El Supremo fuerza a Bolsonaro a renunciar a colocar a un amigo como jefe de la Policía Federal

La toma de posesión del nuevo jefe de la Policía Federal de Brasil ha sido provisionalmente suspendida este miércoles por la mañana por un juez del Tribunal Supremo cuatro horas antes de la ceremonia. Un juez del alto tribunal ha aceptado el recurso de un partido izquierdista que considera el nombramiento arbitrario y una vía para que el presidente, Jair Bolsonaro, interfiera en los asuntos de la policía. Forzado por el Supremo, Bolsonaro ha renunciado por la tarde a su candidato, Alexandre Ramagem, hasta ahora director del servicio secreto brasileño Abin y amigo de la familia.

Un juez del Supremo ha aceptado el recurso de un partido izquierdista que sostiene que este nombramiento es arbitrario y que con él el mandatario puede interferir en los asuntos de la policía. El puesto en cuestión es aún más sensible desde que el martes el Supremo dio su aval a que se investigue en un plazo de 60 días a Bolsonaro por injerencias políticas precisamente en la policía, que también tiene en el punto de mira a dos de sus hijos. El fallo de este miércoles es la última réplica del terremoto causado por la dimisión de Sergio Moro como ministro de Justicia el pasado viernes.

El recurso del partido izquierdista PDT (Partido Demócrata Laborista) sostiene que al nombrar a Ramagen, Bolsonaro incurrió en “abuso de poder”. El Supremo le da ahora la razón provisionalmente y suspende la ceremonia de asunción del cargo, prevista para esta tarde en Brasilia. “Los nombramientos de cargos públicos deben observar no solo el principio de legalidad sino también los principios de impersonalidad, moralidad e interés público”, escribe el juez que firma el fallo.

La Policía Federal sumó el lunes a sus encargos el de investigar a instancias de la fiscalía las acusaciones del ministro saliente Sergio Moro contra el jefe del Estado por presionar a la cúpula anterior del cuerpo e interferir en pesquisas.

Moro, el juez del caso de corrupción Lava Jato contra la corrupción, salió del Gobierno acusando públicamente al presidente Bolsonaro de intentar interferir en la policía para proteger a su familia de investigaciones en marcha. El puesto está vacante porque el anterior, aliado de Moro, salió con él.

Ahora, una de las designaciones se le vuelve en contra al presidente. Para sustituir al ministro Moro, el mandatario ultraderechista eligió al abogado general del Estado, André Mendonça, que en su toma de posesión ha afirmado que Bolsonaro “es desde hace 30 años un profeta en el combate al crimen”. Mendonça, abogado y pastor evangélico, ha anunciado más operaciones policiales. La elección de Ramagem para comandar la policía generó, desde el primer momento, rechazo tanto dentro del cuerpo como en la oposición.

Los problemas se le acumulan a Bolsonaro que en una semana perdió al ministro de Justicia y echó al de Salud. Quién dirige la Policía Federal es considerado crucial en un momento en que el presidente y su clan tienen varios frentes políticos y jurídicos abiertos. Pero luego están las crisis del coronavirus y la económica. Cada hora que pasa se suman fallecidos por la covid-19 o nuevos damnificados tienen dificultades para comer o entran a las listas del paro. Brasil batió este martes su récord de fallecidos diarios, con un total que supera los 5.000 muertos y el ministro de Salud, Nelson Teich, advirtió de “un agravamiento de la crisis”. Ante eso, Bolsonaro dio una de esas réplicas que le dieron fama cuando era un insignificante diputado: “"¿Y qué? Lo lamento. ¿Qué quiere que haga? (...) Soy Mesías, pero no hago milagros”, respondió en referencia a su segundo nombre.