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El movimiento indígena de Ecuador se moviliza ante la indefinición del resultado electoral

La desconfianza entre los candidatos Guillermo Lasso y Yaku Pérez complica el recuento de votos para confirmar quién pasará a segunda vuelta. Los manifestantes convocan protestas desde este miércoles

Simpatizantes de Yaku Pérez en una manifestación
Simpatizantes del candidato presidencial ecuatoriano Yaku Pérez, el pasado viernes frente a la sede de la autoridad electoral en Quito.José Jácome (EFE)

Ecuador se fue de puente de Carnaval el viernes pasado con la tranquilidad de que la pugna para saber qué candidato irá al desempate contra Andrés Arauz, el ganador de la primera vuelta de las presidenciales, se resolvería en un contexto de buena voluntad política entre los dos aspirantes al segundo puesto. Pero la tónica conciliadora con la que se fraguó un acuerdo entre la autoridad electoral y los dos aspirantes, el conservador Guillermo Lasso y el líder indígena Yaku Pérez, saltó por los aires antes de que terminaran los cuatro días festivos. Este martes se cumplen 10 días desde la jornada electoral del domingo 7 de febrero y no se han proclamado resultados definitivos ni ha comenzado el recuento de más de seis millones de votos, de un total de 11 millones. Ante esta indefinición, el movimiento indígena convocó desde este miércoles protestas y cortes de carreteras.

El acuerdo político alcanzado el pasado viernes tras una tensa reunión contaba con la aceptación de Lasso y Pérez y del Consejo Nacional Electoral (CNE) para reabrir las urnas en 16 de las 24 provincias del país andino. Acordaron que, cuando aún había acabado el primer escrutinio, se volverían a contar el 50% de los votos en 15 de ellas y el 100% en Guayas, una región decisiva. Sin embargo, cuando el conteo iba por el 90%, el candidato conservador comenzó a remontar pese a que el dirigente indígena había mantenido hasta ese momento una ventaja constante de apenas unas décimas. Y se retractó.

Con estas premisas, los líderes indígenas convocaron a movilizaciones coincidiendo con el fin del puente de Carnaval. La sombra de las violentas protestas de octubre de 2019, que obligaron al Gobierno a trasladar su sede de Quito a Guayaquil, es aún un recuerdo muy vivo en Ecuador y en esta ocasión los manifestantes prometen tomar las calles cuando faltan menos dos meses para la segunda vuelta y el resultado de la primera votación está aún en un limbo.

El domingo por la noche, Lasso envió un comunicado público de tres páginas con un párrafo que echaba por tierra todo lo avanzado en la negociación. “Me ratifico en que se abra el 100% de las actas de la provincia de Guayas y, si hubiere consenso con los demás candidatos, hasta el 50% de las siguientes provincias: Los Ríos, Manabí, El Oro, Esmeraldas, Pichincha y Bolívar, que inicialmente fueron las mencionadas públicamente por el candidato Yaku Pérez”, escribió el candidato conservador. “Me parece inoficioso y una pérdida de tiempo abrir el 50% de las urnas de las otras nueve provincias que ha escogido unilateralmente el candidato Pérez, ya que en ellas él me ganó ampliamente y yo acepto ese resultado. Lo que no aceptaría jamás es una posible intención de aumentar en esas provincias ilegalmente el resultado a su favor y en mi perjuicio”.

Yaku Pérez, en un hilo de mensajes en Twitter, confirmó la ruptura entre ambos. “¿Por qué se echa para atrás en el recuento de votos? ¿Qué hizo usted y el CNE que no quieren que sepa Ecuador? Para usted la política es un juego, para mí es la oportunidad de cambiar la vida de millones de ecuatorianos. Abrir las urnas es defender la democracia”, contestó. Desde ese momento, el destino electoral de Ecuador ha entrado en un rumbo incierto cuyo desenlace recae sobre el Consejo Nacional Electoral.

El ente encargado de supervisar las elecciones debe emitir una resolución para dar inicio al recuento de votos o para cancelarlo y proclamar los resultados. En ambos casos, necesita revestir de legalidad su decisión. Y en ambos casos, se prevé que haya disconformidad de una o de otra parte. Para resolver el asunto, convocó una reunión el lunes por la tarde, que finalmente quedó suspendida. La aplazó a la noche de este martes, pero en el orden del día no constaba ninguna referencia al tema de la reapertura de urnas, pese al mensaje de preocupación que el presidente del país, Lenín Moreno, había enviado en pleno Carnaval. “Me preocupa la suspensión de la sesión del Consejo Nacional Electoral de esta noche [por el lunes]. El compromiso de actuar con seriedad y sensatez hacia el país requiere transparencia y sentido de oportunidad en su pronunciamiento. He dispuesto al Ministerio de Finanzas atender el requerimiento de recursos si fuese necesario”.

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