Guía para reciclar en casa sin desperdiciar esfuerzos
Dar buen uso a los deshechos depende de las prácticas ciudadanas a falta de monitoreo de las autoridades
Cada mexicano termina su día con más de medio kilo extra. Cada persona genera 770 gramos de basura diariamente, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Únicamente 46 de cada 100 hogares separan sus desperdicios. Solo la Ciudad de México produce 13.000 toneladas de basura al día, suficientes para llenar al Estadio Azteca, el más grande en México. En pro de generar una cultura ciudadana más verde y como parte del programa Basura Cero, el año pasado entró en vigor una nueva norma para separar los deshechos de la capital. Con nuevas divisiones y días de recogida, la ciudad espera reducir el caos ambiental que encara.
A casi un año de la implementación de Basura Cero hay dudas sobre su eficiencia. “No hay suficientes sanciones del lado del que produce la basura”, señala David Bonilla, del instituto de investigaciones económicas de la UNAM. Sin ojos que vigilen el comportamiento en las viviendas, la responsabilidad de reciclar recae en cada ciudadano. Para quienes viven en la capital mexicana, el punto de partida es entender cómo deben separar sus desechos y qué días pasa el camión a recogerlos. “Algunos ciudadanos se desmotivan porque piensan que toda la basura se mezcla en el camión”, explica Juan Antonio Hernández, presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC). “Pero separando ayudan a que el camión llegue al centro de transparencia sin tanto material mezclado, mientras que lo que está muy mezclado suele irse al relleno sanitario”.
Los orgánicos son residuos de origen natural como cáscaras de fruta, restos de comida, filtros para el café, heces de animales o bolsas de té deben entregarse al camión recolector los martes jueves y sábados, de acuerdo a la Secretaría del Medio Ambiente. La ONG ambientalista Greenpeace recomienda armar una compostera con estos residuos, que al descomponerse se convierten en abono para la tierra. Se puede hacer en un departamento -en un balde o canasto- o en un jardín, ya sea en una maceta con drenaje o en un pozo en la tierra. Debe tener buena iluminación, incluir también residuos de materiales secos, como hojas de papel de diario o pasto seco y lombrices para acelerar el proceso de descomposición. No debe contener nada de origen animal excepto cáscaras de huevo y debe estar aireada.
Para los inorgánicos reciclables, como el papel, los metales, plásticos y vidrios, hay varias alternativas. Se pueden depositar en el contenedor gris y esperar a que el camión los recoja los lunes, miércoles, viernes y domingos, o llevar a los centros de acopio más cercanos. “El problema es que no todo el mundo tiene uno de estos centros cerca de su casa, pero en caso de tenerlo es mejor opción que el camión, e incluso te pueden pagar por ellos”, comenta Bonilla. También se pueden llevar al Mercado del Trueque e intercambiarlos por productos agrícolas cultivados en la ciudad.
Los residuos inorgánicos que no se pueden reciclar acaban en rellenos sanitarios o en tiraderos a cielo abierto. Es importante separarlos para que los demás no se echen a perder. Colillas de cigarro, preservativos, pañales, chicles, bolsas de frituras, calzado, o toallas sanitarias van en el contenedor naranja y el camión pasa por ellos los lunes, miércoles, viernes y domingos. Si son muy voluminosos o contienen metales pesados o materiales muy tóxicos, se pueden llevar a un centro de acopio especializado, como Reciclatrón.
Para quienes no tienen la posibilidad de desplazarse a un centro de acopio, Junta, Entrega y Recicla (Jer), una aplicación que surgió para facilitar el reciclaje en los hogares, es una buena opción. Los usuarios pueden descargarla en su móvil e indicar qué productos quieren reciclar y en qué cantidades, armar un paquete, tomarle una foto y subirla. Por una módica suma un camión pasará a recogerlo el día y hora indicados por el usuario y después será llevado a una empresa de reciclaje, que tiene la capacidad de reciclar hasta el 95% de cada electrónico, afirma Ilse Moreno, encargada de soporte comercial de Jer. México es el tercer país del continente americano que más genera chatarra electrónica, después de Estados Unidos y Brasil, según el estudio de la ONU El Monitor global de la basura electrónica 2017. Ocho de cada nueve equipos electrónicos en el país no se reciclan y llegan a rellenos sanitarios, barrancas o tiraderos clandestinos, asegura Moreno.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.