.
La UE ha reiterado que cualquier ataque de Moscú desencadenará represalias económicas sin precedentes. Y la OTAN ha hecho recuento del despliegue de fuerzas de los aliados en el flanco oriental, un gesto de fuerza que ha llevado al Kremlin a asegurar que la probabilidad de un conflicto es más alta que nunca.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado un paquete de asistencia macrofinanciera de 1.200 millones de euros para ayudar al Gobierno de Volodimir Zelenski “a afrontar las necesidades financieras originadas por el conflicto”. Von der Leyen confía en que el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo aprueben rápidamente la propuesta “para proceder rápidamente a un primer desembolso de 600 millones de euros”.
Bruselas casi doblará, además, las subvenciones a fondo perdido que ofrecerá a Ucrania este año, añadiendo 120 millones de euros a los 160 millones ya previsto, según ha detallado la presidenta de la Comisión.
El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha descartado por su parte secundar la decisión de Washington de comenzar a reducir la presencia diplomática en Kiev a menos que EE UU facilite información que justifique la alerta. “No vamos a hacer lo mismo [que EE UU]”, ha señalado Borrell a su llegada a la reunión del consejo de ministros de Exteriores de la UE en Bruselas. El jefe de la diplomacia europea considera: “Mientras las negociaciones [con Moscú] continúen, y de momento continúan, no pienso que sea necesario salir de Ucrania”.
La UE parece apostar así por una escalada de tensión a medio plazo pero sin un desenlace armado inmediato. Washington, en cambio, asegura que el ataque de las fuerzas rusas contra Ucrania podría producirse en cualquier momento. Y Moscú acusa una y otra vez a Kiev, este mismo lunes de nuevo, de estar preparando un ataque militar contra las provincias ucranianas del Donbás que están en manos de rebeldes prorrusos, una amenaza que, real o no, podría brindar al Kremlin la excusa para irrumpir en el territorio de su país vecino.
Los ministros de Exteriores de la UE han analizado la posibilidad de ese ataque en una reunión por videoconferencia con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. Y después, a puerta cerrada, los europeos han abordado los planes de represalias y contingencia que se adoptarían en caso de que el presidente ruso, Vladímir Putin, consume una invasión del territorio ucraniano.
Al término del encuentro con Blinken, Borrell ha comentado en rueda de prensa que “no hay ningún elemento nuevo que haga temer un ataque inminente” de Rusia contra Ucrania. El jefe de la diplomacia europea ha abogado por “no dramatizar” para no contribuir a una escalada de tensión que podría tener repercusiones sobre el terreno y sobre la economía.
Los ministros de Exteriores de la UE han aprobado por unanimidad un texto en el que reiteran la advertencia a Moscú de que “cualquier nueva agresión militar de Rusia contra Ucrania tendrá consecuencias enormes y costes elevadísimos”. El documento detalla de manera oficial por primera vez que las represalias económicas de la UE y de sus aliados occidentales no afectarán solo a altos cargos rusos sino también “a una amplia gama de sectores”. La UE mantiene un hermetismo total sobre el alcance de las posibles sanciones porque “no dar información forma parte de la disuasión”, según Borrell. “Pero no se preocupen, las medidas estarán listas si llega el momento”, ha añadido el Alto Representante.
Los 27 consideran innegociables ni susceptibles de revisión los textos fundacionales de la seguridad europea tras la Guerra Fría, como el acta de Helsinki o la carta de París. Y señalan que su violación por parte de Moscú sería “una amenaza para la paz y la estabilidad en nuestro continente”.
El documento, cargado de párrafos muy duros contra la Rusia de Putin, mantiene la oferta de diálogo como la mejor vía para resolver el conflicto. Y ofrece un apoyo sin fisuras a la integridad y la soberanía de Ucrania frente a las agresiones que viene sufriendo.
“Cualquier forma de agresión por parte del Gobierno ruso tendrá una postura clara, una respuesta clara por parte de los europeos junto con los estadounidenses y en el marco de la OTAN”, ha señalado la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, a su llegada a Bruselas. Pero ha añadido que mientas se contemplan todos los escenarios, la prioridad debe ser la ayuda económica al país asediado.
“Es importante que vigilemos la situación económica de Ucrania, su estabilización”, ha afirmado Baerbock antes de la reunión de los ministros europeos. Y ha añadido: “Estamos trabajando muy estrechamente con Ucrania, tanto en términos de apoyo financiero como de asistencia económica”.
Baerbock también se ha desmarcado de la retirada de personal diplomático anunciada por Washington y ha insistido en que la presencia diplomática y empresarial en Ucrania puede contribuir a estabilizar la situación y a propiciar una desescalada de la tensión. La ministra ha asegurado que la seguridad del personal es la prioridad absoluta “pero también es importante que no contribuyamos a aumentar la incertidumbre de la situación, sino que sigamos apoyando claramente al Gobierno ucranio y, sobre todo, que mantengamos la estabilidad del país”.
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