El médico forense defiende en el juicio la autopsia de George Floyd: “Fue un homicidio”
El doctor Baker sostiene que el consumo de drogas y las enfermedades cardíacas del afroamericano jugaron un papel, pero “no eran causas directas de la muerte”
Andrew Baker, el médico forense que realizó la autopsia de George Floyd, y concluyó que su muerte fue un homicidio, ha testificado este viernes en el juicio contra el expolicía Derek Chauvin, acusado de asesinar a Floyd, que el uso de la fuerza de los agentes y la presión ejercida en su cuello durante más de nueve minutos fue “más de lo que Floyd podía soportar considerando sus afecciones cardíacas”. Baker reafirmó que el fallecimiento fue producto de “un homicidio”. La defensa de Chauvin intenta demostrar que el símbolo del movimiento racial sufrió una sobredosis y murió a causa de una arritmia. Para que el jurado encuentre culpable al acusado, sus acciones solo deben haber sido un “factor causal sustancial” de la muerte de Floyd, no el único motivo.
Debido al historial de salud de George Floyd, su corazón estaba “limitado en su capacidad para proporcionar más oxígeno” ante una situación que le supusiera una demanda mayor, como ocurrió al momento de su detención, ha explicado Baker, quien se desempeña desde 2004 como médico forense jefe del condado de Hennepin (Minneapolis), jurisdicción en la que se produjeron los hechos. Las arterias coronarias de Floyd se estrecharon cuando los policías lo inmovilizaron, una señal de “una enfermedad cardíaca subyacente muy grave”, apuntó el doctor. También detalló que el hombre de 46 años tenía “una enfermedad cardíaca hipertensiva”, lo que significa que su corazón pesaba más de lo que debería.
Lindsey Thomas, una reputada patóloga forense y mentora de Baker, testificó este viernes que Floyd murió de asfixia debido a la compresión sobre su cuello y la represión ejercida por los agentes que lo arrestaron. “No hay evidencia que sugiera que [Floyd] hubiera muerto esa noche excepto por las interacciones con las fuerzas del orden”, afirmó Thomas, quien descartó que una sobredosis fuese la causa de su muerte. La doctora explicó que la autopsia fue “excelente para descartar cosas”, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral, pero que fueron los vídeos los que la llevaron a concluir que Floyd falleció por falta de oxígeno, en contraposición a lo que intenta argumentar la defensa de Chauvin.
“Lo que observé en todos estos vídeos es que esto no fue una muerte súbita ... No hubo nada repentino en la muerte [de George Floyd]”, sostuvo Thomas. “Esta es una muerte en la que tanto el corazón como los pulmones dejaron de funcionar debido a la compresión de las fuerzas del orden”, agregó. La médico forense coincidió con Baker de que la muerte de Floyd fue un homicidio. En lenguaje médico, un homicidio se refiere a una muerte a manos de otra persona o de otras personas, pero no es una determinación penal ni un término legal. Eso lo decidirán los 12 miembros del jurado.
El certificado de defunción de Floyd enumera en un apartado designado “otras afecciones” que contribuyeron a la muerte sus enfermedades cardíacas y la presencia de fentanilo y metanfetamina. Thomas aclaró, como ya apunta la autopsia, que la ingesta de droga no fue la causa de la muerte en el caso de Floyd. Uno de los puntos que la defensa de Chauvin quiere sacar punta es que la palabra “asfixia” no aparece en la autopsia de Floyd. La patóloga forense sostuvo que ella también evita usar esa palabra en los certificados de defunción porque requiere demasiada explicación.
La defensa del expolicía ha insistido en que la presencia de fentanilo y metanfetamina en la sangre de Floyd, sumado a su mala salud cardiaca, fueron las causas de muerte. La doctora Thomas aclaró que el nivel de metanfetamina que tenía el afroamericano era “muy bajo”. Considerando esos datos, ella descartó la sobredosis de drogas como un factor en la muerte de Floyd. Thomas apuntó que las muertes por fentanilo tienden a ser “pacíficas” y los afectados “no luchan”, algo que, como se puede ver en el brutal vídeo, no fue el caso de quien para muchos es un mártir de la lucha racial.
La doctora dijo que, además de todos los documentos sobre la defunción, necesitó ver el vídeo que dio la vuelta al mundo para determinar qué condujo a la muerte de Floyd. En esas imágenes se aprecia que el detenido, esposado, boca abajo, y con tres agentes sobre su cuerpo, “no podía respirar adecuadamente”. El abogado de Chauvin dijo en los argumentos iniciales que esto no se trataba solo del vídeo. Para la Fiscalía, todo está ahí. Thomas también destacó la grabación de la tienda donde el afroamericano compró un paquete de tabaco con un billete falso de 20 dólares antes del arresto. En esas imágenes, que se han mostrado en el juicio, se ve a Floyd sociable y animado.
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